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Paz y Ciencia

sábado, 26 de marzo de 2011

Mentira y Fantasía en la Adolescencia

El mundo secreto de los adolescentes y los niños gotea con un fervoroso ingrediente de fantasía, la "mentira" es más cómoda que la verdad. El mundo de la fantasía de un adolescente sirve como refugio donde transitar de las frustraciones de la vida real. Un adolescente puede introducirse en ese mundo que aparentemente se observa como ocultaciones y mentiras y esto deberse a una situación, por ejemplo, en el colegio, adversa.
La mentira tiene rasgos infantiles que hay que diferenciar de otro tipo de mentiras que se dan en sociópatas y psicóticos. Mentiras, estas últimas que son fáciles de distinguir porque las primeras tienen el objeto de dar una imagen de sí como el barón de Münchausen, que contaba grandezas del pasado y el psicótico que miente para que la realidad corresponda con su fantasía/delirio.
El adolescente es un proyecto de adulto con un componente de niño que tiene mucho que aprender.
Recuerdo a una inteligente y sensible adolescente que al decirle "ya estás crecidita" en un contexto amplio, e contestó: "cuando oigo cosas así me doy cuenta de todo lo que tengo por vivir y aprender". Un adolescente, como este, puede dar "lecciones" de madurez, aunque luego a vistas de su madre "mienta". Eludir un mundo caótico e imprevisible y sus consecuencias es mejor llevarlo con lo que la madre entiende como "mentira", que es un corolario de la fantasía en su sentido más puro.
Freud decía que los niños mienten para imitar las mentiras de los adultos. La mentira es un recurso mágico que en ocasiones puede significar ciertos retazos de esquizoidía del adolescente, un encierro en sí mismo y una protección contra el exterior. Hay que respetar las fantasías de los adolescentes, se pueden confrontar pero su mundo se verá derrumbado. No obstante para el avance de una psicoterapia con un adolescente es interesante distinguir el componente de fantasía o mentira para los padres y el componente de realidad externa y compartida.
Un adolescente todavía no ha desarrollado las funciones del yo de un adulto, la tolerancia a la frustración, el principio de realidad les supone un duro trago.
Considero que hay que dar cobertura a la narración de esas fantasías y poder comprenderlas, así como darles un sentido dentro del contexto en el que se desenvuelve el adolescente, sabemos que el adolescente tiene una dependencia relativa de sus padres y cuidadores y que necesita mucho afecto y reconocimiento ya que los moldes de su identidad pasan por el grupo de pertenencia.
Un snippet o viñeta clínica:
Un adolescente que ha perdido a sus amigos en el colegio con 14 años. Su rendimiento escolar ha disminuido notablemente. En consulta se presenta con un mundo de ensoñaciones, timorato y callado. No reconoce su problema, como defensa inconsciente construye una fantasía que transmite al terapeuta y el padre. El padre comunica al terapeuta quue su hijo "miente", su fantasía forma parte de un modo de supervivencia, cambiar el mundo interno desangelado y su desvinculación es compensado con un discurso de ensueño. El padre considera "mala fe", como decía Sartre, pero en el fondo lo que existe es una gran necesidad de afecto y una carencia en el colegio de desarrollar una red de soporte social.
Las causas de esta separación pueden ser de tipo caracterial, el adolescente vive un vacío, dice que "no le hablan, no le miran", "pasan de él", aquellos que antes eran amigos y salían los fines de semana juntos.
Este es un ejemplo en el que la fantasía opera como sistema defensivo inconsciente para buscar un mundo menos hostil. Con ello hay una co-ocurrencia de un estado de ánimo deprimido y una rabia que expresa al padre. Sus demandas son cambiarse de colegio y empezar de nuevo. Cuestión que hay que estudiar seriamente.
Finalmente, la fantasía es la puerta a otro mundo, distinto del que vivimos y que sirve para vivir mágicamente unas experiencias distintas con el mundo externo, el dolor será el motivo que impulsará a construir este mecanismo de defensa. En este tipo de experiencias terapéuticas nos vemos algo presionados  por la familia quien legítimamente quiere un cambio actitudinal/cognitivo en su hijo. Esto puede llevar tiempo y consiste, en un primer tiempo en ayudar a metabolizar la pérdida de esas amistades al adolescente. Como pueden entender ahí no puede quedarse la intervención que debe ir más allá para ayudar al adolescente a desarrollar un estado de mayor maduración emocional, mayor integración y un amarre al principio de realidad, esto desde luego que dependerá mucho del ambiente.


1 comentario:

Natasha dijo...

Interesante tópico para debatir. Por ahora, me sirve de mucho. Gracias!