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Paz y Ciencia

jueves, 12 de enero de 2012

La Esperanza en un Hospital

Una persona mayor, de unos 90 años está en el hospital por un cáncer de ovarios que se ha extendido. Las defensas están bajas y aparecen infecciones en la piel.
Al principio todo comenzó con una infección de orina y líquido "en la pancha". Poco a poco esa persona autónoma ha ido perdiendo facultades, desde la memoria hasta otras habilidades que le requieren un esfuerzo. El primer ingreso le desorientó y la vida que hace consiste en estar tumbada durmiendo durante la noche y con las piernas levantadas durante el día como consejo médico. No se aclara con la medicación, tampoco con las cremas y pomadas para las piernas. Ha perdido memoria pero un buen día su nieta apareció en la habitación del hospital y le dio de comer, su nieto había hablado con él solo hacía un rato, en la habitación también estaban sus hijos con sus parejas. Ella ese día estaba radiante, los días consecutivos parecía mostrar una mejoría, ella sentía menos dolor y estaba con más ganas de hablar e incluso hacía chistes. El apoyo emocional del enfermo oncológico es fundamental para que sus defensas estén a tono, ya que no se puede hablar a estas alturas de cuerpo y mente sino de "psiquesoma". Como ejemplo, su marido, de 86 años, menor que ella, se hacía cargo de una casa de payés, le cuidaba, preparaba la comida y hacía lo que necesitaba la señora. El abuelo cayó enfermo por el frio, por ver a su mujer tan enferma y por no poder ver el final del tunel, ahora están los dos hospitalizados pero las llamadas y la asistencia y compañía de enfermeras y sobre todo familiares les ayuda a vivirlo de un modo menos confuso y duro.

1 comentario:

Ana dijo...

Una enfermedad es dura, pero mucho mas en un hospital, es mas dura para todos.. para los enfermos y familiares... y el amor es el balsamo de todo dolor, hasta el punto de poder llegar a enfermar por puro amor.
No hay recetas sin amor.
Les deseo mucho AMOR.