PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

miércoles, 4 de febrero de 2009

Dolor Físico y Depresión

Psicopatología, 25, 3 y 4, (1 65- 193), 2005
ACTUALIDADES
ASOCIACIÓN DEL DOLOR FÍSICO Y LA
DEPRESIÓN
ASSOClATlON BETWEEN CHRONIC PAlN
AND DEPRESSION
por Francisco Alonso-Fernández

RESUMEN
La comorbilidad, integrada por el dolor físico
y la depresión es muy común. Los síntomas
depresivos somatomorfos toman a menudo la forma
de diferentes tipos de dolor. Entre ellos sobresalen
los dolores premenstruales y la fibromialgia.
El dolor crónico conduce a la depresión como
consecuencia de la intervención de factores
biomédicos, psicosociales (actitud pasiva,
discapacidad) y farmacológicos. La actitud de
enfrentarse con el dolor y aceptarlo reduce la
intensidad del dolor, el grado de discapacidad y el
riesgo de depresión. El uso de analgésicos debe
atenerse a un plan individualizado. Varios productos
antidepresivos actúan reduciendo la intensidad del
dolor.
La depresión es infrarreconocida e
infratratada, sobre todo en pacientes con dolor
crónico. Se describen siete pistas para detectar la
depresión: la historia personal y familiar, el tipo de
personalidad, los aspectos clínicos y evolutivos de
los síntomas somatomorfos, la búsqueda de otros
síntomas depresivos y los efectos terapéuticos
favorables determinados por un fármaco
antidepresivo.
166 ASOCIACIÓN DEL DOLOR F~SICO...
SUMMARY
The comorbidity integrated by chronic pain
and depresssion is very common. The somatoform
depressive symptoms appear often as different
types of pain. Amon them premenstrual pain and
fibromialgia are some of the most important clinical
pictures.
Chronic pain leads to depression as a
consequence of these three kinds of factors:
biomedical, psychosocial (passive attitude,
disability) and pharmacological agents. Copping and
acceptance of chroriic pain is associated with lower
pain intesity, less depression and less psichosocial
disability. The appropiate use of analgesics in the
management of chronic pain demands
individualization. Several antidepressants have
possitive effects on pain syndrom.
Depression is underrecognized ad
undertreated above al1 in patients with chroriic pain.
In order screening the depression seven ways are
described here: personal and family history, type of
the personality, clinic and evolutive aspects of
somatoform symptom, search of other depressive
symptoms and possitive therapeutic effect
determinated by an antidepressant.
I
PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA Y SU
MAGNITUD
Estamos ante un tema de la mas viva
actualidad para los enfermos, los terapeutas y la
población general.
168 ASOCIACIÓN DEL DOLOR F~SICO...
En definitiva, no constituye ninguna
exageración proclamar que nos encontramos
inmersos en una Sociedad Algofóbica y que
atravesamos Lina Era Cultural Depresiva.
La asociación del SD y del DFC se sintetiza
en tres modalidades (esquema 1)
1) S~NDROMED EPRESIVO (70%)
1 SINTOMATOLOGIA 1 , DOLOR F~SICO
2) SíNDROME DOLOROSO
C CURSO
COMORBlLlDAD
S~NDROMED EPRESIVO 50% +S.DOL /Y S.DEP w
3) CAUSA COMÚN -- S~NDROMED EPRESIVO ,
\ DOLOR FíSlCO
Esquema 1. Relaciones de causalidad entre el síndrome
depresivo y el dolor físico crónico o sindrome doloroso.
El sindrome depresivo comprende en el 70% de
los casos sensaciones de dolor físico, lo que
significa que el dolor físico es un síntoma común de
la depresión. Por su parte, el dolor físico cróriico se
complica con la depresión en más del 50% de los
enfermos. Esta comorbilidad entre el DFC y el SD
conduce a la formación de un círculo cibernético de
potenciación recíproca, ya que el SD activa el DFC
e incluso lo extiende a otras localizaciones.
Además de las dos fórmulas causales básicas,
existe una tercera que se diluye un tanto en una u
otra de ellas, según que el trastorno más temprano
haya sido el SD o el DFC. Y si lo consigno aquí es
como un recordatorio de que ambos fenómenos
comparten mecanismos genéticos comuiies en el
sistema neuroendocrino, como la hiposerotonergia,
la exaltación glutamatérgica (en forma de
hiperactividad de los receptores N-metil-Daspartato),
la tasa alta del neuropéptido P, el
descenso de estrógenos en la mujer y los estados
de obesidad. También cabría haber incluido una
cuarta fórmula para las asociaciones por azar.
El grado de comorbidez entre el dolor y la
depresión, con independencia de que el trastorno
primario sea el dolor o la depresión, supera el 50%,
o sea que su asociación es más frecuente que su
presentación aislada. En las asociaciones del DFC y
el SD se distinguen dos grandes grupos: en el grupo
mayoritario, el 60% de estos enfermos, el dolor es
un síntoma depresivo, y en el 40% restante, el
cuadro depresivo ha hecho irrupción después del
establecimiento del proceso orgánico, lo que señala
al dolor como origen de la depresión (Romano y
Turner, 1 985).