PEACE

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Paz y Ciencia

miércoles, 13 de octubre de 2010

Glosario de términos psicopatológicos

Afasia. Alteración de la comprensión o transmisión de ideas mediante el lenguaje en cualquiera
de sus formas —lectura, escritura o habla— debida a traumatismos o enfermedades de los
centros cerebrales implicados en el lenguaje.
Afecto. Patrón de comportamientos observables que es la expresión de sentimientos (emoción)
experimentados subjetivamente. Tristeza, alegría y cólera son ejemplos usuales de afecto. A
diferencial del humor, que concierne a un «clima» emocional más generalizado y persistente, el
término afecto se refiere a cambios más fluctuantes en el «tiempo» emocional. Varía considerablemente
lo que se considera gama normal de la expresión del afecto, tanto entre culturas diferentes
como en cada una de ellas. Los trastornos del afecto incluyen las siguientes modalidades:
Aplanado. Ausencia o casi ausencia de cualquier signo de expresión afectiva.
Embotado. Reducción significativa de la intensidad de la expresión emocional.
Inapropiado. Discordancia entre la expresión afectiva y el contenido del habla o ideación.
Lábil. Variabilidad anormal en el afecto, con cambios repetidos, rápidos y bruscos de la expresión
afectiva.
Restringido o constreñido. Reducción ligera de la gama y la intensidad de la expresión
emocional.
Afonía. Incapacidad para producir los sonidos del habla que requieren el uso de la laringe y
que no se debe a una lesión del sistema nervioso central.
Agitación (agitación psicomotora). Excesiva actividad motora asociada a una sensación de
tensión interna. Habitualmente, la actividad no es productiva, tiene carácter repetitivo y consta de
comportamientos como caminar velozmente, moverse nerviosamente, retorcer las manos, manosear
los vestidos e incapacidad para permanecer sentado.
Alogia. Empobrecimiento del pensamiento que se infiere de la observación del lenguaje y el
comportamiento verbal. Pueden observarse réplicas breves y completas a las preguntas formuladas,
así como restricción de la cantidad del habla espontánea (pobreza del habla). A veces el habla
es adecuada cuantitativamente, pero incluye poca información por ser excesivamente concreta,
demasiado abstracta, repetitiva o estereotipada (pobreza del contenido).

Las definiciones del glosario se han inspirado en las siguientes fuentes: DSM-III; DSM-III-R; American Psychiatric
Glossary, 6.a ed.; Penguin Dictionary of Psychology; Campbell’s Psychiatric Dictionary, 6.a ed.; Stedman’s Medical Dictionary,
19.a ed.; Dorland’s Illustrated Medical Dictionary, 25.a ed., y Webster’s Third New International Dictionary.

Alucinación. Percepción sensorial que tiene el convincente sentido de la realidad de una
percepción real, pero que ocurre sin estimulación externa del órgano sensorial implicado. Las alucinaciones
deben distinguirse de las ilusiones, en las que un estímulo externo real es percibido o
interpretado erróneamente. El sujeto puede tener conciencia o no tenerla de que está experimentando
una alucinación. Una persona con alucinaciones auditivas puede reconocer que está teniendo
una experiencia sensorial falsa, mientras otra puede estar convencida de que la causa de la experiencia
sensorial cuenta con una realidad física independiente. El término alucinación no suele
aplicarse a las falsas percepciones que se producen mientras se sueña, cuando se concilia el sueño
(hipnagógicas) o cuando se produce el despertar (hipnopómpicas). Algunas personas sin trastorno
mental tienen experiencias alucinatorias transitorias.
He aquí algunos tipos de alucinaciones:
Auditiva. Alucinación que implica la percepción de sonidos, más frecuentemente de voces.
Algunos clínicos e investigadores no incluyen las experiencias que se perciben como originadas
dentro de la cabeza y limitan el concepto de alucinaciones auditivas verdaderas a los sonidos
cuyo origen sea percibido como externo. Sin embargo, en el DSM-IV no se distingue si
el origen de las voces es percibido dentro o fuera de la cabeza.
Congruente con el estado de ánimo. Véase síntomas psicóticos congruentes con el estado
de ánimo.
Gustativa. Alucinación que implica la percepción de sabores (habitualmente desagradables).
No congruentes con el estado de ánimo. Véase síntomas psicóticos incongruentes con el
estado de ánimo.
Olfativa. Alucinación que implica la percepción de olores, por ejemplo, de goma quemada
o pescado podrido.
Somática. Alucinación que implica la percepción de una experiencia física localizada en el
cuerpo (tal como una sensación de electricidad). Debe distinguirse una alucinación somática
de ciertas sensaciones físicas nacidas de una enfermedad médica todavía no diagnosticada, de
una preocupación hipocondríaca con sensaciones físicas normales y de una alucinación táctil.
Táctiles. Alucinación que implica la percepción de ser tocado o de tener algo bajo la propia
piel. Las alucinaciones táctiles más frecuentes son sensaciones de descargas eléctricas y de
hormigueo (la sensación de que algo se mueve o repta bajo la piel).
Visual. Alucinación que implica ver sea imágenes estructuradas, por ejemplo, unas personas,
sea imágenes informales, por ejemplo, destellos de luz. Las alucinaciones visuales deben
distinguirse de las ilusiones, que son percepciones erróneas de estímulos externos reales.
Amnesia. Pérdida de memoria. Hay dos tipos de amnesia:
Anterógrada. Pérdida de memoria relativa a hechos que ocurrieron tras la acción del
agente etiológico.
Retrógrada. Pérdida de memoria acerca de hechos que ocurrieron antes de la acción del
agente etiológico.
Ansiedad. Anticipación aprensiva de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento
de disforia o de síntomas somáticos de tensión. El objetivo del daño anticipado puede ser
interno o externo.
Ataxia. Pérdida parcial o completa de la coordinación del movimiento muscular voluntario.
Atención. Capacidad para centrarse de manera persistente en un estímulo o actividad concretos.
Un trastorno de la atención puede manifestarse por distraibilidad fácil o por dificultad para
realizar tareas o concentrarse en el trabajo.

Avolición. Incapacidad para iniciar actividades dirigidas a un fin y persistir en ellas. Cuando
es suficientemente grave para ser considerada patológica, la avolición es generalizada e impide
que el sujeto complete distintos tipos de actividades (p. ej., trabajo, tareas intelectuales, autocuidado).
Catalepsia. Flexibilidad cérea: mantenimiento rígido de una posición corporal durante un
período prolongado de tiempo.
Cataplejía. Episodios de pérdida bilateral súbita del tono muscular que provoca el colapso
del individuo, a menudo en asociación con emociones intensas como risa, cólera, miedo o sorpresa.
Comportamiento catatónico. Importantes anormalidades motoras que incluyen inmovilidad
motora (esto es, catalepsia o estupor), ciertos tipos de actividad motora excesiva (agitación aparentemente
no intencionada ni influida por estímulos externos), negativismo extremo (resistencia
aparentemente inmotivada a seguir instrucciones o a los intentos de ser movilizado) o mutismo,
ciertas posturas o movimientos estereotipados y ecolalia o ecopraxia.
Crisis de angustia. Períodos discretos en los que se produce inicio súbito de aprensión, miedo
o terror intensos, a menudo asociados a la sensación de muerte inminente. Durante estas crisis
hay síntomas como alteración de la respiración o sensación de ahogo; palpitaciones, opresión precordial
o pulso acelerado; dolor o molestias torácicas; sofocación, y miedo a volverse loco o a perder
el control. Las crisis de angustia pueden ser inesperadas (no suscitadas) cuando el inicio de
la crisis no se asocie con un precipitante situacional, ocurriendo como «llovido del cielo»; determinada
situacionalmente, cuando la crisis ocurra casi invariablemente después de la exposición
a un precipitante situacional («señal») o en su anticipación; y predispuesta situacionalmente,
cuando la crisis tienda a producirse en la exposición a un precipitante situacional, pero no se asocie
invariablemente con él.
Descarrilamiento («pérdida de asociaciones»). Patrón de lenguaje en el que las ideas de una
persona se separan entre sí de modo que no guardan relación mutua alguna o sólo están relacionadas
tangencialmente. Al pasar de una frase o oración a otra, el sujeto cambia idiosincrásicamente
el tema desde un marco de referencia a otro, pudiendo decir las cosas según una yuxtaposición
que carece de relaciones significativas. El trastorno tiene lugar entre oraciones, a diferencia
de la incoherencia, donde el trastorno se produce dentro de las oraciones. Un cambio ocasional de
tema inadvertido o sin conexión obvia no constituye descarrilamiento.
Desorientación. Confusión acerca de la hora del día, la fecha o la estación (temporal), acerca
de donde se encuentra uno (lugar) o de quién es (persona).
Despersonalización. Alteración de la percepción o experiencia de uno mismo, de modo que
uno se siente separado del propio cuerpo o de los propios procesos mentales, como si se tratara de
un observador exterior (p. ej., sintiéndose como si uno estuviera soñando).
Desrealización. Alteración de la percepción o experiencia del mundo externo de manera que
éste parece extraño e irreal (p. ej., las personas pueden parecer desconocidas o mecánicas).
Disartria. Articulación imperfecta del habla debido a alteraciones del control muscular.
Discinesia. Distorsión de movimientos voluntarios con actividad muscular involuntaria.

