PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

lunes, 5 de diciembre de 2016

Winnicott Primeras etapas en el desarrollo del yo



El psicoanálisis brindó a Winnicott  esa "variedad infinita de experiencias" donde hallaba la oportunidad única de estudiar las fases más primitivas del desarrollo individual. El consultorio del analista se fue transformando en el lugar perfecto para observar y comprender la infancia, ya sea en el trabajo analítico con los niños, o en el análisis de adultos cuando, las fases de regresión, emerge lo que Ferenczi y Balint llamaron, de manera muy sugestiva, "el niño en el paciente". Más precisamente, Winnicott estaba convencido de que "más de que la observación directa de los niños, es del estudio de la transferencia en la situación analítica de donde se puede obtener una idea clara sobre lo que pasa en la primera infancia".

Desde una perspectiva cronológica, nuestra atención es llevada a lo que pasa entre los cinco-seis meses, incluso si los procesos que tienen lugar a esa edad se prolongan mucho más allá de ese límite. A los seis meses. A los seis meses, algunas cosas permiten hablar del niño en términos bastante próximos a los que utilizamos para hablar de los adultos. 

El niño ha alcanzado cierta conciencia de su individualidad, sabe que es alguien, hay un "adentro" y un "afuera", también sabe que su madre existe fuera de él, con su propia realidad interior (sus sentimientos, sus "estados de ánimo", su salud), la cual le concierne y él debe tener en cuenta. Mediante el juego, puede tomar un objeto, llevarlo a la boca, dejarlo caer, lo que indica que es capaz de repudiar el objeto cuando ya ha obtenido de él la satisfacción que deseaba. 

Estos tiempos pretéritos, de existir una falta deviene una psicosis, generalmente, en otros casos, cuando la falla es posterior, se produce un falso self y pacientes fronterizos (borderline). Recordamos que la gravedad del falso self va de un lugar menos grave a más grave.
Todo lo que se dice y se expresa a esa edad marca el final relativo de un período de maduración.
El ámbito de la salud llega con el sostén del bebé, la "facilitación" de "cuidados maternos suficientemente buenos".

Incluso parecería que nuestra salud mental, desde ciertos ángulos, puede ser percibida como un conjunto de defensas contra la locura.
"Muchos de los aspectos de la salud mental, escribe Winnicott, tienen valor de síntomas, cargados de temor o rechazo de la locura que implicaría regredir a ese estado no integrado, despersonalizado, y para sentir que el mundo es irreal. Una falta grande de sueño basta para que esas condiciones aparezcan en cualquier persona".

Claude Geets: "Winnicott". Pediatría. Psicoanálisis.
Rodrigo Córdoba. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza.

No hay comentarios: