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Paz y Ciencia

lunes, 12 de diciembre de 2016

La lectura negativa del feminismo



La lectura negativa insertaría un guión entre "pos" y "feminismo". Supone que el feminismo está siendo saboteado por el "pos", que indicaría que ahora puede prescindirse del feminismo, al menos en la medida en que hace un alegato especial a favor de la subjetividad del sujeto femenino:
"Aunque las denominadas "posfeministas", entre las que se encuentran Naomi Wolf, Katie Roiphe, René Denfeld y Natasha Walter, a menudo son tachadas de "antifeministas", se caracterizan por ser precursoras de un cambio en las metas y objetivos del feminismo, lo que algunos llaman una "tercera ola". En general, apoyan una agenda liberal e individualista más que una colectiva y política, algo en lo que frecuentemente se basan sus detractores para acusarlas de instrumentos de una violenta reacción conservadora contra el feminismo, que busca limitar su eficacia".
René Denfeld lanza una acusación contra un grupo más antiguo de teóricas del feminismo, a quienes llama The New Victorians, tal el título principal de su libro, y con quienes discrepa vehementemente. Caracteriza al "viejo orden feminista" como puritano (Catherine MacKinnon, por su ataque a la idea misma de "sexo consensuado"), conservador (Andrea Dworkin, por su campaña contra la pornografía) y extrañamente New Age (Mary Daly, por su ferviente llamado "culto a la diosa"). Expresa su preocupación ante el hecho de que estas cuestiones, bajo esos nombres influyentes, reciban tanta atención por parte de los cursos de estudios sobre la mujer. En el capítulo titulado "The Antiphallic Campaign" [La campaña antifálica] del libro mencionado, toma distancia de las teóricas feministas que afirman que la heterosexualidad es opresiva, y de la posición que sostiene que ser lesbiana es la forma más radical de ser feminista y no una orientación sexual tan plausible como cualquier otra. En particular, se opone a la concepción feminista según la cual la inclinación a privilegiar lo masculino  tiene sus raíces en una institución mundial, el patriarcado:
"Siguiendo la caracterización ampliamente aceptada como un 'patriarcado', las feministas de hoy han creado una profusión de teorías que reúnen a los hombres en una clase indeferenciada. El patriacardo significa "la ley de los padres", pero las feministas actuales utilizan ese término con un desparpajo imprudente, aplicándolo a todos aquellos aspectos de la sociedad que no les agradan".

¿Por qué el Psicoanálisis?

Fue en Gran Bretaña donde el psicoanálisis freudiano y lacaniano fue adoptado como un poderoso instrumento por el discurso de la liberación femenina, y rescatado de las críticas negativas de feministas líderes como Betty Friedan, Kate Millet, Germaine Greer y otras, quienes hicieron una lectura reduccionista de Freud, considerándolo un esencialista biológico. La escritora y activista del feminismo Juliet Mitchell, más tarde devenida en psicoanalista, argumentaba que la posición de Freud y Lacan acerca de la diferencia sexual era descriptiva más que prescriptiva, que ellos mostraban las condiciones del patriarcado, más que promoverlas. Para Mitchell, las teorías de Freud acerca del inconsciente y la diferencia sexual muestran de qué manera el deseo es canalizado para reproducir relaciones patriarcales de poder, y cómo las mujeres están sujetas al patriarcado. El psicoanálisis se convierte así, en una herramienta útil para un análisis ideológico que puede servir de base para la acción política contra la opresión de la mujer. En su introducción a Feminine Sexuality [La sexualidad femenina]. Mitchell reformula su posición anterior:
"Para Freud, si el psicoanálisis es falocéntrico, ello se debe a que a que el orden social humano que percibe refractado a través del sujeto humano individual en padrecéntrico. Hasta el momento, el padre ocupa la posición del tercer término que debe romper la unidad diádica, a-social, conformada por la madre y el niño. Podemos ver que este tercer término siempre necesitará ser representado por alguien o algo").
Lacan y el Posfeminismo
Elisabeth Wright
Rodrigo Córdoba

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