En este escrito se habla de "Una contribución al estudio de la alienación.
El diálogo se da un encuentro entre dos -sujetos singulares o sujetos plurales- se verifica frente a un mismo objeto, un objeto que "interesa", es decir, un objeto que está entre ambos, como etimológicamente expresa el vocablo "interesar". El diálogo es el paradigma de la dialéctica de las relaciones humanas, y sólo es diálogo en sentido estricto cuando estas relaciones dialécticas son positivas, verdaderas, esto es, abren posibilidades antes no vistas a los problemas anteriormente propuestos. Claro es que para que el diálogo sea fecundo hace falta, además, que el objeto sea, como he dicho antes, "interesante", o lo que es lo mismo, que en él queden involucrados, en la medida en que les afecta, los sujetos que intervienen. Hace falta, pues, para que el diálogo sea auténticamente tal, por una parte el "interés personal" de los que hablan en el objeto del que se habla. Y, al mismo tiempo, la suficiente distanciación de él como para poder hablar de él "objetivamente", es decir, para mantenerlo en su calidad de objeto, a pesar de ese interés personal que por él simultáneamente se posee.
Castilla del Pino. Capítulo 6 en su libro: "Dialéctica de la Persona, Dialéctica de la Situación"
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