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Paz y Ciencia

domingo, 5 de agosto de 2012

La Mirada Anterior: Octavio Paz


[...] La desconfianza de muchos antropólogos ante los libros de Castaneda no se debe solo a los celos profesionales o a la miopía del especialista. Es natural la reserva frente a una obra que comienza con un trabajo de etnografía (las plantas alucinógenas -peyote, hongos y datura- en las prácticas y rituales de la hechicería yaquí) y que a las pocas páginas se transforma en la historia de una conversión. Cambio de posición: el "objeto" de estudio -don Juan, chamán yaqui- se convierte en el sujeto que estudia, y el sujeto -Carlos Castaneda, antropólogo- se vuelve el objeto de estudio y experimentación. No solo cambia la posición de los elementos de la relación sino que también ella cambia. La dualidad sujeto/objeto - el sujeto que conoce y el objeto por conocer- se desvanece y en su lugar aparece la de maestro/neófito. La relación de orden científico se transforma en una de orden mágico-religioso. En la relación inicial, el antropólogo quiere conocer al otro; en la segunda, el neófito quiere convertirse en otro.
La conversión es doble: la del antropólogo en brujo y la de la antropología en otro conocimiento. Como relato de su conversión, los libros de Castaneda colindan en un extremo con la etnografía y en otro con la fenomenología, más que la religión, de la experiencia que he llamado de la "otredad". Esta experiencia se expresa en la magia, la religión y la poesía, pero no solo en ellas: desde el paleolítico hasta nuestros días es parte central de la vida de hombres y mujeres. Es una experiencia constitutiva del hombre, como el trabajo y el lenguaje. Abarca del juego infantil al encuentro erótico, y del saberse solo en el mundo a sentirse parte del mundo. Es un desprendimiento del yo que somos (o creemos ser) hacia el otro que también somos y que siempre es distinto de nosotros. Desprendimiento: aparición:  Experiencia de la extrañeza que es ser hombres. Como destrucción crítica de la antropología, la obra de Castaneda roza las opuestas fronteras de la filosofía y la religión. Las de la filosofía porque nos propone, después de una crítica radical de la realidad, otro conocimiento, no científico y alógico; las de la religión porque ese conocimiento exige un cambio de naturaleza en el iniciado: una conversión. El otro conocimiento abre las puertas de la otra realidad a condición de que el neófito se vuelva otro. La ambigüedad de los significados se despliega en el centro de la experiencia de Castaneda. Sus libros son la crónica de una conversión, el relato de un despertar espiritual y, al mismo tiempo saber despreciado por Occidente y la ciencia contemporánea. El tema del saber está ligado al del poder y ambos al de la metamorfosis: el hombre que sabe (el brujo) es el hombre de poder (el guerrero) y ambos, saber y poder, son las llaves del cambio. El brujo puede ver la otra realidad porque la ve con otros ojos -con los ojos del otro [...]

Octavio Paz: "La mirada anterior".
Análisis holístico del contenido, forma y el extraordinario, "alógico" y "acientífico" de la obra de Castaneda. Muy valorada por el lector. Muchos pacientes con aguda perspicacía y experiencia en las sombrías zonas de la conciencia alterada han encontrado un extraordinario documento. Por tanto, las críticas occidentales al chamanismo y a Castaneda responden al prejuicio porque es un fiel reflejo del pliegue del saber, la experiencia, la espiritualidad y la conversión.
"Como Lázaro vuelto de la tumba", Castaneda narra la primera etapa del aprendizaje que lo convertirá en "hombre de conocimiento" bajo la guía de un brujo yaqui. Castaneda nos sumerge en una "realidad no ordinaria". Inexplicable desde nuestros esquemas de pensamiento pero no para la sabiduría antigua que el maestro transmite con impecable coherencia lógica y poética. Al tiempo que socava la "descripción del mundo"; co.forme pierde defensas el aprendiz va experimentando el estado de ser al que lo llevan las enseñanzas, la "vida del guerrero", y sucumbe ante el primer enemigo de un hombre de conocimiento: el temor.
Rodrigo Córdoba Sanz.

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