PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 12 de octubre de 2010

Principios de creatividad

Tengo la impresión de que el concepto de creatividad y el de persona sana, autorrealizadora y plenamente humana están cada vez más cerca el uno del otro y quizá resulten ser lo mismo.
Otra conclusión por la que me inclino, aunque no esté bastante seguro de mis datos, es que la educación artística creativa, o mejor dicho, la Educación a través del Arte, puede ser especialmente importante no tanto para producir artistas u objetos de arte, sino más bien para obtener personas mejores. Si tenemos claras las metas educativas para los seres humanos, que más adelante indicaré, si confiamos en que nuestros hijos llegarán a ser plenamente humanos y avanzarán hacia la actualización de sus potencialidades, entonces la única clase de educación que hoy existe y tiene una ligera noción de tales objetivos es, a mi entender, la educación artística. Pienso, pues, en la educación a través del arte no porque produzca obras de arte, sino porque veo la posibilidad de que, entendida con claridad, pueda convertirse en el paradigma para toda otra educación. Es decir, si en lugar de concebirla como un adorno, como la asignatura prescindible que ahora es, la tomamos con la seriedad y dedicación suficientes, transformándola en lo que algunos sospechamos que pueda ser, entonces tal vez un día enseñemos aritmética, lectura y escritura según este paradigma. Por lo que a mí respecta, me refiero a toda educación. Si me interesa la educación a través del arte es simplemente porque parece ser una buena educación en potencia.
Otra razón de mi interés por la educación artística, la creatividad, salud psicológica, etc., es mi profundo sentimiento de un cambio de ritmo en la historia. En mi opinión, el momento histórico actual no se asemeja a ningún otro. La vida transcurre con mucha mayor rapidez que antes. Pensemos, por ejemplo, en la enorme aceleración del ritmo de crecimiento de hechos, conocimientos, técnicas, invenciones y avances tecnológicos. Me parece evidente que esto requiere un cambio de actitud hacia el ser humano y su relación con el mundo. Dicho hacia el ser humano y su relación con el mundo. Dicho lisa y llanamente, necesitamos una clase diferente de ser humano. Creo que hoy debo tomar mucho más en serio que hace veinte años, la idea de Heráclito, de Bergson y de Whitehead del mundo como flujo, movimiento y proceso, y no como algo estático. Si es así, y ahora lo es, evidentemente, mucho más que en 1900 o incluso que en 1930, entonces necesitamos un tipo diferente de ser humano para poder vivir en un mundo en perpetuo cambio, nunca en reposo. Llegaría el punto de preguntar al quehacer educativo: ¿Qué sentido tiene enseñar técnicas, si en seguida caen en desuso? Incluso las facultades de ingeniería han tenido que darse cuenta de esto...
Os habréis dado cuenta de que enfatizo más la improvisación y la inspiración que el enfoque de la creatividad desde la perspectiva de la obra de arte acabada, de la gran obra creativa. De hecho, ni siquiera pienso hoy enfocarla desde el punto de vista de los productos acabados. ¿Por qué? Porque ahora sabemos, gracias al análisis psicológico del proceso de la creatividad y del individuo creativo, que hay que distinguir entre creatividad primaria y creatividad secundaria. La creatividad primaria, o fase de inspiración de la creatividad, debe separarse del proceso de elaboración y de desarrollo de la creatividad, sino que también se basa, en gran parte, en el simple trabajo arduo, en la disciplina del artista que puede dedicar media vida a aprender sus recursos, sus medios y sus materiales, hasta estar listo para la plena expresión de lo que ve. Estoy seguro de que muchísimas personas se han despertado en plena noche con una inspiración repentina sobre una novela que les gustaría escribir, una obra de teatro, un poema o cualquier otra cosa, y que tales inspiraciones casi nunca se materializan. Las inspiraciones abundan. La diferencia entre la inspiración  y el producto acabado como, por ejemplo, Guerra y Paz de Tolstoi, reside en una enorme dosis de trabajo, disciplina, preparación, ejercicios de digitación, prácticas y ensayos, en desechar primeros borradores, etc. Las virtudes que acompañan la creatividad secundaria, la que tiene por resultado los productos reales, los grandes cuadros, las grandes novelas, los puentes, los nuevos inventos, etc., se apoyan tanto en otras virtudes -obstinación, paciencia y laboriosidad, etc.- como en la creatividad de la personalidad.

Abraham M. Maslow. "La personalidad creadora". Kairós. págs. 83-86
La foto es la de la gran dama del arte, recientemente fallecida. Louise Bourgeois. Quien dijo que "creatividad es una garantía de salud", su obra es Fillete, un pene al que se abraza sonriendo y desafiante, lo captura Robert Mapplethorpe.

No hay comentarios: