PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 24 de julio de 2012

¿A qué llamamos control?



Posiblemente el lector compartirá conmigo mi reticencia hacia ese término, porque parece muy tosco para explicar los fenómenos de poder y la dominación. Esto se debe, en parte, a que solemos utilizar la palabra para desginar procesos de verificación o vigilancia -control de calidad, control de pasaportes, control de nacimientos-, pero este uso es metonímico: designa una parte del proceso con la palabra que designa el proceso entero. Control es un término seco, antipático, que no tiene las auras gloriosas que tiene la palabra poder, y que al desvanecer las nieblas mágicas permite un estudio más objetivo del fenómeno.
En un sentido muy amplio, control significa un proceso que rige o determina un proceso. En un automóvil el acelerador y el freno controlan la velocidad de giro de las ruedas. Quien tiene el control de algo introuduce las señales (inputs) que van a desencadenar o a modular la actividad (outputs). En sistemas complejos, el equilibrio se mantiene por un sistema de controles recíprocos. El número de conejos controla el número de aves rapaces, y el número de aves rapaces controla el número de conejos. Pero si por alguna razón externa -el exceso de caza, o la mixomatosis- cambia uno de los elementos -en este caso el número de conejos-, el otro elemento queda afectado. La prohibibión, tras la epidemia de las vacas locas, de dejar en el campo el ganado muerto es otra razón que presiona, esta vez sobre los buitres.
El control tiene la misma ambivalencia que el poder. Aplicado a uno mismo es fuente de libertad. Cuando una persona pierde el control, no está siendo dueña de sus actos. Puede caer bajo el dominio de sus pasiones .como decían los moralistas clásicos- o de automatismos fisiológicos, como por ejemplo en una borrachera. La libertad va de la mano con la construcción de los sistemas psicológicos del autocontrol. La lucha por la libertad -psicológica o política- consiste en librarse de controles externos, afianzando los controles propios. Por ello, la psicología evolutiva presta cada vez más atención a la construcción del niño de estos sistemas de autocontrol, que son el fundamento de su libertad.
Pero ahora estamos hablando de poder sobre otro, del poder social, afectivo, político, económico. Quien ejerce poder social quiere controlar la conducta de los subordinados, para que colaboren en las metas señaladas por el controlador. El poder consiste, precisamente, en obtener un objetivo que depende de la acción de otro, bien porque su colaboración sea necesaria, bien porque sea necesaria su inhibición [...]

Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder. Teoría y Práctica de la Dominación". Anagrama, 2010, Barcelona. Pp.: 33-35


http://youtu.be/S0tbEVe7nZI Silvio Rodríguez -Quién Fuera- "Seamos realistas y hagamos lo imposible"

No hay comentarios: