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Paz y Ciencia

viernes, 6 de enero de 2012

Relativismo cultural y muestras de psico(pato)logía

Es interesante navegar en las profundidades de la antropología y la sociología para dar mayor sentido a la práctica clínica. En el DSM, manual diagnóstico oficial y aburrido aunque práctico para según que cosas hay un apartado que reune los problemas en función de la cultura.
La información y la aceptación de la práctica psicoterápica es muy distinta en función de los paises. Las patologías también cambian y el método de tratamiento también cambia.
Lo que en un lugar del mundo es algo propio de la cultura, por ejemplo, existen tribus que se agreden, otras que entran en trance y parecen tener síntomas disociativos y muchos otros ejemplos que se desvirtuan desde la óptica de occidente. La psicoterapia en España está practicamente naciendo, existen profesionales de la medicina que siguen considerando que somos algo así como "confesores". Hay personas que piensan que a través de la palabra una persona no puede cambiar, que tiene que introducir en su cerebro sustancias psicoactivas para ser de otro modo y no sufrir. Es una filosofía casi nihilista diría yo. Siempre digo que existen casos en los que esto es imprescindible pero "la cura a través de la palabra" es lo más eficaz a largo plazo. Los individuos están atravesados de un discurso cultural que influye en la formación de opinión, la ideología está ligada a los sentimientos, son una proyección de estos. Forma parte de la personalidad.
Desde luego que en este trabajo hay mucho escepticismo y es porque no hay cultura de la psicoterapia en España, porque hace poco que se han organizado las asociaciones de trabajo y porque en España los psicólogos están supeditados en el servicio público a lo que haga y diga el psiquiatra, una especie de oráculo que alguna vez se erige en una posición de saber omnisciente y omnipotente con el instrumento del fármaco como elemento mágico.
Muchas personas están medicadas sin necesidad. Un tratamiento psicológico con una persona preparada puede ayudar mucho más que la ingesta pasiva de una sustancia química. Además qué es más humano, el introducir sustancias externas en el cuerpo para cambiar el estado de ánimo o resolverlo con la ayuda de otra persona, empleando los potenciales de salud.
Cualquiera que navegue un poco en internet o lea algún libro de antipsiquiatría, influida por la contracultura de los 60´ podrá ver cómo este movimiento que Cooper, un sudafricano muy inteligente, promovió entre otros. La realidad es que existe cierta hipocresía e ignorancia en este ámbito y que se le atribuye un poder mágico a la medicación, es el efecto placebo. Lo que hace que los pacientes se mantengan sedados y drogados pero con los mismos recursos y habilidades que antes, sin desarrollar nada. Esto es dejar los brazos caer, rendirse y cronificarse, enrocarse en la enfermedad y acudir cada X meses al psiquiatra a que prácticamente elija el fármaco que esta vez va a cambiar el "rumbo" de tu vida. Todo esto es una auténtica falacia, una mentira y un gran negocio que hace mucho daño.
Por otro lado hay que decir que con la palabra también se puede hacer mucho daño, según que interpretaciones "inteligentes" pueden dejar K.O. a la persona pero el terapeuta tiene que tener un cierto equilibrio y sensibilidad para que esto no suceda. Por ello es importante que el psicoterapeuta, en su formación como tal, tenga un análisis didáctico, una supervisión de casos y una gran cantidad de horas de posgrado en seminarios teóricos y prácticos. Ha surgido una nueva ley que apunta a esto para que los psicólogos recién licenciados no se lancen a la aventura del tratamiento psicológico como lo hacen los psiquiatras, pese a que hayan rotado por distintas especialidades y hayan hecho la residencia.
Son pocos los psicoterapeutas acreditados y esto hay que mirarlo antes de comenzar un tratamiento. Les invito a ver algún vídeo en youtube de Thomas Szasz en el que habla del fraude de la psiquiatría, la nosología psiquiátrica y las medicaciones. Él es una persona avezada, experimentada y con mucha experiencia que sabe bien lo que se dice. Un saludo. R.

2 comentarios:

Ana dijo...

Estoy a favor de la palabra y la escucha, y totalmente en contra de la medicación, según que casos claro, para según que cosas hay que estar siendo YO o TU totalmente, y no vale un cambio de perspectiva por unas pastillas, se acaban y uffff, de vuelta a empezar y la fustración llamando a la puerta.

Silvia Parque dijo...

En acuerdo con esta posición. Hay que decir estas cosas. Personalmente, encuentro entretenidísimo el DSM, pero soy una persona que se divierte leyendo el diccionario.

Encuentro cierto paralelismo -con sus distancias por supuesto- entre lo que ocurre con la psicoterapia y los psicoterapeutas, y lo que ocurre con la medicación y los psiquiatras. Creo que -como casi en todas las cosas- no siempre, ni en todos los casos, una psicoterapia es lo que "mejor corresponde", y que en algunos ámbitos, se "vende" de la misma manera que en otros ámbitos se "vende" la psiquiatría. Exagerando, creo que a veces una asesoría de imagen es lo que corresponde... pero a lo que quiero hacer alusión en serio, es al trabajo psicológico que puede hacerse y que no es psicoterapia. Creo que es un campo devaluado, en el que los recién egresados podrían iniciarse de manera creativa. También es una forma de hacer accesible a muchos el trabajo psicológico, y de apoyar a las personas que, digamos, no están en el momento de trabajar por su "cura".