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Paz y Ciencia

viernes, 19 de noviembre de 2021

El Arte de Dejarse Ir

 


Thich Nhat Hanh, el maestro Budista Zen, tiene un discurso interesante sobre lo que significa realmente dejar ir las cosas. Muchas personas confunden el desapego o el no aferrarse con una forma de distanciamiento o desconexión emocional con otros, pero como explica Hanh, el verdadero desapego usualmente significa amar a alguien como nunca antes has amado.

Buda enseñaba que el desapego, una de las disciplinas del Noble Camino, también llamado ariyasaavaka, no es un acto físico de aislamiento y ni siquiera de austeridad. Si bien Buda enseña sobre una «no-acción que es una parte integral del Camino Noble», al ser sacada de contexto puede dar la impresión de que deberíamos desarrollar una ausencia de interés por los demás, y que deberíamos vivir sin expresar o sentir verdaderamente nuestras emociones, aislándonos de la vida.

Este tipo de malentendidos son lamentablemente comunes, ya que no siempre hay traducciones directas del lenguaje Paali al Inglés o Español.

Esta forma de desapego es una comprensión errónea del mensaje de Buda. El maestro Hanh declara que para que realmente dejemos ir las cosas debemos aprender a amar de forma más completa. El no aferrarse a las cosas sólo sucede cuando nuestro amor por otra persona se extiende más allá de nuestras expectativas personales de ganar algo a cambio, o nuestra anticipación a un resultado deseado en específico.

Hanh describe cuatro formas del completo desapego, que para la sorpresa de muchos, no son sobre esconderse en una cueva e ignorar a todo aquel que te haya roto el corazón, o ignorar tu placer o deseo de algún interés romántico. Esto no es desapego. Dejar ir significa ir más profundo.

Maitri (No el Amor Que Conoces)

Hanh describe la importancia de Maitri, no el amor que normalmente comprendemos en el sentido Occidentalizado de la palabra. Él dice:

«El primer aspecto del amor verdadero es maitri (metta, en Pali), la intención y capacidad de ofrecer alegría y felicidad. Para desarrollar esta capacidad, tenemos que practicar observando y escuchando profundamente y así saber qué hacer y qué no para irradiar felicidad a los demás. Si ofreces a tu pareja algo que no necesita, eso no es maitri. Tienes que ver su situación real o lo que ofrezcas puede ocasionarle infelicidad.»

En otras palabras, tu desapego puede venir en forma de aceptar que algunas cosas que normalmente harías para hacer sentir querida o apreciada a tu pareja, puede que no sean las que necesite. En vez de forzar esa conducta sobre otra persona con una intención egoísta de «complacerla», simplemente desapégate de esa necesidad en ti mismo, y observa verdaderamente qué hace a la otra persona sentirse cómoda, segura, y feliz.

Él continúa:

«Tenemos que usar el lenguaje más cuidadosamente. «Amor» es una hermosa palabra; tenemos que recuperar su significado. La palabra «maitri» tiene raíces en la palabra mitra que significa amigo. En el Budismo, el principal significado de amor es amistad.

 

Karuna (Compasión)

La siguiente forma de verdadero desapego es la compasión. Cuando dejamos ir, no nos detenemos a ofrecer un contacto, palabra o buena acción compasivas para ayudar a alguien que esté sufriendo. Tampoco no esperamos alejar su dolor o sufrimiento. Sin embargo, la compasión contiene una comprensión profunda de la situación. No es distanciamiento. No es aislamiento de los demás.

Buda sonríe porque comprende la razón de existir del dolor y el sufrimiento, y porque también sabe cómo transformarlos. Te vuelves más profundamente comprometido en la vida cuando te vuelves desapegado a los resultados, pero esto no significa que no participes completamente, incluso en el dolor de otros.

Gratitud y Alegría

Al dejar ir verdaderamente las cosas estás practicando la gratitud. Mudita, o la alegría surge cuando estamos atiborrados de gratitud por todo lo que tenemos, de tal forma que ya no estamos pendientes de algún resultado anhelado. La definición de alegría de Buda es más como una «alegría altruista». Significa que no sólo encontramos la felicidad cuando algo bueno nos sucede, sino también cuando otros encuentran la felicidad.

Si alguna vez has tenido que decir adiós a un amor o amigo para que puedan continuar con el camino de su vida, una que quizás no podía continuar entrelazándose con la tuya, puede que hayas sentido dolor cuando ellos encontraron alguien nuevo a quien amar, o hicieron un nuevo amigo que pareció haberte reemplazado. Esto no es el verdadero desapego. La alegría surge cuando encuentras felicidad incluso en la alegría de otros, que la descubren en situaciones que poco o nada tienen que ver contigo.

Upeksha (Ecuanimidad)

El maestro Hanh describe la cualidad final de verdadero amor, la cual arroja una inmensa luz en el verdadero proceso de dejar ir las cosas. Él afirma:

«El cuarto elemento de verdadero amor es upeksha, la cual significa ecuanimidad, desapego, indiscriminación, imparcialidad, o dejar ir las cosas. Upa significa «sobre», e iksha significa «mirar». Tú escalas la montaña para ser capaz de mirar por sobre la situación entera, no obligado por un lado (perspectiva) o el otro. Si tu amor tiene apego, discriminación, prejuicio, o aferramiento a las cosas, no es verdadero amor. Las personas que no entienden el Budismo a veces piensan que upeksha significa indiferencia, pero la verdadera ecuanimidad no es fría ni indiferente. Si tienes más de un hijo, todos son tus retoños. Upeksha no significa que no ames. Sino que amas de una forma en la que todos tus hijos reciben tu amor, sin discriminación.»

Hanh explica que sin esta cualidad nuestro amor tiende a volverse posesivo, como una pisada fuerte del ego. Intentamos poner a nuestro ser querido en nuestro bolsillo y llevarlo con nosotros, cuando ellos son más como el viento, o una mariposa, o una corriente, necesitando moverse y fluir, o muriendo en el intento. Esto no es amor, esto es destrucción.

Para que el amor sea un verdadero amor, debe tener elementos de compasión, alegría, y ecuanimidad, y esto es el verdadero desapego.

El Arte de Dejar Ir Es Simple

El secreto, realmente, es que dejar ir no es un arte, es un permiso, un ser. Una relación no apegada es saludable, fuerte y llena de sencillo amor, amabilidad y compasión. Es completamente desinteresada porque tu sentido del «yo» ya no se impone en cada situación. Si quieres realmente dejar ir las cosas, tienes que amar más, no menos. Este es el más grande malentendido sobre esta invaluable enseñanza de Buda.

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