Disforia por la identidad sexual. Disgusto persistente por algunas, o todas, de las características
físicas o papeles sociales que connotan el propio sexo biológico.
Disociación. Alteración de las funciones normalmente integradas de conciencia, memoria,
identidad, o percepción del ambiente. El trastorno puede ser repentino o gradual, transitorio o crónico.
Disomnia. Trastornos primarios del sueño o del despertar caracterizados por insomnio o hipersomnia
como principal síntoma actual. Las disomnias son trastornos de la cantidad, la calidad
o la temporalidad del sueño.
Dispersión. Véase Descarrilamiento.
Distonía. Alteración del tono muscular.
Distraibilidad. Incapacidad para mantener la atención, esto es, el pase de un área o tema a
otro, con una provocación mínima, o fijación excesiva de la atención en estímulos externos poco
importantes o irrelevantes.
Ecolalia. Repetición (eco) patológica, propia de un loro y aparentemente sin sentido de una
palabra o frase acabada de emitir por otra persona.
Ecopraxia. Repetición por imitación de los movimientos de otra persona. La acción no es
voluntaria y tiene un carácter semiautomático e incontrolable.
Estado de ánimo. Emoción generalizada y persistente que colorea la percepción del mundo.
Son ejemplos frecuentes de estado de ánimo la depresión, alegría, cólera y ansiedad. A diferencia
del afecto, que se refiere a cambios más fluctuantes en el «tiempo» emocional, el estado de ánimo
se refiere a un «clima» emocional más persistente y sostenido.
Éstos son los tipos de estado de ánimo:
Disfórico. Estado de ánimo desagradable, tal como tristeza, ansiedad o irritabilidad.
Elevado. Sentimiento exagerado de bienestar, euforia o alegría. Una persona con estado de
ánimo elevado puede decir que se siente «arriba», «en éxtasis», «en la cima del mundo» o
«por las nubes».
Eutímico. Estado de ánimo dentro de la gama «normal», que implica la ausencia de ánimo
deprimido o elevado.
Expansivo. Ausencia de control sobre la expresión de los propios sentimientos, a menudo
con sobrevaloración del significado o importancia propios.
Irritable. Fácilmente enojado y susceptible a la cólera.
Estado intersexual. Estado en el que un individuo manifiesta mezcladamente, y en distintos
grados, características de cada sexo, incluyendo formas físicas, órganos reproductivos y comportamiento
sexual.
Estresante psicosocial. Cualquier acontecimiento o cambio vital que pueda asociarse temporalmente
(y quizá causalmente) al inicio, ocurrencia o exacerbación de un trastorno mental.
Estupor. Estado en el que no se responde a la estimulación y se acompaña de inmovilidad
y mutismo.

