Al lugar donde nació Angela Davis le llamaban Dynamite Hill, o “colina dinamita”; eran los años cuarenta en Alabama, Estados Unidos, tiempos de segregación racial, y las casas de los afroamericanos como ella eran voladas por el Ku Klux Klan. Angela estudió en un colegio solo para afroamericanos, donde la educación estaba muy por debajo de los establecimientos de los niños blancos. Pero ella iba a surgir más allá de las divisiones y de la dinamita: su inteligencia hizo que a los 14 años pudiera trasladarse a Nueva York, con una beca para estudiar en un instituto mixto. La Gran Manzana le abrió la mente; allí Angela Davis leyó el Manifiesto Comunista, se acercó al socialismo y terminó uniéndose a una organización juvenil marxista llamada Advance. Sería el inicio del camino que optó, el de la lucha.
En 1961 Davis comenzó a estudiar francés en Boston. Gracias a su trabajo pudo luego costear un viaje a Europa donde compartió con otros jóvenes que tenían ideas de cambio y revolución . Sus ganas de cultivarse intelectualmente hicieron que pasara dos años en Alemania estudiando filosofía, con resultados sobresalientes. De vuelta en Estados Unidos, impartió clases en la Universidad de California, desde donde fue expulsada por su afiliación con el Partido Comunista en 1969. Tras esto, su figura y su afro se transformaron en símbolos del movimiento por la lucha de los derechos civiles.
Angela Davis fue acusada de haber contrabandeado un arma implicada en un homicidio al interior de una cárcel. Se dio a la fuga, pues tenía claro cómo funcionaba el sistema judicial para los afroamericanos. El FBI la decretó una de las criminales más buscadas de los EEUU y dos meses después fue detenida en un motel. Estuvo 16 meses en la cárcel esperando el juicio, lo que hizo que surgiera una fuerte campaña internacional con la consigna “Free Angela”. Su estadía en prisión fue un momento histórico único en su país, ya que movilizó a cientos de personas a pedir su libertad. Durante su encarcelamiento, Angela Davis se dedicó al activismo para demandar mejores condiciones carcelarias y escribió el libro If They Come in the Morning: Voices of Resistance. En junio de 1972 fue declarada inocente y absuelta de todos los cargos.
Hasta hoy, la activista de famosa melena se ha convertido no solo en una voz de los derechos civiles sino en una experta en estudios afroamericanos, etnia y de la mujer. Con más de 70 años, Davis sigue dedicada a viajar por el mundo promoviendo el pacifismo, recolectando fondos para ayudar a los discriminados y defendiendo a los encarcelados. Es filósofa, activista, marxista, feminista, antiracista. Y sobre todo, una mujer con un espíritu rebelde que se ha dedicado a luchar.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta. Zaragoza. Gran Vía 32, 3° Izquierda. Teléfono: 653 379 269 Página Web: Psicólogo Zaragoza
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