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Paz y Ciencia

sábado, 2 de marzo de 2019

Pensamientos y emociones




Viajemos hacia el interior de nuestro cuerpo:
1. Debemos partir de que existe una clara relación entre lo que sentimos y lo que pensamos. De hecho un pensamiento es el componente cognitivo racional de una emoción.
Así, escojamos la emoción que escojamos, siempre debemos de tener en cuenta que se encuentra fundamentada en tres pilares: un componente expresivo, facial y corporal; un componente fisiológico, que conlleva cambios orgánicos en nuestro cuerpo y un componente cognitivo racional: lo que pensamos, ese torrente de pensamientos que nos asalta y que no siempre logramos dominar o parar.
2. Existen dos formas de relacionarse con el mundo: el lenguaje de las emociones y el lenguaje racional, formado por códigos y signos. El pensamiento racional se basa en el lenguaje y las personas con alta capacidad poseen un mayor razonamiento verbal y un mayor vocabulario.
¿Qué ocurre con un cerebro que procesa la información de un modo más racional que emocional? Uno que basa su funcionamiento en premisas lógicas, y, dichas premisas, se basan en un lenguaje de símbolos y signos, como es el lenguaje verbal. En ocasiones, estas composiciones racionales que se realizan a través del lenguaje, se distorsionan. No todo lo que depende del lenguaje es perfectamente coherente, puede ser alterado y no ofrecernos una imagen que se ajuste a la realidad.
3. Aunque no hay estudios concluyentes al respecto, sí se sabe que el desarrollo prematuro del córtex cerebral, y con ello de la parte racional, causa un desequilibrio, una falta de armonía entre el desarrollo del  mismo y la parte emocional, ya que para que exista un buen desarrollo emocional se necesita tiempo, tiempo para poder vivenciar emociones, tiempo en el cual de forma normalizada se desarrolla nuestro córtex cerebral, y en el caso de la alta capacidad parece que este factor tiempo se altera, ya que el córtex se desarrolla antes.
4. Las personas con alta capacidad son, en general, personas inconformistas y muchas de ellas, insatisfechas. Estas características también están presentes en otros ámbitos de la población, pero aparecen con mayor frecuencia entre las que tienen alta capacidad y les confieren unas características particulares. Nosotros denominamos a este tipo de personalidad, del explorador. Son personas que están en el mundo para ver y analizar; para explorar y buscar, que disfrutan con el camino hacia la meta y no con la llegada a la misma. Son personas que se motivan marcándose retos y caminando hasta conseguirlos. Nunca se sacian de explorar, y por tanto, no son personas lineales. No se plantean una única meta y avanzan hasta conseguirla, quedándose satisfechos cuando la alcanzan.
5. Por último, y no por ello menos relevante, tenemos también dos componentes de personalidad que se repiten: la elevada vigilancia y la autosuficiencia. Por elevada vigilancia, entendemos la característica de personalidad que lleva a tener un exceso de recelo hacia la conducta de los iguales. Por autosuficiencia, la característica que lleva a tomar decisiones al margen de los otros, sin tenerlos en cuenta.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza (Zona Centro).
E-mail: rcordobasanz@gmail.com
Página Web: www.rcordobasanz.es

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