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Paz y Ciencia

sábado, 21 de julio de 2012

Bipolaridad: Naturaleza Humana en Profundidad




Una visión de conjunto de los vínculos bipolares.
El paciente bipolar da la impresión de poseer una gran capacidad para relacionarse e interactuar con facilidad, especialmente cuando está en una fase hipomaníaca. Saluda a todo el mundo, establece contactos de una manera rápida, a todos los siente y los trata como amigos; pero se trata de vínculos superficiales pues no solo carecen de profundidad sino también de compromiso.
La mayoría de sus relaciones están basadas en un intercambio social muy estereotipado. Una sonrisa aquí, un saludo allá, un chiste más adelante una charla rápida, ingeniosa pero insgnificante, donde realmente no se abre el encuentro ni al diálogo.
Por otra parte, la persona bipolar no toma en cuenta al otro como persona sino como un espectador de su exhibición, cosa que no hace por maltratar al partenaire sino por una falta de capacidad de entrega y autenticidad. Sus sentimientos más profundos y sinceros están presentes, por lo general, solo en una o dos relaciones, con las cuales establece una fuerte dependencia.
Esta actitud lo conduce, lógicamente, al desengaño y a la decepción, ya que nadie puede darle lo que su exagerada demanda pretende. Se inicia, entonces, un círculo en el cual pasa del desengaño a sentirse rechazado y abandonado, del descenso de la estima a la caída en la aflicción o la negación maníaca.
Todo este cuadro hace que los vínculos afectivos con personas bipolares sean realmente muy difíciles y que en la historia de estos pacientes encontremos muchas experiencias de parejas rotas, amores fracasados, amigos perdidos, familia alejada, soledad, turbulencia e insatisfacción.
Como el bipolar es impredecible, poco constante e inestable, con él nunca se sabe muy bien qué va a pasar mañana; por lo tanto, para el otro esto representa una situación difícil de sobrellevar y muy cargada de incertidumbre. El resultado es que en su alma se generan sentimientos encontrados y mucha incertidumbre. Por mi parte, suelo escuchar con frecuencia: "Mi pareja es un bipolar, ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo no sufrir tanto en esta relación?". El final es generalmente anunciado: o la persona no puede soportar más un vínculo así y lo rompe, o bien, el bipolar corta la relación antes de que lo "abandonen".
La gran necesidad de ser amados que tienen los bipolares los conduce a continuar la búsqueda de una pareja una y otra vez, y a repetir sus frustraciones afectivas también una y otra vez.
Pero el secreto de la superación de su padecer reside en que puedan detenerse y aprender que deben transformar su dependencia, su desvalorización y su necesidad receptiva de ser amados en una actitud donde importe más el amar, el dar y el entregarse. Cuando lo logran son, entonces, seres sensibles y generosos en sus afectos y comprometidos en una sana relación de amor.



Cuatro Rasgos a tener en cuenta.
Hay cuatro cuestiones en los vínculos bipolares que quiero tratar por separado y que son: la evitación de situaciones dolorosas, la repetición de los ciclos, la falta de continuidad histórica y la carencia de asertividad.

