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Paz y Ciencia
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viernes, 9 de noviembre de 2012

Poder Autorreferente y Poder Social: ARTE

A veces hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo. Eugène Delacroix Al que tiene el poder le impide hacer muchas cosas el amor a los suyos. Séneca Al negarnos a aceptar un poder superior inmutable que nos supera, hemos colmado el vacío a golpe de imperativos personales y, súbitamente, nuestra vida se ha vuelto espeluznante. Alexandr Isáievich
El objetivo del poder es siempre apoderarse, dominar algo o a alguien. En su soledad, el asceta cristiano o el yogui hindú intentan alcanzar el dominio de su espíritu o de su cuerpo. Se llama libertad a esta posesión de uno mismo por sí mismo. Es, ante todo, autodominio. Pero este poder vertido hacia dentro, que disfruta con la propia conciencia de su ejercicio, puede dirigirse a otras metas, anhelar conquistas. El atleta es un asceta que dirige sus disciplinas a una obra distinta de la libertad. Aspira a lanzar la jabalina o el disco más lejos que nadie, a vencer, no solo a vencerse. Altius, citius, fortius. En la competición se compara con los demás, aparece su condición social. El asceta solo pelea consigo mismo, el atleta se mide con otro. La tarea del artista también comienza con su trabajo interior. Tiene que dominar su técnica, su estilo, sus sistemas de evaluación. Flaubert decía: "Ojalá pudiera escribir con el estilo que tengo en la cabeza". Y Van Gogh nos ha contado sus esfuerzos para dominar la línea. Los artistas crean por su propia satisfacción, pero, al mismo tiempo, a través de sus obras entran en contacto con el público. En este caso, las fronteras entre el poder autorreferente y el poder social se difuminan o solapan. El escritor desea dominar su arte, pero también influir en sus lectores, el profesor aspira a educar a sus alumnos, el enamorado sueña con enamorar a la persona amada. ¿Les mueve el afán de poder? Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder". Anagrama, 2008, Barcelona.

miércoles, 25 de julio de 2012

Sobre el Poder: Jose Antonio Marina



La noción de control y su división en control interno y externo se ajusta perfectamente a la distinción que hemos hecho entre poder autorefernte y poder social. Tiene poder quien puede controlar el comportamiento propio (poder autorreferente) o el de otras personas (poder social). A controla el comportamiento de B cuando determina su acción o su inacción. La pregunta ¿quién manda aquí? puede sustituirse por una más clara: ¿quién ejerce el control? Además, permtie comprender los sistemas de poderes recíprocos, en los que unos controlan a otros y a su vez son controlados por ellos. Y, por último, permite una segmentación de los poderes que facilita su estudio. Por ejemplo, en las empresas, en poder formar reside en el consejo de administración, que controla el nombramiento del director. Pero, a su vez, el director controla unos conocimientos o unas competencias propias que la empresa necesita. De su habilidad depende, además, hacerse insustituible por el sistema de gestión o de alianzas que puede establecer con sus colaboradores o subordinados. Los politólogos han disctudo acerca de si la élite económica se impone a la élite política. La única forma de saberlo es estudiar los sistemas de control. ¿Quién controla la marcha de la economía? ¿Quién controla al poder político?
Cuando el presidente Clinton luchaba por equilibrar el presupuesto federal en 1993, uno de sus consejeros dijo desesperado que si volviera a nacer le gustaría reencarnarse en el "mercado", porque es claramente el elemento más poderoso. Sin embargo, aunque parece que el mercado es el resultado anónimo de infinitas decisiones individuales, no todas las decisiones tienen el mismo valor. No es igual la influencia de Soros que la del ocupante de una patera. La idea de control permite describir también las tensiones entre el "poder formal" y el "poder informal". Tomemos el caso de los monarcas y sus validos. ¿Quién dependía de quién? Había un control y una dependencia circulares. En último término, el control, la toma de decisiones, lo tenía el poder formal, pero ¿cuántas veces se atrevió a ejercerlo? La historia nos enseña que para protegerse de los excesos de poder no es solución intentar eliminarlo, porque sería inútil. Todas las revoluciones han derrocado un poder para sutituirlo por otro. La solución es controlarlo. Ese fue el descubrimiento de los redactores de la Constitución de Estados Unidos, gentes de mundo que desconfiaban del poder. Como dicen los autores de El federalista, ese magnífico tratado de sabiduría política, "ahora comprendemos principios políticos que los antiguos desconocían o conocían de manera imperfecta, entre ellos el de los frenos, equilibrios y controles legislativos".

Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder. Teoría y Práctica de la Dominación". Anagrama, 2008, Barcelona. Pp.: 35-36




http://youtu.be/G3i8VteAvaQ Woody Allen en una entrevista de 1970. Verdaderamente hilarante. Para desengrasar y reír.
http://youtu.be/jsprbOqdnFo Paco de Lucía -Entre dos Aguas-
http://youtu.be/dc8gT10peYQ Chambao -Pokito a Poko- "Andaba perdida para casa cavilando en lo que soy en lo que siento, poquito a poco entendiendo que no vale la pena a andar por andar, que es mejor caminar para ir creciendo. Volveré a encontrarme con vosotros.."

martes, 24 de julio de 2012

¿A qué llamamos control?



Posiblemente el lector compartirá conmigo mi reticencia hacia ese término, porque parece muy tosco para explicar los fenómenos de poder y la dominación. Esto se debe, en parte, a que solemos utilizar la palabra para desginar procesos de verificación o vigilancia -control de calidad, control de pasaportes, control de nacimientos-, pero este uso es metonímico: designa una parte del proceso con la palabra que designa el proceso entero. Control es un término seco, antipático, que no tiene las auras gloriosas que tiene la palabra poder, y que al desvanecer las nieblas mágicas permite un estudio más objetivo del fenómeno.
En un sentido muy amplio, control significa un proceso que rige o determina un proceso. En un automóvil el acelerador y el freno controlan la velocidad de giro de las ruedas. Quien tiene el control de algo introuduce las señales (inputs) que van a desencadenar o a modular la actividad (outputs). En sistemas complejos, el equilibrio se mantiene por un sistema de controles recíprocos. El número de conejos controla el número de aves rapaces, y el número de aves rapaces controla el número de conejos. Pero si por alguna razón externa -el exceso de caza, o la mixomatosis- cambia uno de los elementos -en este caso el número de conejos-, el otro elemento queda afectado. La prohibibión, tras la epidemia de las vacas locas, de dejar en el campo el ganado muerto es otra razón que presiona, esta vez sobre los buitres.
El control tiene la misma ambivalencia que el poder. Aplicado a uno mismo es fuente de libertad. Cuando una persona pierde el control, no está siendo dueña de sus actos. Puede caer bajo el dominio de sus pasiones .como decían los moralistas clásicos- o de automatismos fisiológicos, como por ejemplo en una borrachera. La libertad va de la mano con la construcción de los sistemas psicológicos del autocontrol. La lucha por la libertad -psicológica o política- consiste en librarse de controles externos, afianzando los controles propios. Por ello, la psicología evolutiva presta cada vez más atención a la construcción del niño de estos sistemas de autocontrol, que son el fundamento de su libertad.
Pero ahora estamos hablando de poder sobre otro, del poder social, afectivo, político, económico. Quien ejerce poder social quiere controlar la conducta de los subordinados, para que colaboren en las metas señaladas por el controlador. El poder consiste, precisamente, en obtener un objetivo que depende de la acción de otro, bien porque su colaboración sea necesaria, bien porque sea necesaria su inhibición [...]

Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder. Teoría y Práctica de la Dominación". Anagrama, 2010, Barcelona. Pp.: 33-35


http://youtu.be/S0tbEVe7nZI Silvio Rodríguez -Quién Fuera- "Seamos realistas y hagamos lo imposible"

sábado, 21 de julio de 2012

Jose Antonio Marina: paréntesis autobiográfico



UN PARÉNTESIS AUTOBIOGRÁFICO: JOSE ANTONIO MARINA. La pasión del poder. Teoría y práctica de la dominación.

A lo largo de mis investigaciones me he ido tropezando una y otra vez con el concepto de control. Cuando estudié la obra de Norbert Wiener, siendo yo un pipiolo filosófico, no pensé que medio siglo después recordaría esas lecturas. Me interesanron sin apasionarme. Wiener inventó una ciencia -la "cibernética- que trataba de los sistemas de control, pero en aquel momento mi corazón estaba más cercano a los análisis sartrianos de la libertad, y pensé que el concepto de control valía para las máquinas, pero no para el ser humano. No me di cuenta de la importancia que iba a tener el concepto de feedback, de retroalimentación, para explicar nuestros comportamientos.
Pocos años después me encontré de nuevo el tema del control al estudiar a B. F. Skinner. Toda su obra estuvo dirigida a estudiar el control de la conducta. Su teoría era tan sencilla, tan eficazm que ejerció una ríida dictadura en el mundo académico durante decenios. Al estudiar el comportamiento, prescindía de toda referencia a la conciencia, a los propósitos, deseos, miedos del sujeto, porque, a su juicio, era una "caja negra" de la que no podíamos saber nada con certeza. Lo importante era estudiar cómo un estímulo produce una respuesta. Su tesis principal era que el ambiente determina el comportamiento y que si  controlo el ambiente contrlo el comportamiento. El método para conseguirlo era el "condicionamiento operante". Todo organismo tiende a repetir el comportamiento premiado y a evitar el castigado. Skinner intento aplicar este método a las sociedades, recomendando una "ingeniería social" que resolvería todos nuestros conflictos. En su obra Más allá de la libertad y la dignidad defendió que estos conceptos aparentemente tan nobles habían sido perjudiciales para la humanidad, porque prohibían la utilización de la ingeniería social a gran escala, con lo que nunc anos libraríamos de enfrentamientos. En una curiosa novela, titulada Walden Dos, describía esa sociedad de autómatas humanos. Aunque estudié con minuciosidad la obra de Skinner, tampoco me interesó mucho porque acababa de aparecer la "psicología cognitiva", que reivindicaba el estudio de la "caja negra", y el imperio conductista tocaba a su fin. Además, en esos momentos mi interés estaba orientado hacia aquellas conductas innovadoras, creadoras -como por ejemplo las lingüísticas- que resultaban difíciles de explicar con las propuestas de Skinner. Sin embargo, Skinner resulta imprescindible para conocer los mecanismos más elementales del poder.
Curiosamente, la "psicología cognitiva" también retomó la idea de control. Se inspiraba en la metáfora del ordenador, y la informática, que ya había progresado mucho, al diseñar las complejas arquitecturas de os ordenadores llegó la conclusión de que unos niveles tenian que controlar a otros. Uno de los padres de la inteligencia artificial  -Herbert Simon- mostró en Las ciencias de lo artificial que todos los sistemas ultracomplejos necesitan tener una estructura jerárquica. Y uno de los padres de la psicología cognitiva, Ulric Neisser, extendió esta idea a la psicología y concluyó que el funcionamiento mental, por ejemplo el uso de la memoria, exigía admitir algún control de tipo superior. No paraba ahí la cosa, porque en esa época yo estudiaba neurología y el problema del control de la acción me apasionaba. Leí con fascinación los trabajos de Luria, Fuster y Damasio sobre el lóbulo frontal, que juega el papel de controlador de nuestro complejísimo sistema cerebral.


Estas son las razones de mi interés actual en el concepto de control.

domingo, 15 de julio de 2012

Poder social, personal y Psicología: Jose Antonio Marina




JOSE ANTONIO MARINA: LA PASIÓN DEL PODER. TEORÍA y PRÁCTICA DE LA DOMINACIÓN

Conviene no olvidar que el "poder personal" está en el origen del "poder social" o del "poder político". Un dictador utiliza abusivamente los poderes del Estado, pero solo cuenta con sus capacidades personales para alcanzarlos con su astucia, su poder de engaño ode convicción, su habilidad para buscarse aliados o para debilitar a los enemigos, su crueldad. ¿Cómo accedieron al poder los emperadores romanos? ¿Cuáles fueron las estrategias que encumbraron a los Médici, unos comerciantes de segunda fila? ¿Qué sucedió el 18 brumario, cuando Napoleón se hizo con el poder? ¿Cómo han conseguido su puesto los presidentes del gobierno español? ¿Cómo llegó al poder De Gaulle en sus dos ascensiones? ¿Cómo se nombra a un Papa? ¿Qué sucedió en la reunión de Burgos en la que Franco entró como general y salió como generalísimo? Max Weber llamó la atención sobre el aspecto carismático del poder, que está basado en la capacidad de una persona, y que habría que incluir bajo el título amplio de "poder personal". "Debe entenderse por carisma la cualidad de una personalidad, por cuya virtud se la considera en posesión de fuerzas extraordinarias, o como enviado de un dios, o como ejemplar jefe, caudillo, guía, líder."
Haremos énfasis en el "poder social", que va dirigido a imponerse a otro, una de cuyas variedades, pero solo una,es el poder político. Hay poder en las relaciones afectivas, en los amores y odios, en las familias, en las empresas, en las iglesias, y una de las limitaciones de las actuales teorías sobre el poder es su obsesión por el poder político. Como punto de partida voy a reseñar algunas definiciones conocidas. Max Weber -en su obra Economía y Sociedad- dio una definición que se ha convertido en canónica: "Poder significa la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad". Según Robert Dahl: "Es la relación entre actores, en la que un actor induce a otro a actuar de modo diferente a como de otra manera actuaría". Esta definición me parece más confusa porque la respuesta puede no ser de sumisión, sino de rebeldía. No podemos considerar una prueba de poder de Napoleón su capacidad de movilizar a las guerrillas españolas, que señalaron el declive del imperio.
Me interesan más las definiciones que introducen la idea de control o de decisión. "Poder es la habilidad para controlar el proceso de toma de decisiones en una comunidad" . "Poder es la producción de los efectos proyectados sobre otros hombres" (Bertrand Russell). "El problema del poder consiste en determinar quiénes intervienen en las decisiones" (C. Wright Mills). "Poder es el control ejercido sobre la actividad de otro mediante la utilización estratégica de recursos"(Giddens). Estas definiciones suelen olvidar que el poder no solo consiste en conseguir que otro haga lo que yo deseo, sino también en impedir que el otro haga lo que desea. Metiendo a una persona en la cárcel, se pretende impedir, no dirigir su conducta.
En conclusión, tiene poder quien puede determinar, dirigir, decidir la acción de otra persona. Auque estas tres "des" (determinar, dirigir, decidir) describen claramente el poder, me gusta utlizar la idea de control, que las inclye a todas, por razones que explicaré en el siguiente apartado.

Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder. Teoría y Práctica de la Dominación". Anagrama, 2010, Barcelona. Pp.: 29-31



http://youtu.be/I_sLJknaPuI Pedro Guerra -Si tu Quisieras-
http://youtu.be/ZixZ8Plg5e4 Pedro Guerra -Como dos Extraños-
http://youtu.be/cQhkem_vels Pedro Guerra&Bebe -El Marido de la Peluquera-
http://youtu.be/63xrbVSXbXA Pedro Guerra -Contamíname-

jueves, 12 de julio de 2012

Definición del Poder: Jose Antonio Marina

"No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo" Albert Camus.
"Para ver el mundo en un grano de arena, y el paraíso en una flor silvestre, toma el infinito en la palma de la mano, y la eternidad en una hora" William Blake.
"Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cuál es la estrella que lo guía" Antoine de Saint-Exupéry




