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Paz y Ciencia

lunes, 26 de octubre de 2009

Piera Aulagnier: Luis Hornstein y Rodrigo Córdoba

http://www.rafaelcastellano.com.ar/wordpress/?p=232
PIERA AULAGNIER Y EL CONTRATO NARCISISTA- Una charla de Luis Hornstein
May 10th, 2007 by Rafael
El 31 de Agosto de 2002, en el marco de las “Jornadas Piera Aulagnier”, Luis Hornstein ofreció una charla que me parece muy pedagógica para todos aquellos interesados por la relación individuo-sociedad desde el punto de vista psicológico. En los próximos dos o tres posts intentaré resumir partes de la misma.

Piera Aulagnier reinterrogó los fundamentos del psicoanálisis recuperando problemáticas descuidadas (el conflicto, la historia, lo corporal, la problemática identificatoria, y la realidad), replanteando la dimensión individuo-sociedad, el contrato narcisista, y el sujeto histórico-social.

Había en el psicoanálisis un desencanto con la historia, el pensamiento, la práxis lúcida. Aulagnier piensa una subjetividad instituyente y recupera para el psicoanálisis una teoría del pensamiento y de un yo, no solo identificado, sino también identificante. Piensa una subjetividad no solipsista. No opone realidad a fantasía, sino que establece relaciones entre ambas y las interpretaciones que produce el yo, que -como todo historiador- quiere dilucidar causas y efectos. El advenimiento de la subjetividad y el vivenciar actual de un sujeto no pueden ser pensados bajo una modalidad solipsista. El yo no puede devenir más que dando a su pasado y a su porvenir un sentido, eligiendo un proyecto identificatorio y una interpretación de su historia, reelaborada sin cesar. Individuo-sociedad es una relación crucial, no marginal, sino fundante.

Lo histórico social se instaura mediante discursos y prácticas. Esos discursos transmiten anhelos, ideales y prohibiciones.
Piera Aulagnier diferencia tres espacios de investimiento:1) El espacio familiar. 2) El segundo es -para el niño- el medio escolar; para el joven, la relación con amigos; para el adulto, los amigos y el medio profesional. 3) Lo social; espacio con el que se comparten intereses, esperanzas y proyectos. Estos espacios diversificados permiten considerar las relaciones entre lo intrapsíquico, lo intersubjetivo, y lo transubjetivo, como espacio que va mas allá de la relación yo-otro, o yo-pequeños otros.

La ruptura del contrato narcisista afecta soportes identificatorios ante la imposibilidad de incorporar ciertos enunciados identificatorios provenientes de la realidad social. Una trama social que no reconoce al sujeto fisura el contrato narcisista. Apuntalándose en lo social, el sujeto se apropia de una serie de enunciados que su voz repite haciendo verosímiles las previsiones acerca del futuro. El grupo provee esa investidura narcisista a la cual responderá el niño quien así obtiene una certeza sobre el origen y el acceso a la historicidad. El contrato narcisista ofrece un entramado que sirve de soporte al yo y su ideal. El contrato articula repetición y diferencia, sujeción/condicionamiento y libertad.

Es necesario salir de la repetición canónica de los tres tipos de identificación ( primaria,histérica y melancólica) y desplegar la diversidad de cada historia en la cual, los discursos y deseos provistos por los padres, son una proyección subjetivizante y no solo alienante. Identidad y diferencia, deseo y prohibición, yo y alteridad, corrientes pulsionales y destinos identificatorios, constituyen la subjetividad.

El yo no solo está condenado a investir, sino también a interpretar y a historizar.

Los elementos que Aulagnier pone en juego para analizar la compleja relación entre verdad-material y verdad; y verdad histórico-vivencial y realidad psíquica, son el “contrato narcisista”, la “violencia simbólica”, y la “realidad psíquica”. Quienes la criticaron declamaron que la realidad psíquica es autónoma, o que la psique no es más que la inscripción de la realidad externa. Negaron la capacidad fantasmática. Castoriadis escribió:” Que curioso que los psicoanalistas tengamos tanta dificultad en pensar la creación cuando ya la vivencia de satisfacción es creación fantasmática”.

PIERA AULAGNIER Y EL CONTRATO NARCISISTA- Una charla de Luis Hornstein II
May 10th, 2007 by Rafael
Continúo con el resumen.

Piera Aulagnier dice que la libido narcisista es también libido identificatoria.Lo que se pregunta con el contrato narcisista es ¿cómo es la historia identificatoria mas allá de los objetos primordiales? ¿cómo continúa con otros investidos?

Los conceptos que Aulagnier maneja son: proyecto identificatorio,enunciados identificatorios, identificante e identificado,principio de permanencia y cambio, conflicto identificatorio, libido identificatoria. Pero el eje privilegiado es “trayecto identificatorio”.

Piera Aulagnier piensa al yo como efecto de la apropiación de representaciones identificatorias que sobre él formularon los objetos investidos. Distingue un núcleo estable del yo (simbólico), y las figuras sucesivas de su proyecto identificatorio. El yo no es innato. Las imágenes que construye de sí mismo tienen siempre como referencia su propia imágen, pero también las que le brindan los otros. El yo articula esas dos referencias. El niño nace entre otros significativos. De ellos recibe enunciados e imágenes que devienen identificaciones. Múltiples identificaciones. En el campo de los deseos y el discurso parental, habrá rasgos yoicos narcizisados, otros rechazados, y otros indiferentes. Las imágenes que “devuelve” el otro acerca de quien es yo, contribuyen a hacer menos angustiante la interrogación. Pero la duda está siempre presente y las certidumbres acarrean el riesgo de cierta parálisis de movilidad identificatoria. Cada vez más los enunciados que se refieren al yo no dependen del discurso del otro, sino del “discurso del conjunto”.

El trayecto identificatorio nunca concluye, pero sí va marcando hitos, construyendo “reparos” que permiten que esa trayectoria no sea fuente de desorganizantes angustias. Al principio el yo es el eco del discurso materno. El ideal del yo, que comenzó respondiendo al deseo materno, avanza en su construcción identificatoria invistiendo a otros significativos que sustiyuyeron a las figuras parentales, porque las propuestas del discurso social devinieron enunciados identificantes. Es decir, el sujeto actuó como lo que es: un sistema abierto.

Aulagnier (junto con Winnicott) teoriza acerca del futuro. No se puede pensar solo la relación pasado-presente, sino también la relación presente-futuro. ¿Qué efecto desorganizante de la subjetividad tiene la ausencia de proyectos? El futuro no está solo sostenido por el microambiente familiar sino también por la sociedad y sus ideales compartidos. De eso se trata el “contrato narcisista”.

La historización materna inviste al niño en su actualidad y en su devenir. Mediante la violencia primaria le impone al niño una elección, un pensamiento, o una acción motivadas en el deseo del que lo impone, con el riesgo (si esa violencia es excesiva) de despojar al niño de todo pensamiento autónomo. Al investir el futuro, la madre realiza una segunda anticipación que también es retomada y enunciada por el niño.

“Contrato narcisista” es la propuesta que Aulagnier tiene para pensar que efectos se producen desde el medio cultural como anticipador, aceptador, prohibidor. En el psicoanálisis estuvo de moda la idea de que hay que “desidentificar”. Hoy es necesario -también- “identificar”. Vemos pacientes traumatizados por una desidentificación y deshistorización permanente. Ese señor de 40 años sobre el que, de repente,la mirada social ha cambiado, ha cambiado su propia mirada; ha cambiado la mirada de los objetos más próximos por una decisión que alguien tomó en una oficina de su corporación, en no se sabe qué ciudad del mundo.

Rodrigo Córdoba Sanz
La expresión clave que quiero transmitir de Piera es el enunciado identificatorio, tiene íntima conexión con la violencia secundaria, el yo se inviste de catexias que provienen de la madre y se va formando la estructura que puede representar, si no se deja representar la realidad porque existe un corte en la forma de verse representado el mundo por el infans, luego adulto surgen las psicosis. En libros posteriores a "La Violencia en la Interpretación" se trata de casos clínicos donde se puede ver el juego de identificaciones proyectivas que se da entre madre e hijo, la verdad es que la madre puede pensar que X no quiere ir a la escuela y X pensar que su madre no vaya a la escuela. Los enunciados identificatorios van forjando la identidad del sujeto que se ve representado a través de los ojos de la madre, que diría Winnicott siguiendo a Lacan en el Estadío del Espejo. Para Piera dicho Estadío empieza en los primeros momentos, donde los rudimentos del yo forman lo originario que dará paso al proceso primario y al secundario. Un enunciado identificatorio puede enloquecer en el caso de las psicosis, ante una psicosis latente el que una persona, no necesariamente la madre, diga algo sobre un atributo o característica general del sujeto que está en contra de la representación de sí mismo es alienante. Se trata de recoger el ideal del otro como propio quedando desidealizado, investido por un disfraz deformante del yo. Esto es lo alienante. La violencia secundaria.
Enunciados que moldean la identidad y que si se excede en la violencia, acudiendo más allá de donde el sujeto puede tolerar por la distancia con su ideal, en este caso llega la crisis psicótica.

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