Fase residual. La fase de una enfermedad que ocurre tras la remisión de los síntomas floridos
o del síndrome completo.
Fobia. Miedo persistente e irracional hacia un objeto, situación o actividad específicos (el
estímulo fóbico), que da lugar a un deseo incoercible de evitarlo. Esto suele conducir a evitar el
estímulo fóbico o a afrontarlo con terror.
Fuga de ideas. Un flujo casi continuo de habla acelerada, con cambios temáticos bruscos,
que habitualmente se basan en asociaciones comprensibles, estímulos que distraen la atención o
juegos de palabras. Cuando es grave, el habla puede ser incoherente y desorganizada.
Grandeza. Evaluación desmesurada del valor, poder, conocimientos, importancia o identidad
de uno mismo. Cuando es extrema, la grandeza puede alcanzar proporciones delirantes.
Habla apremiante. Habla que es excesiva en cantidad, acelerada y difícil o imposible de interrumpir.
Usualmente es de excesivo volumen y empática. Con frecuencia la persona habla sin
ninguna incitación social y puede continuar haciéndolo aún cuando nadie le escuche.
Hiperacusia. Sensibilidad dolorosa a los sonidos.
Hipersomnia. Excesiva somnolencia, manifestada por sueño nocturno prolongado, dificultad
para mantener un estado de alerta durante el día o episodios diurnos de sueño no deseados.
Idea delirante. Falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad externa
que es firmemente sostenida, a pesar de lo que casi todo el mundo cree y a pesar de cuanto
constituye una prueba o evidencia incontrovertible y obvia de lo contrario. La creencia no está
aceptada ordinariamente por otros miembros de la subcultura o cultura a la que pertenece el sujeto
(p. ej., no es un artículo de fe religiosa). Cuando una creencia errónea implica un juicio de valor,
sólo se considera idea delirante cuando el juicio es tan extremo que desafía toda credibilidad.
La convicción delirante se produce a lo largo de un continuum y a veces puede inferirse del comportamiento
del individuo. Con frecuencia es difícil distinguir entre una idea delirante y una idea
sobrevalorada (en cuyo caso el individuo tiene una creencia o idea no razonable, pero no la sostiene
tan firmemente como en el caso de una idea delirante). Las ideas delirantes se subdividen de
acuerdo con su contenido. Algunos de los tipos más frecuentes son los siguientes:
Celos delirantes. Idea delirante de que se es traicionado por el compañero sexual.
Congruente con el estado de ánimo. Véase síntomas psicóticos congruentes con el estado
de ánimo.
De grandeza. Idea delirante de valor, poder, conocimientos o identidad exagerados, o de
una relación especial con una deidad o una persona famosa.
De referencia. Idea delirante cuya temática consiste en que ciertos hechos, objetos o personas
del ambiente inmediato del sujeto adoptan una significación particular y desusada. Estas
ideas delirantes suelen ser de naturaleza negativa o peyorativa, pero también pueden ser de
grandiosidad. Difieren de las ideas de referencia, donde la falsa creencia no se sostiene tan firmemente
ni está tan organizada como una verdadera creencia.
De ser controlado. Idea delirante en que ciertos sentimientos, impulsos o actos se experimentan
como si estuvieran bajo el control de alguna fuerza externa más que bajo el de uno mismo.
Difusión del pensamiento. Idea delirante de que los propios pensamientos están siendo difundidos
en alta voz de modo que pueden ser percibidos por otros.
Erotomaníaca. Idea delirante de que otra persona, habitualmente de status superior, está
enamorada del sujeto.
Glosario de términos técnicos 783

Extraña. Idea delirante que implica un fenómeno que la cultura del sujeto consideraría totalmente
inverosímil.
Inserción del pensamiento. Idea delirante de que ciertos pensamientos propios no son de
uno mismo, sino que más bien son insertados en la propia mente.
No congruente con el estado de ánimo. Véase síntomas psicóticos no congruentes con el
estado de ánimo.
Persecutoria. Idea delirante cuyo tema central consiste en que el sujeto (o alguien cercano
a él) está siendo atacado, atormentado, golpeado, perseguido o se conspira contra él.
Somática. Idea delirante cuyo principal contenido pertenece a la apariencia o funcionamiento
del propio cuerpo.
Idea sobrevalorada. Creencia persistente y no razonable que se mantiene con menos intensidad
que la idea delirante (esto es, el sujeto es capaz de aceptar la posibilidad de que su creencia
puede no ser cierta). La creencia no es aceptada habitualmente por otros miembros de la cultura o
subcultura a que pertenece el sujeto.
Ideación paranoide. Ideación que implica sospechas o creencia de estar siendo atormentado,
perseguido o tratado injustamente, pero de proporciones inferiores a las de una idea delirante.
Ideas de referencia. Sensación de que ciertos incidentes causales o que determinados acontecimientos
externos tienen un significado particular y desusado que es específico para cada sujeto.
Debe distinguirse de un delirio de referencia, en el que existe una crencia sostenida con convicción
delirante.
Identidad sexual. Convicción interna de una persona acerca de ser varón o mujer.
Ilusión. Percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real, por ejemplo, escuchando
el rumor de unas hojas o el sonido de unas voces. Véase también alucinación.
Incoherencia. Lenguaje o pensamiento que resulta esencialmente incomprensible a los demás
porque las palabras o las frases se unen sin una conexión lógica o significativa. La irregularidad
ocurre dentro de las oraciones, a diferencia del descarrilamiento o dispersión, en el que la
alteración se produce entre las oraciones. La incoherencia a veces ha sido denominada «ensalada
de palabras» para poner de manifiesto el grado de desorganización lingüística. No deben considerarse
como incoherencia ciertas construcciones escasamente gramaticales o usos idiomáticos característicos
de una cultura o región particulares, una falta de escolarización o un bajo nivel intelectual.
El término no suele aplicarse cuando hay pruebas de que el trastorno del habla se debe a
una afasia.
Insomnio. Quejas subjetivas de dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido o a
causa de la mala calidad del sueño. Éstos son los tipos de insomnio:
Insomnio inicial. Dificultad para conciliar el sueño.
Insomnio medio. Despertar a media noche después de haber conciliado el sueño, aunque
con dificultades.
Insomnio terminal. Despertar antes de la hora usual de hacerlo, con incapacidad para reemprender
el sueño.
Lentitud psicomotora. Enlentecimiento generalizado visible de los movimientos y del habla.
Macropsia. Percepción visual de que los objetos son mayores de lo que realmente son.