GENEALOGÍA DEL PODER. Definición del Poder


Carl von Linneo estaba convencido de que Dios le había encomendado la misión de poner orden en la naturaleza, y decidió inventariar y clasificar todos los seres vivos. No se me ocurre pensar que estoy llamado a tan altas misiones, pero voy a ejercer al menos de herborista del poder. Estamos en una tupida selva, y conviene comenzar clasificando las especies para que las lianas no acaben liándonos. Hasta aquí he utilizado alegremente la palabra poder como si no hubiera necesidad de aclarar su signifcado, cuando en realidad mucho especialistas se quejan de la dificultad de definirlo. Los editores de un reciente libro titulado The Use and Abuse of Power dicen en su introducción: "Es sorprendente que, a pesar de su enorme impacto, sepamos tan poco sobre él, y que le hayan dedicado tan pocos estudios científicos".
¿Qué entiendo por poder? En primer lugar, poder es la capacidad de realizar algo, la facultad de convertir en acto una posibilidad. Es, pues, acción realizadora. "La capacidad transformadora inherente a la acción humana" (Anthony Giddens). Aparece aquí una primera dificultad. El poder solo existe en acto y, sin embargo, hablamos normalmente de él como si fuera una cosa que se puede tomar o dejar. Es un infinitivo que ha olvidado su dinamismo originario al convertirse en sustantivo. Se ha cosificado. Leo en una biografía de Alejandro Magno: "Alejandro murió en Babilonia en un tórrido día de junio del año 323 a.C. Sus generales se lanzaron a una vertiginosa y caótica lucha por el poder".
¿Por qué poder? ¿Po el de Alejandro? No, era intransferible y había muerto. Lucharon por su puesto, que es una cosa muy distinta. Los monarcas absolutos heredaban el poder absoluto, pero unos sabían ejercerlo y otros no. Unos lo ampliaban y otros lo perdían. El poder formal se transmite jurídicamente, como la propiedad -y en ella se basaron fundamentalmente las teorías de la legitimidad-, pero conviene no olvidar que se ejerce siempre en contextos informales. Los poderes formales de don Juan Carlos I no eran muy grandes, pero en cambio sí lo fue su influencia política. La noción de autoridad pertenece al dominio informal. Los tratadistas politicos americanos saben que un candidato a la presidencia debe intentar aumentar todo lo que pueda su poder informal antes de acceder a los poderes formales.
La facultad de hacer y de actuar, el sistema de las fortalezas personales, es la figura más originaria del poder, el origen de todas las demás. Llamaré poder personal a esra capacidad de hacer. Es un poder íntimo, fundante, constituyente, que puede fijarse objetivos distintos y proponerse metas diferentes. Puede sentirse interesado solo en su propia obra, en la perfección de sus capacidades, en la superación personal (motivación de logro), o puede querer influir en los demás, atraerlos a su proyecto, utilizar su energía para ampliarlo o, simplemente, dominar (motivación de poder). El poder personal se bifurca por ello en un poder autorreferente, personal, dirigido a sí mismo, ensimismado, y en un poder social, transeúnte, dirigido a los demás. Para designarlos, los escolásticos acuñaron dos tecnicismos: "poder monástico" (solitario) y "poder político" (que domina a otros). No son sutilezas modernas. Cuenta Richard Lee que cuanddo preguntó a miembros de la tribu kung si tenían jefes, le respondieron: "¡Por supuesto que tenemos jefes!" De hecho, todos somos jefes, cada uno de nosotros es jefe de sí mismo" Este es el poder autorreferente, monástico, privado.
Conviene no olvidar que el "poder personal" está en el origen del "poder social" o del "poder político". Un dictador utiliza abusivamente los poderes del Estado, pero solo cuenta con sus capacidades personales para alcanzarlos con su astucia, su poder de engaño o de convicción, su habilidad para buscarse aliados o para debilitar a los enemigos, su crueldad [...]

Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder. Teoría y Práctica de la Dominación". Anagrama, 2010, Barcelona. Pp.:27-29




http://youtu.be/Yq5cj1pxbJo Marthin Luther King -I Have a Dream- En Washington, junto a la estatua de Lincoln.
http://youtu.be/3cFTJ9q5ztk Charles Chaplin en "El Gran Dictador". Alegato contra la violencia.
http://youtu.be/A_bOn53LlYc Ghandi. Ginebra, 1931.
http://youtu.be/mnUkNmTFCGs The Beatles -Let it Be-

Interesantes los discursos, ejemplos de lucha contra el Poder establecido. Particularmente contra la opresión, la discriminación y el abuso de los derechos humanos. Personas que cambiaron el mundo. Dos de ellas: el reverendo Marthin Luther King y Ghandi fueron asesinados, no así los demás. Todos ellos fueron creativos, vieron otro modo de hacer, de pensar, de sentir de actuary de implementar modelos. Desde el arte de la oratoria a la creatividad de la genial película de Charles Chaplin. Hasta llegar, más adelante cronológicamente a The Beatles -Let it Be- No solo fueron unos grandísimos artistas que revolucionaron el mundo de la música y contribuyeron a la revolución cutural de la época.
Les invito a que se liberen de las cadenas de la familia, la sociedad, la cultura, la política y sean lo que quieran ser, lo que les salga del Alma, del corazón, un gesto espontáneo que quizá ha sido censurado por el pesado bagaje de los y prejuicios.
Rodrigo Córdoba Sanz.


miércoles, 11 de julio de 2012

La Pasión del Poder: Los tres saltos de Fase



El estudio del poder es una travesía desde la biología hasta la ética, como sucede siempre que estudiamos algún producto de la inteligencia humana. Pero en este caso con mayor dramatismo. La ética aparece como el gran esfuerzo para frenar al poder y como el gran esfuerzo para inventar un poder diferente. Este proceso que nos aparta de la selva se da mientras tres grandes saltos de fase, en los que aparecen energías y posibilidades nuevas, y que constituyen el eje de la historia humana y también de nuestra exposición.

Primer Salto: La inteligencia humana convierte todos los deseos en insaciables, incluido el deseo de poder. Comparados con la estabilidad animal, somos seres disruptivos e inquietos. Y esto se manifiesta tanto en el "poder de" hacia algo, como en el "poder sobre" alguien, que es el que vamos a estudiar preferentemente.

Segundo Salto: Los mecanismos de dominación se van haciendo cada vez más simbólicos. La fuerza como único recurso de poder deja lugar a otros recursos más sofisticados e irreales. La seducción sustituye a la coacción.

Tercer Salto: Por último, aparece la necesidad de legitimar el poder, de justificar de alguna manera la obediencia. Es una exigencia del poder mismo, que, sin embargo, acabará resultando el gran contrapoder. La lucha poe el poder se convierte en una lucha entre distintas legitmaciones.

No hay que dejarse engañar por la aparente frialdad de los enunciados. En cuanto destapemos uno de ellos nos invadirá un turbión de violencia, dolor y esperanzas inagotables, pero frecuentemente decepcionadas. Es decir, la vida.

Jose Antonio Marina: "La Pasión del Poder. Teoría y Práctica de la Dominación". Anagrama, 2008, Barcelona. Pp.: 24-25

http://www.universidaddepadres.es/  Universidad de Padres dirigida por Jose Antonio Marina: Proyecto pedagógico dirigido por José Antonio Marina para colaborar con los padres durante todo el proceso educativo de sus hijos. La idea fundamental de este proyecto es que toda la sociedad debe ayudar en esta tarea. Aspiramos a recuperar un discurso educativo optimista y alegre, que en la actualidad se ha olvidado

miércoles, 20 de junio de 2012

La Pasión del Poder



Los animales actúan hasta donde les permiten sus deseos y sus fuerzas, los humanos tenemos el deseo de tener más deseos y más fuerzas para satisfacerlos, lo que dispara la espiral de una historia grande ero cruel. Para afirmarnos como centro de libertad, buscamos la distinción, aspiramos a extender nuestra capacidad de acción, a realizar nuestras posibilidades, buscamos la competición con nosotros mismos o con los demás, porque triunfar nos proporciona un gran placer, y, en esta galopada ansiosa, algunos individuos considerar que dominar a otras personas es la culminación del dinamismo afirmativo. En este punto cambia el sentido del impulso. El poder deja de ser expansión de la propia energía para convertirse en afán de dominación. Gregorio Maranñón, que estudió la pasión de mandar en su libro sobre el conde duque de Olivares, la relaciona con el "instinto de superación". Piensa que es un instinto que produce efectos polimorfos: "Conduce a la riqueza, al mando, a la gloria, al heroísmo, a la santidad, al crimen y a la perversión sexual". Pero "hay un grupo de seres humanos para los que el mando es, por si mismo, el fin de su instintivo afán: mandar por la fruición pura de mandar, como el ávaro ama el oro por el otro. Esta es la forma genuina de la pasión de mandar".
Ahora estamos hablando de un nuevo tipo de poder, canalizado hacia un objetivo concreto: imponerse a otro.
Hablando del poder político de Bertrand de Jouvenel escribe: "En toda condición y posición social, el hombre se siente más hombre cuando se impone a los demás y los convierte en instrumentos de su voluntad, medios para alcanzar los grandes fines cuya visión le embriaga. Dirigir un pueblo, ¡qué dilatación del yo! Solo la dicha efímera que nos proporciona la docilidad de nuestros miembros tras una larga enfermedad puede hacernos sospechar la felicidad incomparable de irradiar a diario los propios impulsos en su cuerpo inmenso, haciendo que se muevan a lo lejos millones de miembros desconocidos".
Esta es la razón de la euforia que invade al que ama el poder, en el mismo acto de ejercerlo. Según cuenta su secretario Perrault, Colbert, el ministro de Luis IV, se frotaba las manos de alegría al acercarse por la mañana a su mesa de trabajo. Algo parecido se trasluce en la correspondencia de Napoleón, y en los comentarios que hace su secretario el barón Fain. Pensaba que toda la maquinaria del poder en Francia recibía la energía inicial de la mesa de su despacho. Sentir esa gigantesca circulación de energía era para él como sentir su propia circulación magnificada...

Los grandes asesinos políticos han pensado que eran los únicos que podían conducir a su pueblo a la felicidad. Lenin, Stalin, Mao, Pol Pot lo dejaron claro. Solo ellos -o en todo caso el partido- sabían lo que el pueblo necesitaba. Hermann Rauschning recoge una declaración de Hitler en 1939: "La providencia me ha designado para el el gran libertador de la humanidad. Yo libero al hombre de la opresión de una razón que quería ser un fin en sí misma; lo libero de una envilecedora quimera que se llama conciencia o moral y de las exigencias de una libertad individual que muy pocos hombres son capaces de soportar". Espero que el balance de víctimas haya vacunado a la humanidad contra la espera de algún salvador. Pero mi esperanza es crédula.

Jose Antonio Marina: "La pasión del poder. Teoría y práctica de la dominación" Anagrama, 2008, Barcelona. Pp.: 18-21


http://youtu.be/Rj_7E4y7ov4 Jose Antonio Marina y Claudio Naranjo en la Universidad Complutense de Madrid. Sobre la Educación. Tratando cambiar una educación "obsoleta", que no se ocupa, o no está pensada en formar personas, como recomienda la UNESCO, sino para formar a trabajadores que se inserten en el engranaje productivo. ESto procede problemas sociales y psicológicos en alumnos y profesores. Dos visiones distintas. Jose Antonio Marina: "Coincidimos en lo fundamental y discrepamos en todo lo demás". No se lo pierdan.