Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza. Tfno.; 653 379 269 Página Web: Contacta IG:@psicoletrazaragoza rcordobasanz@gmail.com
Para entender qué es la fobia social hay que entender que esta se caracteriza por miedo intenso, irracional, persistente y excesivo ante situaciones o interacciones sociales, ante la eventualidad de no desempeñarse adecuadamente, verse en situaciones embarazosas, vergonzantes o humillantes, ya sea como consecuencia de la propia actuación o de la posible aparición de síntomas o reacciones incontroladas. No es lo mismo fobia social que timidez, no todos los tímidos padecen fobia social. Una persona tímida experimenta vergüenza y en algunos casos miedo, pero de forma muy atenuada; de hecho, un cierto grado de timidez es normal en la mayoría de las personas. Mientras que cuando se padece fobia social los síntomas de ansiedad y miedo son desproporcionadamente intensos e incapacitantes.
Este miedo es reconocido por la persona que lo padece como excesivo e irracional y habitualmente viene precedido de ansiedad anticipatoria, horas o incluso días antes de la ocurrencia de la situación temida. Por ello tratan de evitar cualquier acontecimiento social (reuniones, fiestas, hablar en público…) y si se ven obligados a enfrentar una de dichas situaciones experimentaran una ansiedad muy intensa.
Cuando anticipamos (con pensamientos catastrofistas) aparece la ansiedad, esta es tan elevada que cuando nos exponemos a la situación temida nos bloqueamos, de tal modo que se confirman nuestros pensamientos negativos que habíamos previsto y es cuando actuamos de forma inadaptada. Con esto se refuerza la idea inicial de que no valemos, pero en realidad no nos damos cuenta de que nos hemos boicoteado a nosotros mismos.
Fobia social específica: el miedo aparece en una situación determinada (ej., hablar en público).
Fobia social generalizada: las situaciones temidas incluirían todas las situaciones sociales menos aquellas en que la persona se relaciona con personas “seguras” (ej., andar por una calle concurrida, cruzar un paso de cebra, entrar en un bar, ir a comprar a una tienda…)
- Temores básicos, que son: temor a ser observado, a sentir mucha ansiedad y a tener un ataque de pánico.
- Temor a no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
- Temor a manifestar síntomas de ansiedad que puedan ser vistos por los demás y/o interferir con la actuación.
- Temor a la crítica, a la evaluación negativa y al rechazo.
- Temor a no poder alcanzar las elevadas metas autoimpuestas.
Respuesta Cognitiva (pensamientos): interpretaciones catastróficas, creencias firmes de que algo terrible va a suceder. Por ello, los principales pensamientos son:
- Sobre la propia actuación (no sé qué decir, voy a meter la pata)
- Sobre la percepción de los demás de la propia actuación (se van a dar cuenta, me están mirando…)
- Sobre el juicio negativo de los demás (pensarán que soy idiota, mentiroso, raro…)
- Sobre ser rechazado (me despreciarán, dejará de ser mi amigo…)
- Sobre autodesprecio (nadie tiene un problema como éste, soy un inútil, nunca lo superaré)
- Sobre reacciones de ansiedad visibles (¡Qué horror! Como sudo, tiemblo…)
Respuesta Fisiológica (síntomas):
- Temblor de voz y manos.
- Sudoración, sonrojo, escalofríos
- Malestar gastrointestinal (ej: sensación de vacío en el estómago o diarrea, náusea).
- Urgencia urinaria
- Taquicardia/palpitaciones
- Dificultad para tragar, boca seca.
- Tensión muscular,
- Sensación de ahogo o falta de aire.
Respuesta Motora (Conducta):
Conductas de seguridad (evitación o escape) son comportamientos que se realizan para no sentir ansiedad o que no se note y así reducir la posibilidad de ser enjuiciado por los demás.
Ejemplos de estas conductas son: no ir a situaciones temidas, tomar alcohol o ansiolíticos antes de llegar al sitio, situarse en las reuniones sociales en un lugar seguro, no mirar a los ojos, maquillarse mucho para que no se note el rubor, uso de ropa ancha y fresca para evitar sudar, hablar poco, contestar con monosílabos a las preguntas, hablar sin parar para evitar silencios, apretar vasos para no temblar…
¡Rotundamente SÍ! Los problemas de ansiedad en general, y las fobias en particular, se deben tratar con terapia cognitivo-conductual, ya sea individual o en grupo. Es decir, el objetivo debe ser aprender otras formas de evaluar una situación social, y cambiar nuestra forma de pensar, reaccionar y actuar ante ella. Lo importante para superar una fobia es enfrentar aquello que nos da miedo, pero de forma progresiva, y lo mejor es ponerse en manos de un profesional para ello.
Recordad que: “El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son” – Livio
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