Mecanismo de defensa. Proceso psicológico automático que protege al individuo de la ansiedad
y de la conciencia de amenazas o peligros externos o internos. Los mecanismos de defensa
mediatizan la reacción del individuo ante los conflictos emocionales y ante las amenazas externas.
Algunos mecanismos de defensa (p. ej., proyección, dicotomización, y «acting out») son
casi siempre desadaptativos. Otros, como la supresión y la negación, pueden ser desadaptativos o
adaptativos en función de su gravedad, inflexibilidad y el contexto en el que ocurran. En la página
767 se presentan las definiciones de algunos mecanismos de defensa específicos, señalando
cómo deben ser registrados utilizando la escala de mecanismos de defensa.
Medicamento agonista. Sustancia química extrínseca a las sustancias producidas endógenamente,
que actúa sobre un receptor y es capaz de producir el efecto máximo que puede alcanzarse
estimulando dicho receptor. Un agonista parcial sólo es capaz de producir menos del efecto
máximo, aunque se administre en concentración suficiente para fijarse a todos los receptores
disponibles.
Medicamento agonista/antagonista. Sustancia química extrínseca a sustancias producidas
endógenamente que actúa sobre una familia de receptores (como los receptores de los opiáceos m,
d y k), de manera que es un agonista o agonista parcial respecto de un tipo de receptor y antagonista
respecto de otro.
Medicamento antagonista. Sustancia química extrínseca a las sustancias producidas endógenamente
que ocupa un receptor, no produce efectos fisiológicos e impide que factores químicos
endógenos y exógenos produzcan algún efecto en dicho receptor.
Micropsia. Percepción visual de que los objetos son menores de lo que realmente son.
Movimientos estereotipados. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente impulsivo y
no funcional (p. ej., sacudir o mover las manos, balancear el cuerpo, golpear la cabeza, mordisquear
objetos, automorderse, pincharse la piel o los orificios corporales, golpear el propio cuerpo).
Nistagmo. Movimiento rítmico involuntario de los ojos, que consiste en temblores rápidos
de pequeña amplitud en una dirección y un movimiento recurrente, mayor, más lento, en la dirección
opuesta. El nistagmo puede ser horizontal, vertical o rotatorio.
Papel o rol sexual. Actitudes, patrones de comportamiento y atributos de personalidad definidos
por la cultura en que el individuo vive como papeles sociales estereotipadamente «masculinos
» o «femeninos».
Parasomnia. Comportamiento o hechos fisiológicos anormales que ocurren durante el sueño
o en las transiciones sueño-vigilia.
Pensamiento mágico. Creencia errónea de que los propios pensamientos, palabras o actos
causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto comúnmente
aceptadas. El pensamiento mágico puede formar parte del desarrollo normal del niño.
Personalidad. Patrones duraderos de percibir, relacionarse y pensar acerca del ambiente y
de uno mismo. Los rasgos de personalidad son aspectos prominentes de la personalidad que se
manifiestan en una amplia gama de contextos sociales y personales importantes. Los rasgos de
personalidad sólo constituyen un trastorno de personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos
y provocan malestar subjetivo o déficit funcional significativo.

