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Paz y Ciencia

sábado, 20 de agosto de 2016

Crisis interna de la pareja

Schopenhauer decía que el amor del adolescente tenía el significado de la búsqueda subconsciente del genio de la especie. El ansia de amar del adolescente es, efectivamente, el primer ensayo de búsqueda de objeto por fuera de un contexto limitado, y con caracteres ya de precoz madurez.

Se sabe, en efecto, que las bases de la pareja se fundamentan en bases falsas, cuando ha sido capaz de separar el fracaso -un fracaso oculto muchas veces, exteriorizable otras- en una mayoría de los casos. Observaciones superficiales apoyan esta afirmación. Cualquier observador medianamente objetivo puede constatar este hecho: el contraste de la pareja antes y después del matrimonio, así como después del nacimiento de hijo(s).
Hasta el momento, el matrimonio se mantenía hasta ahora, por la conformidad al orden establecido que la perpetuación de la relación de pareja lleva consigo, no importa a qué precio.
La convivencia forzada conlleva un tremendo dispendio energético, que fuerza a casa cual a la adopción de formas aberrantes, psicológicamente, psicológicamente improductivas. Sólo en nuestros días se ha llamado la atención sobre, lo que llama Castilla del Pino: destrucción: el fracaso íntimo de la relación interpersonal que se suscita en ese microgrupo que es la pareja, si se considera insubsanable por respeto o temor a la norma social, priva a cada uno de la gratificación más íntimo en el aspecto eroticoafectivo.
Existe -a través de la coacción social que externa e internamente se le impone- por fuera de la institución.
La consecuencia de ello es el hastío, el aburrimiento más profundo, la resignación en cualquiera de sus formas (...)
Esta situación alienante de manera de diferente forma, siempre y cuando lo jurídico facilite lo que voy a decir a continuación: el hombre se (des)centra en su trabajo y otras tareas, la mujer cuida de sus hijos y de las funciones impuestas.
El carácter social elemental de esta relación mujer-hombre le aproxima mucho más a un tipo de comunicación psicológica (individual) que a lo social propiamente dicha.
La amistad puede estar basada en meras condiciones sociales.
La relación es amorosa, significa que cada cual busca en el otro un peculiar tipo de gratificación, surgido como necesidad íntima, individual, creada a expensas, creado a expensas de los complicados dinamismos que a lo largo de la sociobiografía de la persona hab tenido lugar.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo Zaragoza

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