Salud mental perinatal: International Marcé Society en Swanseaby Ibone Olza |
La semana pasada he estado en Swansea, Gales, asistiendo alcongreso bianual de la Sociedad Marcé Internacional, dedicada a la investigación y promoción de la salud mental perinatal. La sede del congreso era el campus de la Universidad de Swansea, un lugar privilegiado con una playa preciosa enfrente.
Desde el punto de vista científico el resumen del congreso es sencillo (el programa lo he subido aquí): cada vez es mayor la evidencia de que los trastornos mentales tanto en el embarazo como en el puerperio son bastante frecuentes, generan un enorme sufrimiento y dañan y alteran considerablemente el desarrollo de los bebés. Montañas de estudios lo confirman una y otra vez: ahora se está viendo como la ansiedad materna en embarazo altera la expresión de algunos genes en el feto, o como la depresión posparto a su vez favorece las depresiones infantiles. En este congreso se ha vuelto a hablar mucho de como detectar los trastornos a tiempo, de como tratarlos y especialmente de que hacer en los países empobrecidos. Y como novedad, cada vez se habla más de la salud mental de los padres.
Personalmente me sigue llamando la atención la constante fragmentación del conocimiento. En estos congresos de salud mental perinatal casi no se suele nombrar el parto: parece que no influyera para nada, ni la lactancia. Por otra parte, en los congresos sobre atención al parto casi no se menciona la salud mental de las madres en el embarazo y puerperio, como si sólo importara el parto y que el bebé "salga bien".
Y luego están los estudios, algunos muy interesantes pero que también me generan mucha ambivalencia. Sin ir más lejos, Stephen Suomi, Jefe del Laboratorio de Etología Comparada del NICHD estadounidense dió una charla fascinante sobre las conductas maternales de los monos rhesus y las investigaciones que llevan a cabo en su laboratorio. Al mismo tiempo, ver que siguen experimentando, separando a monitos de sus madres y criándolos sin madre para ver las secuelas que esta ausencia de madre les deja luego en la conducta...Me parece descorazonador, ¿realmente es necesario seguir haciendo este tipo de experimentos? Los monitos criados sin sus madres tienen una mirada tan triste que nos cuestiona a todos, pienso yo.
Para mi sorpresa las cosas están cambiando y cada vez son más frecuentes las conferencias en las que los investigadores comparten sin reservas sus motivaciones personales. El rector de la Universidad de Gales abrió el congreso dando la bienvenida, contando su historia personal con la depresión desde los 18 años y como era consciente ahora de la profunda relación que en su caso había entre sus depresiones y el estado anímico de su madre durante su embarazo.
La profesora Louise Howard también en su conferencia (Marce Medal, ‘What is evidence based perinatal mental health care and is it achievable? A personal perspective’) compartió su historia: dos depresiones posparto. En ambos casos tardó bastante en darse cuenta de lo que le pasaba y eso que para entonces ella ya era una experta psiquiatra.
Joe y Christopher Bingley
http://www. joebingleymemorialfoundation. org.uk/
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La charla que más me conmovió la dió este padre: Christopher Bingley. Su mujer se llamaba Joanne (Joe) y llevaba media vida trabajando como enfermera especialista en salud mental en el sistema público británico, el NHS. Después de varios abortos de repetición intentaron la adopción: les dijeron que sería dificil que lo lograran por su obesidad. Finalmente, cuando menos lo esperaban, Joe quedó embarazada. Dió a luz a su hija Emily en febrero del 2010. Poco después comenzaron las dificultades con la lactancia, la bebé lloraba y pensaban que Joe no tenía suficiente leche. Ingresaron en el hospital y para resolverlo los profesionales le aconsejaron que se extrajera leche con un extractor doble (un sacaleches eléctrico) cada poco para aumentar la producción. (Sólo de pensarlo me dan escalofríos). Al verle tan agobiada su marido le sugirió que dejara la lactancia y pasaran a la alimentación con leche artificial y así lo hizo. Poco después la depresión de Joe empeoró considerablemente: se sentía muy culpable de no haber podido amamantar a su niña. Su estado se fue deteriorando poco a poco, pero ninguno de los profesionales que le atendió en el sistema público de salud percibió la gravedad. Le diagnosticaron una depresión posparto y le recetaron medicación. El 27 de abril cuando le visitaron a domicilio Joe pidió que le ingresaran, pero no lo logró. Tres días después se suicidó tirándose a las vías del tren: su hija apenas tenía diez semanas.
Chris Bingley habló de sus sentimientos de culpa, de su dolor, de su shock inicial, de su tristeza...y también de su enfado al comprobar en cuantos puntos el sistema le había fallado a su esposa, en cuantas ocasiones en esas diez semanas las cosas no se habían hecho como decían los protocolos de salud mental, en cuantas maneras aquel suicidio se podría haber evitado. Ha creado una fundación en memoria de Joe Bingley y ahora es un activista de la salud mental perinatal. Su mensaje para los profesionales e investigadores alli presentes no podía ser más elocuente: "Por favor, tenednos en cuenta a los padres. Habladnos de las señales de alarma, informadnos de lo que son las depresiones posparto, explicadnos como ayudar a nuestras mujeres, haced que las cosas funcionen".
En nuestro país por desgracia todavía estamos a años luz del sistema público británico en lo que a salud mental perinatal se refiere, ¿cuantas Joes tendrán que fallecer para que se implanten programas de prevención, detección y tratamiento adecuados? Ojalá no fuera ninguna, pero me temo que no será así. Ni siquiera tenemos una sola unidad de hospitalización psiquiátrica madre-bebé en todo el país...Desde la Sociedad Marcé española un cada vez mayor grupo de profesionales estamos intentando que las cosas cambien: el trabajo que tenemos por delante es enorme, pero también imprescindible.
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