PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

jueves, 14 de mayo de 2015

La bipolaridad como inenarrable



La psicosis maniaco depresiva es un término que luego pasó a manos de Kraepelin como locura maniaco depresiva. Se convirtió del enfoque psicoanalítico al descriptivo. A Kraepelin le gustaba la botánica y por tanto clasificar plantas.
Este trastorno, tan amplio como abigarrado y poco comprendido, consiste en una serie de síntomas y signos de elevada gravedad. Lo más significativo es la alternancia entre distintos estados de ánimo, de la euforia a la tristeza. No solo queda allí la gravedad, el bipolar tipo I (es curioso que parece que hay algo así como clases), tiene síntomas psicóticos. Desde delirios de grandeza, persecutorios, alucinaciones, pseudopercepciones, ilusiones y todo tipo de alteraciones de la percepción, del contenido y de la forma del pensamiento.

El tratamiento recibido en España es esencialmente farmacológico, Esto no ayuda a entender la dinámica de la enfermedad ni a ponerle freno. Solo alivia, que no es poco.
La psicoterapia es verdaderamente esencial, con cuidado y mesura.
Una persona bipolar tiene un yo débil y frágil. Esto significa que es muy vulnerable y sensible.
Cambios en la circunstancias del medio ambiente, como estresores, pueden descolocar a la persona.
Desde el punto de vista interno, puedo afirmar que el mundo interno del bipolar está lleno de interesantes fantasías, ideas y creatividad. Si esto se gestiona con cuidado, la enfermedad se puede convertir en una virtud, algo molesta.

En Estados Unidos un 25% "tiene" algún tipo de bipolaridad, Esto está claramente sobredimensionado. La bipolaridad es una enfermedad grave y que hace mucho ruido. Existen "modalidades" más light, como la ciclotimia o el trastorno bipolar tipo II, en este último solo aparecen crisis hipomaníacas y una persona en tal estado parece de lo más divertido y creativo.

Mi recomendación para el tratamiento de este trastorno es el siguiente:
a) en lo farmacológico, tomar un estabilizador, preferentemente litio (plenur). Si procede, tomar un neuroléptico (se suele elegir Abilify, Olanzapina, Quetiapina). Como medida de urgencia se puede tomar un ansiolítico en dosis razonables.
b) en lo psicoterápico lo fundamental es el vínculo emocional, la relación terapéutica, la alianza terapéutica. la confianza. Existen métodos de psicoeducación, pero eso solo me parece un principio.
Soy más partidario de un tratamiento integrativo con aspectos cognitivo-conductuales y psicodinámicos.
Es muy importante trabajar con las personas con las que convive la persona.

Estas personas exigen un trabajo duro, suelen demandar en función del monto de angustia, por lo general elevado. Hay que ser paciente, cariñoso, firme y flexible.

Sin amor una relación no puede ser reparadora.

Rodrigo Córdoba Sanz, Psicólogo y Psicoterapeuta. 653 379 269

No hay comentarios: