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Paz y Ciencia

sábado, 2 de octubre de 2010

Conciencias en expansión

La vida de cada cual puede seguir distintos caminos, cierto es que hay ciertas tendencias, hábitos cognitivos aprendidos así como conductuales, incluso hay tendencias actitudinales y sentimentales que hacen que el sujeto sea menos plástico. La riqueza psíquica es la capacidad para ser creativos para moldear nuestra psique de forma que podamos vivir una vida rica y plena.
Cambiar nuestros hábitos, construir nuevas maneras de ver la realidad, cambiar nuestras creencias patógenas, todo ello remite a un cambio esencial en las facetas de la persona que puede ayudar a vivir de una forma más viva.
Creo que hay que llegar a aceptar la realidad externa así como la interna, entender quiénes somos y qué queremos hacer, un proyecto existencial que puede encontrar trabas, tanto internas como externas.
A veces las experiencias trágicas o traumáticas pueden troquelar un psiquismo de forma que el sufrimiento quede amoratado y enquistado sin salida. En esos casos creo que es conveniente unirse a un grupo para desarrollar la resiliencia. La persona resiliente es aquella que es capaz de superar las adversidades. En la vida nos encontramos con personas que han sufrido mucho y que no tienen problemas aparentes sin embargo también nos encontramos con otras que habiendo sufrido tienen graves conflictos. Cada persona responde de una manera distinta frente a los estímulos. Somos sujetos singulares que sentimos de manera diferente, que hemos aprendido a querer, a vincularnos, a relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo de un modo particular. Hemos recibido unos cuidados y unos cariños singulares y hemos sido frustrados de manera diferente. Esto hace que cada persona sea absolutamente distinta.
Winnicott decía: "En verdad que pobres somos si sólo estamos cuerdos". Desde luego que la locura puede ayudar a expandir la perspectiva de la vida. Aquellos que han tenido un brote como la Princesa Inca (de Radio Nikosia, véase su blog) desarrolla una sensibilidad especial. Esto es hermoso. La vida puede ser vivida de muchas maneras y no hay una forma "normalizada" ni estándar, creo que las recetas clásicas del coche bonito y la casa con el jardín y la piscina, sin ser criticables no tienen porque ser un ideal para el sujeto. Cada cual tiene su circunstancia como decía Ortega y Gasset.

Esta asociación me hace que les añada algo sobre la filosofía de este gran filósofo y ensayista:
El objetivo de la Filosofía es encontrar el Ser Fundamental del mundo. Este "Ser Fundamental" es radicalmente distinto a cualquier ser contingente o intramundano; y también es diferente a "lo dado" (expresión con la que Ortega se refería a los contenidos de nuestra conciencia = "lo dado" en nuestra conciencia). Todo contenido de conciencia es, por definición, fragmentario, y no sirve para ofrecer el sentido del mundo y de la existencia. Este sentido sólo se encuentra en el "Ser Fundamental" o "El Todo". La Filosofía es el saber que se encarga de aproximarnos a esta cuestión.
"Filosofía " en Ortega se encuentra unida a la palabra «circunstancia», que Ortega hace famosa en su expresión: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». (Meditaciones del Quijote, 1914).1 Mantiene los principios esenciales de su perspectivismo en periodos posteriores de su pensamiento.
A partir de El tema de nuestro tiempo desarrolla el «raciovitalismo», teoría que funda el conocimiento en la vida humana como la realidad radical, uno de cuyos componentes esenciales es la propia razón.
Para Ortega, la vida humana es la realidad radical, es decir, aquella en la que aparece y surge toda otra realidad, incluyendo cualquier sistema filosófico, real o posible. Para cada ser humano la vida toma una forma concreta.
Denomina «razón vital» a un nuevo tipo de razón —en rigor, el más antiguo y primario—, y «raciovitalismo» al modo de pensar que se apoya en su nuevo concepto de razón. La razón vital es una razón que se va realizando constantemente en la vida a la cual es inherente.
[editar]El perspectivismo
El perspectivismo o «doctrina del punto de vista» es una doctrina filosófica que sostiene que toda percepción e ideación es subjetiva. El individuo mira desde un punto de vista concreto, en una dirección propia.
Para Ortega, la perspectiva es la forma que adopta la realidad para el individuo. Esto no le hace caer en el subjetivismo, pues para él cada sujeto tiene su propia forma de acceder a la realidad, su propia parte de verdad, que puede ser incluso contradictoria con la de los demás.
La verdad absoluta, omnímoda, puede ser la suma de las perspectivas individuales o de éstas más una parte fuera de la perspectiva (no vista), que, por eso mismo, son verdaderas parcialmente. Esta verdad absoluta residiría en lo que llamamos Dios.
[editar]Razón vital
La razón vital es la razón que plantea Ortega, en sustitución de la razón pura cartesiana de la tradición filosófica. Esta razón integra todas las exigencias de la vida, nos enseña la primacía de esta y sus categorías fundamentales. No prescinde de las peculiaridades de cada cultura o sujeto, sino que hace compatible la racionalidad con la vida.
La razón vital es el principio clave del raciovitalismo.
[editar]Yo y mi circunstancia
Con la frase «Yo soy yo y mi circunstancia», Ortega insiste en lo que está en torno al hombre, todo lo que le rodea, no sólo lo inmediato, sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual. El hombre, según Ortega, es el problema de la vida, y entiende por vida algo concreto, incomparable, único: «la vida es lo individual»; es decir, yo en el mundo; y ese mundo no es propiamente una cosa o una suma de ellas, sino un escenario, porque la vida es tragedia o drama, algo que el hombre hace y le pasa con las cosas. Vivir es tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. En otros términos, la realidad circundante «forma la otra mitad de mi persona». Y la reimpresión de lo circundante es el destino radical y concreto de la persona humana.
El hombre es un ser que se encuentra inmerso, sumergido en una circunstancia (o naturaleza), la cual le presenta distintas concepciones de su estado físico y mental. Por tanto deja al hombre la misión de satisfacerlas. En el cumplimiento de tal tarea, agrega Ortega, es que el hombre crea la técnica, que, según este autor, podemos definir como «la reforma que el hombre impone a la naturaleza en vista de la satisfacción de sus necesidades». Ortega y Gasset definía al hombre como un «ser compuesto de realidades circunstanciales creadas por la opacidad en la forma de pensar y en el sedentarismo como fuente inspiradora de las culturas neopensantes incapaces de olvidar la tirantez que usurpa el conjunto de la sabiduría».

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