El Super-Yo se ha hecho más difuso. No se concreta tanto en la norma parental. El Super-Yo es el Ideal del Yo, es decir, en su realización fáctica. El Yo se obliga, más que nunca, a la extrema docilidad, porque el Super-Yo se ha hecho prepotente. No sólo hay que aceptar la norma de los que pueden, y ser dócil ante los que ahora pueden. ¿Quién asegura que entre los que conmigo están no se encuentran los que habrán de poder mañana? [...]
Karen Horney subsumía, en un intento posadleriano, la totalidad de las relaciones interpersonales, la totalidad de las relaciones interpersonales morbosas en el conjunto de "relaciones de dependencia", hacía, qué duda cabe, un diagnóstico certero de su realidad social.
domingo, 7 de agosto de 2016
Super-Yo fáctico
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario