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Paz y Ciencia

viernes, 22 de octubre de 2010

Melancolía y sus aproximaciones


La persona melancólica ha sido muy bien estudiada por el psicoanálisis, en concreto por Karl Abraham quien tenía fama de ser un analista muy bueno y figuras de primera línea como Melanie Klein se analizaron con él. Quiso aunar la psiquiatría y el psicoanálisis, él enriqueció las fases libidinales de Freud.
Sin embargo, a la luz de este autor queda mucho por recorrer para entender la melancolía, es cierto que hay agresividad, también que aparece la culpa, el autodesprecio, el que estas personas se forjan un mundo del que es difícil de salir. Sin embargo se ha demostrado que los fármacos más eficaces son los clásicos y que la línea de trabajo con estos pacientes es la psicoterapia psicoanalítica, la terapia conductual también tiene contribuciones interesantes y la cognitiva de Beck y Ellis han sido pioneras durante muchos años.
El psicoanálisis es una red, una amalgama donde hay coincidencias y disensiones, donde hay pasos adelante y rectificaciones,el trabajo de Freud es un ejemplo. Los autores van evolucionando a lo largo del tiempo, con ello su teoría y su praxis.
Lo que si es cierto es que el dar paso a la subjetividad del paciente fue un gran avance científico, y así lo han ratificado científicos de la ciencia como Habermas.
En España hay poca cultura psicoanalítica, en Zaragoza las librerías están copadas de libros de autoayuda y los pacientes vienen despistados a la consulta, hasta los médicos tienen un feroz y a veces vehemente escepticismo con respecto al psicoanálisis.
Yo soy partidario de un psicoanálisis moderno, que integre otras disciplinas pero con unos esquemas firmes, el dogmatismo quizá haya hecho crecer a las escuelas pero ha hecho perder coherencia y riqueza.

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