Sólo tardíamente ha buscado el psicoanálisis las diferencias de la libido entre el hombre y la mujer. Arrancando de su propia experiencia y de los estudios de Jeanne Lampl-de Groot, Melanie Klein y Helene Deutsch, ha llegado a establecer lo siguiente: La mujer considera sus órganos sexuales como víctimas de una castración; merced a este complejo de castración reconoce la superioridad del hombre. Esta actitud se despliega en tres direcciones: Por una parte, descontenta con su clítoris, asustada por su comparación con los machos, renuncia a la sexualidad, singularmente a las ocupaciones y fantasías fálicas. Por otra parte, no pierde la esperanza, que se mantiene hasta fases muy tardías, de poderse volver hombre; este "complejo de masculinidad" puede derivar en una actitud homosexual posterior. (Fuerza es reconocer, formuladas de una u otra manera, que aquí yace latente la idea de la inferioridad y del ansia de superación, es decir, una escala de valores y una tendencia a alcanzar los más altos.) Finalmente, toma por objeto sexual al padre y constituye el complejo de Edipo invertido, llamado también complejo de Electra [...]. El complejo de Edipo constituye en la mujer, según Freud, el resultado final de un largo desarrollo, y no puede considerarse destruido por el complejo de castración, como ocurre en el hombre; esta fase preedipal de la mujer es decisiva incluso en sus manifestaciones culturales [...].
Para nosotros es totalmente arbitrario el pretender que todo hombre cuenta en su biografía con la tragedia de Edipo. En éste no debemos ver más que el símbolo expresivo de una realidad y no de su contenido exacto, pero que ha tenido la virtud en ésta, como en toda la terminología psicoanalítica, de haber llamado la atención hacia sí...
Juan J. López Ibor: La agonía del psicoanálisis. Espasa-Calpe. Colección Austral. Primera edición 1961.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza. Zona Centro.
E-mail: rcordobasanz@gmail.com
Página Web: www.rcordobasanz.es
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