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Paz y Ciencia

viernes, 1 de julio de 2011

Dependencia


Una persona se planteaba qué es eso de la dependencia. Colgué un caso clínico de Jorge Castelló, experto y escritor de un libro especializado en este tema, en concreto en el trastorno de dependencia emocional, como trastorno de personalidad. Con comorbilidad con el trastorno histriónico, el dependiente y el límite entre otros.

Pero en palabras sencillas y al margen de clasificaciones la dependencia se puede separar didácticamente en dos factores, la instrumental, es decir, dependencia para hacer algo, por ejemplo preparar un guiso o ir en coche a otro lugar (ahora cubierto parcialmente por los GPS) y la dependencia emocional, una dependencia ligada a las parejas y a familiares cercanos que corresponde con una carencia, una frustración, una falla, un hueco, una pérdida, déficit narcisista, baja autoestima, problemas de autoconcepto, en fin, un largo etcétera que habría que matizar caso por caso, a mí no me gustan demasiado esos artículos que clasifican a las personas por signos y síntomas, creo que la dimensión humana va más allá de todo eso desde la vertiente de la psicoterapia y a veces nos podemos perder en esos componentes, por otro lado, necesarios para una buena praxis.
La dependencia emocional, que es lo que tiene más jugo, está relacionada con los trastornos de personalidad, los trastornos de personalidad se constituyen por fallos, errores, negligencias, abusos, excesos y otros factores de crianza y educativos ligados a cierto componente genético. Se sabe que a medida que las personas maduran el temperamento se suaviza y los trastornos de personalidad se atenúan en su presentación clínica.
La dependencia emocional es algo frecuente, tal y como lo expresa Jorge Castelló, conlleva el no poder vivir sin la pareja, necesitarla constantemente, llamarla con mucha frecuencia, no poder ser autónoma o autónomo, no poder construir un espacio personal, independiente. El resultado es que esto asfixia a las parejas y luego las personas con este problema acuden a la consulta por el duelo de la pérdida de su relación de pareja. Tras mucho trabajo pueden entender y hacer el insight que eso se debe a su manera de ser. Esto sería un pequeño apunte al respecto. Dice Jorge Castelló en su artículo "Análisis del concepto Dependencia Emocional": No obstante, la dependencia emocional sí se ha estudiado indirectamente mediante conceptos afines. Dichos conceptos tienen entidad propia, pero nos han servido para conocer mejor a este fenómeno y a esta clase de pacientes, y especialmente nos han proporcionado un marco de referencia para su comprensión, evaluación y tratamiento. Es posible que cuando nos referimos a un paciente que presenta una pauta permanente de apego ansioso, a otro que mantiene relaciones autodestructivas, a un tercero codependiente de un alcohólico, a otro con depresión sociotrópica, y a uno más con adicción amorosa, estemos en ocasiones hablando con términos o perspectivas diferentes de un mismo tipo de personas: los dependientes emocionales. No cabe duda de que la aproximación que nos ofrecen estos conceptos similares es sólo tangencial, y que no podemos equipararlos o utilizarlos como sinónimos; lo más beneficioso sería, entonces, estudiar los puntos que tienen en común con la dependencia emocional con el fin de conocerla en profundidad, y después analizar las diferencias que sin duda existen.










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