Causalidad circular, totalidad, unidad

A semejanza de todo sistema vivo, la familia se caracteriza por el hecho de que el comportamiento de cada uno de sus miembros está relacionado con el comportamiento de los otros y con el de la famila en tanto que unidad. La realidad de los lazos familiares no se limita a la consanguinidad, el patrimonio común, a la cohabitación, al compartir la misma condición social, económica o cultural. Está igualmente tejida por el conjunto de influencias recíprocas que se ejercen a partir de necesidades naturales, biológicas o afectivas, sentimientos, deseos, fantasmas, emociones, expectativas abiertas o secretas, alianzas y lealtades mutuas, convicciones y creencias compartidas, estilo de lenguaje y comunicación, etc. La realidad familiar emerge de todo lo que constituye la trama interaccional común y que consolida el sentimiento de pertenencia y procedencia común; dicho de otra manera, la identidad colectiva específica de cada familia, que jamás es idéntica a la de otra familia.
Se comprende fácilmente que el comportamiento de cada miembro influye directa o indirectamente sobre el de los otros y es influido retroactivamente. Según la intensidad de los lazos, todo cambio que sobreviene en uno de los miembros, afecta, de cerca o de lejos, al conjunto del grupo familiar en su equilibrio y provoca cambios adaptativos en los otros miembros. En este tipo de secuencias, toda acción puede entenderse al mismo tiempo como una reacción y ser muy difícil definir "quién ha comenzado" verdaderamente; ello explica la pertinencia de un modelo de comprensión que examine la génesis de los comportamientos familiares según una causalidad circular y no lineal.
Esto no quiere decir que los comportamientos de cada uno de los miembros no pueda ser descodificado a partir de condiciones específicamente individuales, sino que se inscriben en el interior de un conjunto de una totalidad no sumativa. El comportamiento familiar es algo más que la suma del comportamiento de sus miembros; refleja el funcionamiento de una unidad, por medio de modelos comportamentales repetitivos, característicos del grupo, y no de cada individuo.