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Paz y Ciencia

viernes, 1 de octubre de 2010

Sesgos Cognitivos en la Depresión

Aaron Beck se ha esforzado por detectar las creencias patológicas. Cree que todas ellas tienen unos elementos comunes:

1. Son inferencias arbitrarias: Llegan a conclusiones muy firmes, sin evidencias que las apoyen. "Tengo que ser apreciada por todos si soy buena". "Si no gano mucho dinero, seré un fracasado".
2. Usan una abstracción selectiva: Valoran una experiencia centrándose en un detalle específico, e ignorando otros más relevantes. "He vuelto a llegar tarde. No hago nada a derechas".
3. Generalizan excesivamente: Pasan de un caso particular a una creencia general: "X no ha llamado por teléfono. Nadie me querrá nunca"
4. Magnifican o minimizan: Aumentan la magnitud de los acontecimientos perjudiciales y disminuyen los que podrían enorgullecerles. "Fui imperdonable que se me olvidara traerle el postre que le gusta". "Miro mi vida y no encuentro ningún momento alegre".
5. Provocan pensamientos absolutistas y dicotómicos: Animan a clasificar todas las experiencias en dos categorías opuestas y absolutas, adjudicándose la negativa. "Todo lo hago mal", "No le importo a nadie", Soy un cobarde".

Estas creencias son hábitos contráidos que operan a escondidas desde la memoria, produciendo graves sesgos en la evaluación sentimental. Ponerlas en claro y cambiarlas es el buen camino.

Las creencias irracionales acaban siendo peligrosas, por lo que resulta conveniente someterlas a razón. Resumiré un método para este desenmascaramiento.

1. Identificación de una creencia irracional:, es decir, que falsea la realidad y provoca respuestas afectivas destructivas o limitadoras. Ejemplo: "Quien da amor recibe amor". ¿Por qué es destructiva? Aaron Beck comprobó que acudían a su consulta muchas mujeres que habían sido víctimas de una fracaso familiar, y que presentaban una depresión acompañada de sentimientos profundos de culpabilidad. ¿Por qué se sentían culpables si eran víctimas? Descubrió que esas personas tenían una creencia implícita, es decir, no claramente expresada que podía enunciarse así: "Quien da amor recibe amor", o "Si eres suficientemente cariñosa, inteligente, amable, atractiva, te querrán". Cuando esas mujeres recibían del exterior una respuesta contundente -"Pues no te quieren"-, la conclusión que sacaban era: "Entonces no he querido lo suficiente, o no he sido lo suficientemente cariñosa, inteligente, etcétera." Conclusión: Luego soy culpable.

2. Crítica de la creencia irracional: ¿Existe alguna prueba de la veracidad de esa creencia? ¿Existe alguna prueba de su falsedad? No hay una correlación entre el comportamiento de una persona y una respuesta amorosa. Sería consolador que una conducta amante despertara forzosamente el amor en el amado, pero no sucede así. Hay, en cambio, muchas pruebas que atestiguan la falsedad de la creencia. En primer lugar, los hechos. Después, el conocimiento que tenemos del funcionamiento de la mente humana. Podríamos, tal vez, decir que todo ser humano se sentirá ligado a la persona de la que recibe premios afectivos o físicos, pero esta afirmación nos sirve de poco porque sólo el receptor puede determinar si lo que recibe es un premio.

3. Sustitución por una creencia racional: Los seres humanos nunca son receptores pasivos de un mensaje unívoco. Son personalidades con preferencias, expectativas, creencias diferentes, a partir de las cuales interpretan todo lo que les sucede. Si deseo quedarme en casa leyendo y alguien me invita a un maravilloso concierto sentiré al mismo tiempo fastidio y gratitud. Las dos cosas. Lo más que podemos pedir es comprensión mutua. Comprendo tu buena intención, pero comprende mi fastidio.
A los niños no debemos sólo transmitirles creencias correctas, sino enseñarles a separar las racionales de las irracionales. En los últimos años se ha insistido mucho en la necesidad de fomentar en la escuela el pensamiento crítico, para que ayude al alumno a distinguir lo que debe creer y hacer. Se trata de acostumbrar a un buen uso habitual de la inteligencia. Hay dos usos que me parecen imprescindibles:
-el uso racional de la inteligencia;
-el uso creador de la inteligencia.


Bibliografía: "Aprender a Vivir", Jose Antonio Marina. Ariel; Terapia cognitiva de los trastornos de personalidad, Beck y Freeman.

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