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Paz y Ciencia

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Un tipo especial de Trastorno de Personalidad



En psicología el trastorno de personalidad es definido como una perturbación relativa a uno mismo, a los otros y con respecto al ambiente que es crónica, evidente desde la infancia y la adolescencia y persisten durante la edad adulta.
Los rasgos de una personalidad trastornada son rígidos e inflexibles, y resultan desajustados en el ambiente del sujeto, es decir, el individuo tiene una tendencia a actuar, a pensar y a sentir que se mantiene estable a lo largo del tiempo, los lugares y las personas, y que acaba por crearle problemas o sufrimiento. 

Un ejemplo paradigmático es el Trastorno Límite  de la Personalidad, cuya capacidad agresiva y destructora es hacia ell@s mism@s y se ajusta a la anterior descripción porque sufren mucho y hacen sufrir por impotencia y caos, generalmente. No suelen tener una conducta antisocial, si mantenemos al margen el uso de sustancias y alcohol.

Lo que diferencia al psicópata de otros trastornos de personalidad es su sintomatología, los rasgos que presenta, y el hecho de que disfruta haciendo lo que hace. Ésta es una gran diferencia. 

Alguien que evita a la gente, que teme relacionarse con los demás no está contento por ser así, lo lamenta, aunque acabe adaptándose para sobrevivir. Pueden ser personas asociales no antisociales.
En cambio, el psicópata no ve razón alguna para cambiar: ¿no es acaso él un tipo superior, alguien especial?
Y, sí: desde el punto de vista de la relación con los demás, los psicópatas son arrogantes, superficiales, engañosos y manipuladores,  en el mundo afectivo, sus emociones son huecas, sin profundidad y volátiles, son incapaces de desarrollar vínculos sólidos con la gente, y carecen de empatía, ansiedad o sentimientos de culpa, y desde el plano de la conducta, son irresponsables, impulsivos, buscadores de sensaciones y predispuestos a la delincuencia. 

Mientras que la mayoría de los pacientes psiquiátricos graves sufren un serio deterioro de las funciones mentales, los psicópatas demuestran que puede existir una perturbación de funciones específicas como la voluntad o la emoción, sin que resulte dañada la capacidad de razonar. Las expresiones "locura sin delirio", "monomanía" y "locura lúcida" fueron empleadas a lo largo de los dos siglos pasados para describir tal condición.


Vicente Garrido: "Cara a cara con el psicópata" y Rodrigo Córdoba Sanz. Experto en Trastornos de Personalidad.

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