"EL HOMBRE DE TALENTO ES COMO UN TIRADOR QUE DA EN LA DIANA QUE OTROS NO ALCANZAN A ACERTAR, MIENTRAS QUE EL HOMBRE DE GENIO DA EN LA DIANA QUE OTROS NO ALCANZAN A VER"
Es feliz el hombre que puede evitar, de una vez para siempre, relacionarse con un gran número de sus semejantes.
El sexo no duda en interferir con su inmundicia, en entorpecer las negociaciones de los estadistas y las investigaciones de los sabios. Todos los días destruye las más valiosas relaciones. Priva de toda conciencia a quienes antes eran honorables y honrados.
Si guardo silencio sobre mi secreto, este es mi prisionero; si dejo que salga por mi boca, su prisionero soy yo. Del árbol del silencio cuelgan los frutos de la paz.
Si no queremos ser un juguete en manos de cualquier bribón ni objeto de burls de cualquier necio, la primera norma es ser reservados e inaccesibles.
Pocas maneras hay más seguras de poner a la gente de buen humor que hablarles de un problema que has tenido recientemente, o revelar algunas de tus flaquezas.
Fábula de los cuerpo espines. Una gélida visión de las relaciones humanas:
"Un día de invierno varios puerco espines se apretujaron para, mediante su mutuo calor, no quedarse congelados. Pero enseguida notaron los dolorosos efectos de sus púas, cosa que los hizo separarse otra vez. Después,.cuando la necesidad del calor les impulsa a juntarse de nuevo, el contratiempo de las púas volvió a juntarse de nuevo, el contratiempo de las púas volvió a presentarse, de modo que se vieron enfrentados a un gran dilema hasta que descubrieron la distancia adecuada para soportarse mejor los unos a nosotros. Así, la necesidad de asociarse, que emana del vacío y la monotonía de las vidas de los hombres, lleva a estos a juntarse, pero sus muchas cualidades desagradables y repulsivas les mueve a separarse una vez más".
Parerga y Paralipómena.
Como ven, Schopenhauer fue un auténtico genio, eso sí, a costa de sacrificar una vida que no empezó bien por su temperamento y una situación familiar terriblemente invalidante y castrante. En vida solo se relacionó y respetó a Goethe, aún así, rivalizó con él.
En el extraordinario libro de Irvin D. Yalom: "La cura Schopenhauer".
Philip, un antiguo paciente de Julius, el alter ego de Yalom. Dirige una terapia de grupo donde integra a Philip por su falta de empatía, conditio sine qua non para su supervisión y licencia de psicoterapeuta.
Julius nos enseña terapia existencial y de grupo y Philip "a su terapeuta" Schopenhauer.
El reto está en que Philip moldee su carácter y se desintifique del gran filósofo.
¿Por qué? Aquí se entresacan algunas citas. Manifiesto de un misántropo, las normas de conducta que deberían regir nuestra vida.
¡Qué mal se hubiera sentido Arthur en terapia, ateniéndose a este manifiesto!
- No digas a un amigo lo que tu enemigo no debería saber.
- Considera secretos todos los asuntos personales y sé siempre un perfecto desconocido, incluso para tus mejores amigos... Si las circunstancias cambiaran, el hecho de que estén al corriente de cosas nuestras, aún las más insignificantes, podría ser desfavorable para nosotros.
- No ceder al amor ni al odio es la mitad de la sabiduría mundana; la otra mitad es no decir nada ni creer en nada.
- La desconfianza es la madre de la seguridad (proverbio francés, citado encomiablemente).
- Empeñarse en olvidar los rasgos negativos del carácter del hombre es como tirar un dinero que ha costado sudores ganar. Debemos protegernos contra la estúpida familiaridad y las amistades estúpidas.
- El único modo de alcanzar la superioridad en el trato con los hombres es dejar claro que uno no depende de ellos.
- El que desestima gana estima.
- Más vale dejar que los hombres sean lo que son, que tomarlos por lo que no son.
- Jamás debemos mostrar ira u odio salvo en nuestros actos... solo los animales de sangre fría son venenosos.
- Mostrándote cortés y amable puedes hacer que la gente sea dócil y servicial: de ahí que la cortesía sea a la naturaleza humana lo que el calor a la cera.
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