Por qué el Pesimismo: La Cura Schopenhauer

En la novela "La cura Schopenhauer" leemos dos historias que convergen en el infinito de nuestra imaginación.

La trama del Psiquiatra, diagnosticado de un melanoma maligno con "un año de buena salud" le lleva a contactar con su fracaso en los años de Psicoterapia. Un paciente frío, mecánico, sin empatía y con el motivo de consulta de no saber qué hacer con su vida y la evasión en el sexo compulsivo.
Tras contactar con él descubre que es asesor filosófico. Filósofo.
Tras conversaciones duras y agresivas, así como retaliativas, acuerdan un trato. El psiquiatra le supervisará para poder trabajar en "filosofía clínica" de forma reglada y, a cambio, le instruirá sobre el que fue su salvador: Arthur Schopenhauer.

La vida de los padres de Schopenhauer fue muy desdichada, la madre se casó por obligación, no le amaba pero sus posesiones y graduación fueron fuerzas mayores.
Johanna, la madre de Schopenhauer tuvo tres hijos, el primogénito, el supuesto heredero de Heinrich.
Johanna se sentía atada e infeliz. Triste, desesperanzada y con la obligación social de permanecer con un hijo que le servía de atadura. Esa falta de amor entre los padres, la ausencia del padre y el sufrimiento de la madre afectó el crecimiento emocional de Schopenhauer, haciéndole tan genial como misántropo y pesimista. Cuando se suicidó Heinrich, Johanna se sintió libre, se liberó de toda carga, se mudó y contactó con Goethe entre otros. Escribió más de una docena de libros, muchos "proyectivos", como no puede ser de otro modo. Trataban sobre el sufrimiento de los matrimonios de conveniencia y del derecho a la libertad de la mujer.

"Una vida feliz es algo imposible; lo máximo a que puede aspirar un hombre es a una vida heroica"
Parerga y Paralipómena

"Los sólidos cimientos de nuestra visión del mundo, y en consecuencia, su hondura o su superficialidad, se forman en los años de la infancia. Dicha visión se desarrolla y perfecciona a posteriori, pero ya no se modifica en lo esencial".
Parerga y Paralipómena

"Si miramos la vida en sus pequeños detalles, qué ridículo parece todo. Es como una gota de agua vista a través del microscopio, una simple gota rebosante de protozoos.
Cómo nos reímos al verlos esforzarse de esa manera, pelearse unos contra otros. Ya sea ahí, o en el breve lapso de la vida humana, esta tremenda actividad produce un efecto cómico".
Parerga y Paralipómena.

"La religión lo tiene todo a favor: revelación, profecías, protección del gobierno, la más alta dignidad y eminencia [...] y por encima de todo, la inestimable prerrogativa de poder estampar sus doctrinas en la mente ya desde la más tierna infancia, por lo cual devienen casi ideas innatas".
Thomas Mann: "Los Buddenbrook".

Arthur Schopenhauer, uno de los que más han odiado la vida, un hombre desesperado que a sus cincuenta y cinco años escribiría:

"Si pudiéramos preverlo, hay momentos en que los niños podrían parecer presos inocentes condenados no a una muerte sino a vida, y al mismo tiempo demasiado ignorantes de lo que su sentencia significa. No obstante lo cual, todo hombre desea alcanzar la vejez [...] un estado del que puede decir 'es malo hoy y va a ser peor cada día, hasta que ocurra lo peor de todo".

CITAS Y REFLEXIONES DE ARTHUR SCHOPENHAUER EN "LA CURA SCHOPENHAUER" DE IRVIN D. YALOM.

COMENTADO Y ANALIZADO POR RODRIGO CORDOBA SANZ.