Uno de los puntos fuertes de las personas sensibles es su habilidad para ponerse en el lugar del otro. Nicole describe así su experiencia: "Esta capacidad hace que a menudo me sienta extremadamente dichosa y profundamente conectada con las plantas, los animales y los seres humanos. Para mí es una suerte enorme poder experimentar y ser consciente de este hondo sentimiento".
Casi todas las personas altamente sensibles son verdaderas profesionales del arte de escuchar y transmiten a quienes les hablan la sensación de estar siendo escuchados y comprendidos. Entienden el lenguaje de la mirada, pueden intuir lo que no se dice y adivinar el estado de ánimo de la persona con la que están. Son muy delicadas, cariñosas y amables, se muestran prudentes y sensatas con lo que otros les cuentan y tienen una gran capacidad de empatía. La mayoría de personas entrevistadas aseguran que sus habilidades sociales están por encima de la media y que ejercen una gran atracción sobre otras personas, que la gente suele abrirse a ellas y hablarles de los temas que les preocupan. Sólo pierden su ternura y amabilidad en situaciones de mucho estrés.
Lo que Luise Rinser escribe en su biografía es válido prácticamente para todas las personas sensibles: "La gente siempre venía a pedirme consejo". En un pasaje de uno de sus diarios se ve del siguiente modo: "Lo tengo de nacimiento: una tendencia casi obsesiva a identificarme con los otros. Compasión".
Perciben relaciones interpersonales, interpretan adecuadamente la atmósfera reinante, comprenden perfectamente una situación, a las personas sensibles no se les escapa nada.
No es sorprendente que las personas sensibles se sientan atraídas frecuentemente por las profesiones de carácter social.
Antje Sabine Naegeli. Analista Existencial.
Vivir con alta sensibilidad. Entre el talento y la fragilidad. Ed. Herder.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Teléfono: 653 379 269
E-mail: rcordobasanz@gmail.com
Página Web: www.rcordobasanz.es
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