Cyrulnyk y base afectiva

Si observamos la conducta de un pequeño de dos o tres años veremos que, al principio, sólo se aventura a jugar cuando la madre está muy cerca, bien a su lado. Poco a poco, va explorando su entorno y llega un día en que se atreve a dejar la habitación donde está su mamá si puede oír su voz que le asegura seguridad y protección.
Pocos años después, podrá irse de campamento con sus compañeros con sus compañeros de escuela y se lo pasará en grande. Así, estableciendo vínculos afectivos desde los que explorar el mundo de convierten en personas valientes.
La Teoría prusiana de Fernando II se muestra un grave error porque en su afán de erradicar el sensiblero afecto maternal condujo a la muerte a esos bebés.
Boris Cyrulnyk: "Escuela de Felicidad"