Sobre Winnicott y Psicoletra

Ya llevamos unos cuantos años de PSICOLETRA. En el contador figuran entre 400 y 500 entradas, lo cual está bien para ser un blog técnico. Está bien posicionado en los buscadores y tiene información de autores, obras y comentarios personales, así como contribuciones de otros que me han parecido interesantes. Algún poema y algún cuento, vídeos y algo de literatura.
En este espacio trato de crear un lugar intermedio, una tercera vía donde poner en común nuestros intereses y lecturas. Donde volcarnos y donde buscarnos.
Quizá el tema más abordado es el de la psicoterapia y todo lo concerniente a este arte y esta ciencia. El autor destacado es Winnicott, de quien he escrito un libro como colaborador de su autor, Javier Lacruz Navas, un winnicottiano de la ribera del Ebro. Un psicoanalista de nivel y un gran escritor.
Winnicott me atrajo por su humanismo, por la profundidad paradojal de sus escritos, por la versatilidad de sus textos y la amplitud y apertura que realiza en ellos. Desde escritos dirigidos a las madres hasta análisis de casos, como el de Piggle. Dicen que Winnicott es el autor más aceptado en el sentido de "menos resistido" por el desconocimiento de su obra y por la forma de escribir y el contenido de sus escritos que apasionan al que los lee con un poco de profundidad.
Winnicott invita a la creatividad y su metapsicología está apoyada en estos pensamientos que sitúan al gesto espontáneo, título de la recopilación de un libro como comunicación epistolar entre él y otros psicoanalíticos, en la cúspide de su pensamiento. Es un pensador adogmático, con gusto por el juego y que tuvo una extensísima clínica privada y pública en varios hospitales. De él se desprenden ideas como las de "Realidad y Juego", donde invita a jugar en psicoterapia y si no se puede tratar de llevar a ese espacio transicional al paciente para poder crear. En psicoanálisis no hablamos de pulsiones, instintos y psicopatología según Winnicott, autor redescubierto y reinventado, sino de juego, creatividad y espacio transicional o intermedio entre el mundo externo y el mundo interno, privado que se proyecta a través del juego creando nuevas formas de vínculo.
La psicoterapia relacional también ha realzado su figura y los límites de su obra se están extendiendo como hiciera tiempo atrás Lacan, pero esta vez lo están realizando los lectores de su obra que a posteriori hemos descubierto el saber de este autor y una manera de realizar psicoterapia psicoanalítica más ajustada a la época.
Por esto siempre es un gusto trabajar considerando su obra y de aquellos que influyeron en él como los poetas o como Melanie Klein, el Grupo Británico, aunque escindido fue muy creador, Anna Freud, Melanie Klein y en medio Winnicott en ese Grupo Intermedio pero que se mojaba construyeron un edificio muy vivo del psicoanálisis que se sigue reformulando. Hoy he descubierto que en noviembre hay unas jornadas winnicottianas en Bilbao que están bajo la tutela de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas, parece un buen momento para que mi grupo winnnicottiano y yo, que nos reunimos sin demasiada afectación institucional podamos subir al País Vasco a descubrir a un hombre con gusto por los cuentos de hadas, como Bruno Bettelheim. Al mismo tiempo un hombre juguetón que podía ser serio pero que con sus pacientes niños inventó técnicas para hacer la llamada consulta terapéutica, un espacio de encuentro que podía durar mucho menos que un psicoanálisis con las técnicas que este ensamblaba de su experiencia pediátrica y psicoanalítica. Un autor apasionante a seguir trabajando.