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Paz y Ciencia

lunes, 22 de noviembre de 2021

El KARMA

 



La definición parece simple: la palabra karma proviene del sánscrito (lengua clásica de los eruditos indios) y significa “acción”; sin embargo, “en el budismo se refieren a ella como la ley de causalidad”, detalla el lama. Buscándole un homólogo científico, el karma sería el equivalente a la ley de Newton, que formula que cada acción conlleva una reacción proporcional. Así, en la vida como en la física, estamos regidos por una relación causa-efecto que se encuentra muy por encima de las leyes de cualquier país, del mismo modo que la ley de la gravedad, del movimiento planetario o las leyes de la termodinámica.

“Es necesario que exista una causa o una circunstancia para que se genere un fenómeno, ya que no hay ningún acto absoluto que se sostenga por sí mismo. Todos los fenómenos (mentales o físicos) dependen unos de otros, es decir existen de forma interdependiente”. En este sentido nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias, únicas para cada individuo, son sus efectos.

Thubten Chöden matiza, además, que debido a que la ética budista es una ética de intención, el pensamiento cobra gran importancia para el karma. Recuperando la expresión popular: “la intención es lo que cuenta”. “Un acto físico involuntario no es karma. El karma es ante todo una reacción, un acto de origen mental. Si aplastas una hormiga por descuido, eso no es karma, aun cuando el acto tiene consecuencias terribles para la pequeña víctima. En cambio, si veo la hormiga y conscientemente pongo mi pie encima para matarla, eso es karma, y del peor tipo” coincide Philippe Cornu.

La vida se torna, entonces, un ‘boomerang’ donde si buscas perjudicar a alguien acabarás por ser tú el dañado. “Esto no debe asociarse a una idea divina. El karma es una ley universal de causalidad relacionada con todos los seres con consciencia. No tiene nada que ver con la religión” explica el lama de Nagarjuna. Así pues, la ley del karma nada tiene que ver existencia de dioses invisibles encargados de hacerla cumplir. Y, puesto que el budismo no es pesimista ni optimista, tampoco debe asociarse a la fatalidad o a la dicha divina sino a una inercia natural.

TIPOS DE KARMA

En cuanto a los tipos de karma que podemos acumular, o bien arrastramos de vidas pasadas, Thubten Chöden apunta que este “puede ser positivonegativo oneutral“. El primero sería consecuencia de las buenas acciones o pensamientos, como la generosidad, la bondad, la verdad o el perdón. Por su parte, el karma negativo es resultado de malas acciones o pensamientos como la avaricia, el engaño, el egocentrismo o la crítica destructiva, que dañan a quienes los albergan.

La purificación del karma negativo podrá llevarse a cabo “en la medida que seas capaz generar más karma virtuoso. Y, aunque no lo consigas eliminar por completo, con buenas acciones vas a evitar que madure“, aclara Thubten Chöden, quien, además, apunta que “la felicidad que tengamos en esta vida va a depender de la cantidad de buenas acciones realizadas”.

Por el contrario, aquellos que sistemáticamente odianenvidian, desean el mal ajeno, ejecutan venganzas… están creando un campo energético totalmentenegativo que se vuelve contra ellos mismos. Y es que el origen de las malas acciones está en nuestras propias perturbaciones mentales, “derivan de nuestra actitud egocéntrica” y son la razón principal por la cual experimentamos sufrimiento. Tenemos que sufrir las consecuencias de nuestros pensamientos y actos para, en términos espirituales, hallar una vida más plena.

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