- La Evitación del Dolor: A la persona bipolar le resulta oneroso enfrentar de modo directo las situaciones adversas, determinantes y/o dolorosas. Prefiere evitarlas y dejar para más adelante (lo que significa, generalmente, nunca) el confrontar y decidir. En cierta medida, la evitación funciona como una negación que le impide aprender de la experiencia y no dejar asuntos pendientes o cuestiones por aclarar.
Tener una conversación para despejar un enredo o para finalizar una relación es, para el bipolar, un escenario difícil de encarar. Esto hace que, en ocasiones frecuentes, desaparezca y no de ninguna explicación ni participe del ritual de despedida o de cierre de un vínculo. Por eso la vida del bipolar está lleno de planes aplazados e historias jamás acabadas.
- La Repetición de Ciclos: Para el bipolar nada sucede por primera vez. Sus relaciones parecen cortadas con la misma tijera: se inician, se desarrollan y mueren de idéntico modo, como si estuvieran atadas a ciclos idénticos que se repiten de un modo irremediable, como si estuvieran gobernadas por un guión inconsciente de aplicación inexorable.
El descubrimiento de los procesos y motivos de la razón de estos ciclos le da al paciente la capacidad para evitar la reiteración de experiencias de tensión y riesgo, previniendo de este modo mayores complicaciones en sus futuros encuentros afectivos. Al mismo tiempo, el insight le facilita la comprensión de hechos similares del pasado y así puede hilvanar un poco más su biografía, que vive, en general, como algo fragmentado, turbulento, ininteligible y complicado.
- Falta de continuidad histórica: El sentido de "continuidad" es algo que está roto en la identidad bipolar y esto se traslada a todos los vínculos de su vida. De algún modo pareciera como si en cada oportunidad estuviese empezando de nuevo, como si no pudiera establecer cierto margen de quietud y serenidad para disfrutar de sus afectos.
Este "empezar de nuevo" impide acumular experiencias, seuridad, propósitos, proyectos y acuerdos en una relación. Con el bipolar, es como si hubiera que estar "recontratando" a cada instante la relación (de la índole que sea: de pareja, de trabajo, etc.), con el consiguiente desgaste psicofísico que esto conlleva para los que lo rodean y conviven con él.
- Falta de asertividad: Al bipolar le faltan cualidades asertivas en sus relaciones, hecho que entorpece la posibilidad de tener vínculos estables y con proyecto.
Comparativa -Personalidad Asertiva- -Personalidad Bipolar-
Se muestra tal como es-Se esconde y encubre.
Se comunica con cualquier persona de una manera franca, abierta, honesta, de un modo adecuado y directo-Tiene muchas dificultades para poder establecer una buena comunicación.
Es activa, busca conseguir lo que desea. Le sucede a las cosas.- Se deja invadir por la pasividad o la actividad sin finalidad. Las cosas le suceden.
Actúa de un modo transparente, digno, confiable y autónomo.- Es dependiente, enmarañada, confusa e impulsiva.
No se deja enredar en las emociones de otros.-Se deja tragar por los problemas ajenos.




¿Qué hacer con los vínculos?
Queda claro que los vínculos sanos son una terapia. Trabajar con el paciente bipolar sobre sus relaciones tanto pasadas como actuales, imaginarias como reales, internas como externas, constituye un procedimiento oportuno y eficaz para incluir en el dispositivo destinado a su cura. La idea no es empujar al paciente a interactuar, sino facilitarle el camino y apoyarlo en todos sus intentos -aun los inadecuados- para que por su propia experiencia aprenda y domine el arte de convivir y la reciprocidad sin dependencia.
En esta dirección, una buena parte de las acciones terapéuticas está destinada a colaborar con el paciente a cerrar historias afectivas pendientes, imposibles, imperfectas y dolorosas y a sostener la apertura de otras nuevas; a alentarlo a comprender que siempre, en toda relación, hay tensión, conflicto y una oscilación entre la vida concreta y las ilusiones que sobre ella nos forjamos, que siempre hay tirantez entre vivir nuestros amores y negarnos a ello, entre el deseo de intimidad y el de soledad, entre el apego y el desapego. Y en la medida en que el paciente va haciendo carne esta realidad, va adquieriendo un grado creciente de madurez, equilibrio y armonía.


http://youtu.be/OrkcXL94zDw Ryuichy Sakamoto -Aqua-

Eduardo H. Grecco: "Despertar el Don Bipolar. Un camino hacia la curación de la inestabilidad emocional". Kaírós. 2011, Barcelona. Pp.: 128-132

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En las ralaciones laborales, cada dia es un ir y al DIA siguiente un regresar, nunca sabes si avanzas o regresas, creo que los actos de dirección son muy complejos para la persona que padece el síndrome bipolar

Rosanna Salazar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.