Pródromo. Signo o síntoma premonitorio o anticipado de un trastorno.
Psicótico. Este término ha recibido históricamente numerosas definiciones diferentes, ninguna
de las cuales ha conseguido ser aceptada universalmente. La definición más estricta de psicótico
se limita a ideas delirantes o alucinaciones prominentes, en ausencia de conciencia acerca
de su naturaleza patológica. Una definición algo menos restrictiva también incluiría alucinaciones
significativas que el individuo acepta como experiencias alucinatorias. Todavía es más amplia una
definición que incluya asimismo otros síntomas positivos de esquizofrenia (esto es, habla desorganizada,
comportamiento intensamente desorganizado o catatónico). A diferencia de estas definiciones
basadas en síntomas, la definición utilizada en el DSM-II y en la CIE-9 era probablemente
demasiado inclusiva y se centraba en la gravedad de la incapacitación funcional, de modo
que un trastorno mental era denominado psicótico si daba lugar a «una alteración que interfiere seriamente
en la capacidad para satisfacer exigencias corrientes de la vida». Finalmente, el término
ha sido definido conceptualmente como una pérdida de los límites del yo o una importante alteración
de la verificación de la realidad. Basándose en sus rasgos característicos, los distintos trastornos
del DSM-IV subrayan diferentes aspectos de las definiciones de psicótico.
Retrospectiva. Recurrencia de un recuerdo, sentimiento o experiencia perceptiva del pasado.
Sexo. Status biológico de una persona en cuanto varón, hembra o incierto. En función de las
circunstancias, esta determinación puede basarse en la apariencia de los genitales externos o del
cariotipo.
Signo. Manifestación objetiva de un estado patológico. Los signos son observados por el clínico
más que descritos por el individuo afectado.
Síndrome. Agrupación de signos y síntomas basada en su frecuente coocurrencia, que puede
sugerir una patogenia, una evolución, unos antecedentes familiares o una selección terapéutica
comunes.
Sinestesia. Estado en el que una experiencia sensorial estimula otra modalidad de experiencia
sensorial (p. ej., un sonido produce la sensación de un color particular).
Síntoma. Manifestación subjetiva de un estado patológico. Los síntomas son descritos por
el individuo afecto más que observados por el examinador.
Síntoma de conversión. Pérdida o alteración del funcionamiento sensorial o motor voluntario
que sugiere una enfermedad médica o neurológica. Se supone que ciertos factores psicológicos
están asociados al desarrollo del síntoma, de modo que el síntoma no se explica por completo por
una enfermedad médica o neurológica ni por los efectos directos de una sustancia. El síntoma no
está producido intencionadamente ni es fingido, y no está sancionado culturalmente.
Síntomas psicóticos congruentes con el estado de ánimo. Ideas delirantes o alucinaciones
cuyo contenido es plenamente coherente con los temas típicos de un estado de ánimo deprimido
o maníaco. Si el ánimo es depresivo, el contenido de las ideas delirantes o las alucinaciones
consistirá en temas de inadecuación personal, culpa, enfermedad, muerte, nihilismo o
castigo merecido. El contenido del delirio puede incluir temas de persecución si parten de conceptos
autodespectivos como un castigo merecido. Si el ánimo es maníaco, el contenido de los
delirios o alucinaciones incluirá temas sobre valor, poder, conocimientos o identidad exagera-
dos o sobre una relación especial con una deidad o persona famosa. El contenido del delirio puede
incluir temas de persecución si se basan en conceptos como un valor exagerado o un castigo
merecido.
Síntomas psicóticos no congruentes con el estado de ánimo. Ideas delirantes o alucinaciones
cuyo contenido no es coherente con los temas típicos de un ánimo depresivo o maníaco. En
el caso de la depresión los delirios o las alucinaciones no implicarán temas de inadecuación personal,
culpa, enfermedad, muerte, nihilismo o castigo merecido. En el caso de la manía, los delirios
o las alucinaciones no entrañarán temas de valor, poder, conocimientos o identidad exagerados
o de relaciones especiales con una deidad o un personaje famoso. Son ejemplos de síntomas
psicóticos no congruentes con el estado de ánimo los delirios de persecución (sin contenido autodespectivo
o de grandeza), la inserción del pensamiento, la difusión del pensamiento y las ideas
delirantes de ser controlado, cuyo contenido no guarda relación aparente con ninguno de los temas
anteriormente enumerados.
Tic. Movimiento motor o vocalización involuntarios, súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos
y estereotipados.
Transexualismo. Importante disforia por la identidad sexual asociada a un deseo persistente
de hacerse con las características físicas y los papeles sociales que connotan el otro sexo biológico.

En Editorial Masson.

1 comentario:

Osmar dijo...

Gracias man! Este post me ayudó muchísimo con mi tarea.