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Paz y Ciencia

viernes, 8 de octubre de 2010

Psicoterapia

Una mente que ha sido estirada con nuevas ideas nunca podrá recobrar su forma original. Albert Einstein
 Las personas cambian, la personalidad de cualquier sujeto está en permanente cambio. Incluso los trastornos de personalidad son tratables y curables. Se pueden aliviar ciertos síntomas y cambiar ciertas pautas de comportamiento, relaciones con el self, con el mundo y con los demás. Se puede construir la realidad de otra manera y pasar al "principio de realidad", expresión que a Winnicott le enojaba.
Cada persona tiene su propia realidad, es lo llamado realidad psíquica, vive según su subjetividad en una red intersubjetiva, conectado con los otros. El espacio que les une es un puente de comunicación y expresión de emociones que va tejiendo la red social de soporte del individuo. Por eso es importante cómo sea el sujeto, porque sus actos son predicados de sí mismo como sujeto e indican de él sus actitudes y sentimientos.
Las personas pueden cambiar. Estoy pensando en una persona que arrastra una distimia, con rasgos de personalidad depresiva. Las explicaciones que recibe del psiquiatra biológico es que eso es crónico.
Me parece algo muy arriesgado y fuera de todo régimen terapéutico tachar de crónico un proceso vital, lo primero que se debe hacer en psicoterapia es transmitir esperanza a la persona, porque en gran medida de su esperanza, "Fe" decía Alexander Lowen, es vital para el progreso y la curación del problema. Como dice Einstein, la persona que se nutre de una afectividad y de una elaboración de sus conflictos crece psicológicamente, crece mentalmente según Hugo Bleichmar, esto lleva a un desarrollo emocional que permite curar el problema porque estamos hablando de que el conflicto tiene su corolario en lo emocional, en lo conductual y en lo relacional. Es harina de otro costal la génesis y mantenimiento del problema que puede ser debido a factores ecológicos como gusta decir a los biólogos, lo que Winnicott llama medio ambiente, o mundo externo.
El cambio es posible, las experiencias vitales hacen cambiar, modelan al sujeto, que un adolescente se vaya de casa a estudiar puede ser bueno para su maduración además de su formación académica.
La experiencia en psicoterapia supone un crecimiento que parte de un vínculo emocional entre dos personas que van buscando, explorando y encontrando nuevas formas de aproximarse a la realidad del self, de la realidad externa y de los otros. Esto cambia profundamente los esquemas con los que se ha manejado el sujeto hasta ahora. Para eso se requiere un fuerte rapport, una fuerte conexión entre paciente y terapeuta que trabajarán para elaborar y resignificar cuestiones sentimentales que serán costosas de sacar a la luz, por esto es muy importante la calidad de la relación, porque se necesita confianza, constancia y curiosidad, una tríada fundamental para el desarrollo creativo de una psicoterapia. Una experiencia fascinante que suscita muchas sospechas, escepticismo y dudas porque supone penetrar en terrenos ignotos. 

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