Si la comunicación entraña hoy un grave problema para el hombre inmerso en la sociedad, lo que ante nosotros aparece con carácter fáctico es la incomunicación. ¿Cómo es posible que, existiendo en cada cual la posibilidad de una comunicación real, ésta, no obstante, se aborte en cualquier caso y se inhiba hasta dejar al hombre relativamente aislado y sólo superficialmente comunicable?
Si existe el fracaso de la comunicación con carácter y categoría de hecho social es obvio que el análisis de la incomunicación sólo puede efectuarse a partir de la consideración sociológica.
Carlos Castilla del Pino: "La incomunicación"
Carlos Castilla del Pino escribía en Córdoba en 1969. Desde entonces, su tesis se ha ido reforzando más y más. La nomofobia, el miedo a no estar, o no poder conectarse al teléfono móvil, los chats, las aplicaciones para todo, destaco aquellas en las que se establece un radio con GPS para tener un contacto, generalmente sexual.
El Whatsapp, que no sólo ha dejado a las cartas en otro plano, hace mucho tiempo, sino al email y a una llamada de voz.
Las redes sociales favorecen el extrañamiento de sí, esto es, una vida "disociada", una doble vida.
Por otro lado, también es interesante pensar en lo egoico de este problema. La egolatría es el narcisismo llegado a su máxima extensión. Es la necesidad de ser el que "más amigos tiene", al que le hacen más retweets. Es decir, una escalada hacia el éxito social.
No es extraño, saber que un@ adolescente esté en todas las redes sociales, y son incontables. Si se aburren, pueden cazar un Pokemon.
Si Castilla del Pino viviera, es seguro que dedicaría un texto, tal vez, escandalizado, como yo, a esta situación en la que, en lugar de personas hay personajes y donde no hay intimidad.
Rodrigo Cordoba Sanz
Psicólogo A-1324
domingo, 21 de agosto de 2016
La Incomunicación
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