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Paz y Ciencia

lunes, 5 de septiembre de 2011

"El delirio: un error necesario" , parafraseando a Castilla del Pino

El delirio es un trastorno del contenido del pensamiento. Puede darse por drogas o por problemas psicológicos/psiquiátricos. Sobre ello hay una extensa biografía, ya que resulta un tema principal.
La esquizofrenia, enfermedad donde se dan delirios a menudo, es un trastorno paradigmático y atractivo para un terapeuta.
Sobre ello hay dos corrientes, la biológica, que considera que es un trastorno bioquímico y la más cercana a lo psicológico que tiene en el psicoanálisis su inspiración. Sigmund Freud escribió sobre el delirio, sobre el Caso Schreber, un magistrado que escribió "Memorias de un Neurópata", Freud vinculó la relación con su padre con la enfermedad y trató, en su trabajo, de dar sentido a los delirios megalomaniacos de su paciente.
Los psicofármacos funcionan eficazmente para mitigar este trastorno del pensamiento y lo más sensato es hacer una sinergia entre psicoterapia y medicación. Sin embargo, estos fármacos tienen ciertas contraindicaciones. Aquellos más modernos, los neurolépticos de última generación, aún con todo, dejan a la persona algo embotada, apagada, somnolienta y con lentitud en sus movimientos y en su pensamiento. Son tranquilizantes mayores. Si están bien pautados, son eficaces.
Sin embargo, a medio y largo plazo, la persona afectada por este tipo de problemas necesita una psicoterapia. ¿Por qué? Porque este síntoma es el efecto de muchas variables. Desde el componente genético-biológico hasta lo más ambiental como la educación y factores psicosociales.
Los médicos suelen tener claro que la medicación es el tratamiento indicado pero suelen obviar que la psicoterapia es imprescindible en estos casos.
Detrás y debajo de estos problemas existen componentes que deben ser tratados psicoterápicamente, a través de la palabra y la relación terapéutica. A medio y largo plazo es más eficaz la psicoterapia, pero claro, en primera instancia es dable observar que hay que aliviar el sufrimiento de la persona.
La persona puede pensar, por ejemplo, que le están envenando la comida, o que alguien le persigue, o que es el Mesías, por citar algunos pocos ejemplos. Es un tema muy serio y que provoca al paciente un gran sufrimiento. La angustia psicótica es una pesada carga para el paciente, pensamientos se internan en sus procesos mentales impidiéndole pensar con claridad. Los correlatos físicos son los debidos a la ansiedad, tensión, preocupación y miedo en su vertiente cognitiva y transpiración, taquicardias, hiperactividad y dificultades de sueño en su vertiente física.
Los pacientes psicóticos suelen presentar, en el inicio de su enfermedad, una inteligencia alta, como la mayoría de pacientes que consultan. Hay que entender que se salen de lo estándar y lo "normal" (fea palabra) y eso es realmente interesante desde un punto de vista humano.
Con los avances científicos que existen en este siglo, una persona con rasgos psicóticos o con esquizofrenia puede llevar una vida normal. Ése es el propósito de la psicoterapia, que puedan prescindir de medicaciones, al menos en cantidad y puedan integrarse en su medio. Por la dificultad del problema y la gravedad, los tratamientos suelen ser largos y hay que especificar que cada persona que presente estos síntomas no debe ser tratada con el mismo patrón, existen terapeutas, centrados en la "Modificación de Conducta", que utilizan protocolos, pero desde hasta hace muy poco no ha habido relevantes investigaciones en el plano cognitivo para tratar a estas personas.
Un saludo, Rodrigo Córdoba Sanz.

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