LA
EPIDEMIA DEL SIGLO
"…Es
como estar metido en un túnel, o un bosque tupido. Solo. Sin esperanzas de poder
salir algún día… Más bien pensando que no se es capaz de salir… o con la
convicción de que no existe salida alguna, y con la seguridad absoluta de que
nadie podrá ayudarte. Llega un momento en que ya no da miedo, en que ya no
provoca seguir luchando. Sólo tienes ganas de morirte y no tienes fuerzas para
matarte, sólo te queda desearlo."
De
esa manera me describía un paciente su dramática experiencia con esa patología
que progresivamente amenaza en convertirse en uno de los más terribles males del
presente siglo. La depresión ha venido cobrando unas dimensiones monstruosas a
lo largo y ancho del mundo.
Sólo
para dar una idea de lo anteriormente aseverado, mencionaré que en el año 1996
la Organización Mundial de la Salud (OMS) contrató a un equipo de investigadores
independientes dirigido por el Dr. Dean Jamison, profesor de Salud Pública en la
Universidad de California, en Los Ángeles, para realizar un estudio prospectivo
que identificara los mayores problemas de salud pública para el año 2020. El
comité que realizó este estudio utilizó una medida que pone énfasis no sólo en
la mortalidad sino también en la calidad de vida y en la pérdida de la
salud: "la carga de morbilidad medida en años de vida ajustados por la
incapacidad" (DALY: disability-adjusted life year), es decir la suma de los años
de vida potencial perdidos debido a una mortalidad prematura y los años de vida
productiva perdidos a causa de la discapacidad ocasionada por la enfermedad.
En
las mediciones preliminares se determinó que para el 1990 las principales
patologías que sumían a los individuo a algún tipo de incapacidad que afectaba
el bienestar y el desempeño cotidiano y le mataban prematuramente, eran las
infecciones respiratorias bajas, las enfermedades diarreicas, las condiciones
patológicas perinatales, la depresión mayor unipolar, que ocupaba ya para ese
momento el cuarto lugar, la cardiopatía isquémica, las enfermedades
vasculocerebrales, la tuberculosis, el sarampión, los traumatismos ocasionados
por accidentes de tránsito y cierto tipo de anormalidades congénitas.
Las
proyecciones realizadas por el equipo de Jamison para el año 2020 indicaron que
la depresión amenazaba con aumentar convirtiéndose en la segunda causa de
incapacidad en el mundo. Cuando se revisaron las proyecciones por género, se
determinó que para esta misma fecha la depresión amenazaba con convertirse en la
primera causa de incapacidad en las mujeres de los países desarrollados y
también en la primera en los países del tercer mundo, por encima de los
accidentes de tránsito, de la enfermedad Coronaria, de la enfermedad
broncopulmonar obstructiva crónica, de los accidentes vasculocerebrales, de la
tuberculosis, las infecciones respiratorias, las consecuencias de las guerras,
las enfermedades diarreicas y del sida que eran las que ocupaban los nueve
lugares restantes en la lista de las diez amenazas para el tercer mundo.
Es
fácil de entender por qué algunos especialistas han llamado a la depresión la
epidemia del siglo. Según cifras publicadas por la Organización Panamericana de
la Salud (OPS) en septiembre de 2001, se estima que hay alrededor de 25 millones
de personas con depresión en América Latina y que podrían llegar hasta 35
millones para el año 2010. Sólo un 15 por ciento son diagnosticadas y reciben un
tratamiento adecuado.
AYUDANDO
AL DEPRIMIDO: ¿QUE ES EFICAZ?
El
papel del psicoterapeuta en el tratamiento de este trastorno es de importancia
fundamental. Existen tres maneras fundamentales de abordar el tratamiento de la
depresión. La primera de ellas es farmacológica, es decir, prescribir a los
pacientes aquejados por el trastorno alguno de los numerosos fármacos
antidepresivos que se venden en el mercado. La segunda es la aplicación de
ciertas herramientas propias de alguno de los métodos de psicoterapia, la
tercera es la combinación de las estrategias anteriores.
Las
farmacoterapia tiene una importante ventaja: es mas rápida, con un buen
tratamiento farmacológico los síntomas de depresión desaparecen, o al menos
mejoran dramáticamente en un tiempo promedio de no supera las cuatro semanas y
que en ocasiones se reduce a sólo unos cuantos días, sin embargo, el tratamiento
medicamentoso es predominantemente sintomático, es decir que muy frecuentemente
al retirar los medicamentos antidepresivos los síntomas de depresión reaparecen
al cabo de unos pocos meses, el paciente experimenta una recaída; también son
más frecuentas las recidivas, el medicamento no evita que el paciente enferme
nuevamente del mismo cuadro. Con el tratamiento psicoterapéutico las recaídas
son mucho menos frecuentes y también las recidivas, pero el inicio de la mejoría
es mucho más lento que con el tratamiento a base de antidepresivos. Numerosos
estudios indican que cuando se combinan ambas estrategias prevalecen las
ventajas de las dos, es decir que con el tratamiento combinado los pacientes ven
desaparecer más rápido los síntomas de la depresión y tienen menos posibilidades
de recaer o recidivar cuando se descontinúa la medicación.
La
psicoterapia tiene la capacidad de profundizar la mejoría de este trastorno, de
hace que esta sea duradera en el tiempo y de generar cambios en la persona y en
su forma de aproximarse a los eventos de su entorno, esto desminuye notablemente
la posibilidad de volver a enfermar de un trastorno depresivo. Pero ¿son todas
las psicoterapias efectivas? ¿Cuál de los modelos psicoterapéuticos es más
apropiado para el tratamiento de la depresión?
Existen
para los momentos diferentes corrientes teóricas acerca de la depresión y cada
una de ellas propone un abordaje particular con algunos aspectos en común y
algunas divergencias. Voy a hacer una breve mención de las que se han
considerado mas relevantes.
La
más conocida de ellas es, sin duda, la teoría psicoanalítica que a entendido la
depresión como una agresión vuelta hacia el yo en el que reside un objeto
interiorizado que tiene para el sujeto una significación ambivalente de amor y
odio. Apoyándose en esta visión el psicoanálisis explora en la memoria pasada
del paciente buscando la causa que genera la ambivalencia y la autoagresión,
también busca fortalecer el yo para que pueda oponerse a los impulsos agresivos
del superyo.
La
psicoterapia cognitiva, modelo desarrollado por Aaron Beck y que ha hecho gran
hincapié en la demostración experimental de sus resultados, plantea que la
depresión es una distorsión cognitiva, en que el paciente sufre como
consecuencia de una experiencia de pérdida ocurrida en un momento de la vida del
paciente en que este no podía elaborarla en forma adecuada. Este evento ocasiona
una alteración en la autoevaluación del sujeto, en la forma en que interpreta su
entorno y la evaluación de sus posibilidades de manejarse en el futuro (aspectos
que Beck denominó tríada cognitiva). En una persona que se establece objetivos
elevados y rígidos los fracasos en alcanzar tales objetivos son entendidos como
un defecto profundo e insuperable de si mismos, esto lo sume en un sentimiento
de profunda tristeza y de aguda e implacable autocrítica que son característicos
de las depresiones. Beck sostiene que la depresión no es un trastorno emocional
sino cognitivo.
En
1974 Seligman planteó otra forma de entender la depresión, según la cual esta
era ocasionada por un sentimiento de insuficiencia aprendido, según el cual el
paciente se percibe incompetente para evitar las situaciones de sufrimiento o
para controlar y propiciar aquellas que le producen gratificación y por ello se
culpa a si mismo. Esta propuesta se conoce como la teoría del desamparo
aprendido.
Desde
el punto de vista de la teoría conductual Ferster , Lazarus y
Lewinshon plantearon que la depresión era la consecuencia de uno de tres
fenómenos de reforzamiento conductual: en primer lugar, el insuficiente refuerzo
de algunas conductas que propician la satisfacción y aumentan las probabilidades
de alcanzar metas específicas, en segundo lugar la escasa disponibilidad de
refuerzos adecuados en el entorno y por último la pérdida de efectividad de los
refuerzos disponibles.
Mathews consideró
la depresión como un fracaso en la autorregulación que ocurre cuando una
secuencia de comportamiento no obtiene el adecuado éxito en una situación
especifica, entonces los individuos pasan sucesivamente por fases
de autorevisión, autoevaluación, y autorrefuerzo. Los sujetos depresivos, por
ciertas razones que Mathews aclara insuficientemente, tienen una predisposición
a evaluarse en forma inflexible y a realizar por lo tanto autorrefuerzos
inadecuados por lo que se pierde la autorregulación espontánea del
sujeto.
La
ineficacia en el establecimiento de ciertas relaciones interpersonales fue
aducida por Salzman y Coyne quienes aseguraron que la depresión ocurría porque
las personas sentían haber perdido al aprecio y el afecto de ciertas figuras muy
importantes de su entorno. Estos sujetos muy perfeccionistas y rígidos recurrían
a una serie de mecanismos de coacción como el ruego las exigencias despóticas,
la manipulación o el chantaje emocional para forzar a las personas
significativas a reintegrarles al afecto que ellos suponían perdido.
Para
finalizar mencionaré el planteamiento de Benton quien aseguraba que la depresión
era, tanto un intento del paciente de protegerse de las experiencias amenazantes
o traumáticas como un mecanismo de reexperimentar la pérdida para poder
resolverla.
Cuando
se hace un estudio minucioso encontramos que todas estas teorías tienen aspectos
en común con los planteamientos que hace la psicoterapia Gestalt en torno a la
depresión. Por ejemplo, la interacción entre el superyo rígido y amenazante y
algunos aspectos del yo que propone el psicoanálisis se semeja en ciertos
aspectos a la relación polarizada del "perro de arriba" y el "perro de abajo"
planteada por Perls. La noción de gestalt inconclusa plantea mecanismos
similares a los referidos por Beck cuando habla del evento traumático de pérdida
no elaborado, situación que fue también propuesta por Benton y por los autores
conductuales. Y no hace falta mencionar lo cercana que está la psicoterapia
Gestalt de los planteamientos hechos por Mathews puesto que el concepto de
Autorregulación Organísmica es de factura Gestáltica. Sin embargo, a pesar de
las evidentes coincidencias conceptuales acerca del origen etiológico de la
depresión tenemos con ellos numerosos puntos divergentes que serán expuestos
posteriormente en este escrito.
Lo
más importante es hacer notar que existen distintas perspectivas acerca del
origen de de la depresión, muchas de estas aproximaciones han tenido éxito
reduciendo la depresión, pero las que han obtenido una mayor eficacia son las
que incluyen la corrección de las distorsiones cognitivas, la modificación de
patrones de interacción social y la experienciación y/o expresión de las
emociones.Los terapeutas gestálticos podemos afirmar que la integración de la
personalidad, que es el objetivo último de la terapia gestalt, incluye
sobradamente todos estos componentes, y esta es precisamente la razón de la
eficacia de este modelo sobre los trastornos del estado anímico entre los que se
encuentra la depresión en sus distintas manifestaciones.
LA
DEPRESIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA GESTALTICO
Desde
una perspectiva Gestáltica la depresión es vista como el producto de un
conflicto entre dos segmentos de la personalidad que se han disgregado y
polarizado estos dos componentes de la personalidad fueron denominados por
Perls como "perro de arriba" y "perro de abajo". En realidad estos dos
componentes representan un conjunto de introyectos y creencias que han sido
incorporadas por el paciente probablemente desde su infancia y que por su
naturaleza y por provenir de personas que tienen una gran influencia sobre él,
como por ejemplo sus padres o quienes hicieron las veces de ellos, han sido
incorporadas a la personalidad sin ser cuestionadas en ningún momento.
El
Perro de Arriba representa una serie de elementos que constituyen una severa
conciencia proveniente del afuera que fue introyectada y ahora forma parte de la
personalidad del paciente, estos elementos fueron introyectados bajo la presión
de emociones como la culpa, la vergüenza y el miedo a ser duramente castigado o
a ser abandonado afectivamente y tienen la función de cuidar que la persona haga
y piense "lo correcto", "lo que debe", y de castigarle con severas autocríticas
cuando comete un trasgresión a estas rígidas normas, es una especie de policía
punitivo. Por su parte el perro de abajo encarna una serie de actitudes y
creencias utilizadas para manipular a los demás y que hacen ver al paciente como
un ser desamparado, inadecuado e incompetente necesitado de la compasión y la
protección de los otros y que recibe permanentemente las agresiones del perro de
arriba.
De
forma inconsciente el paciente deprimido divide su personalidad en estos dos
segmentos que manifiestan lo que la persona desea hacer y lo que cree que debe
hacer, encarnan la victima manipuladora y el victimario punitivo. El paciente
deprimido interrumpe el contacto con ciertos elementos o personas del campo o
entorno, con algunos aspectos de si mismo o con algunas de las emociones que
siente. La forma de interrumpir este contacto es a través de determinadas
manipulaciones. Manipula a las personas del entono y a si mismo proyectando en
los demás las polaridades del perro de arriba y el perro de abajo, la proyección
no permite la sensación y expresión de las emociones que estas partes
disgregadas de la personalidad le generan por lo que la gestalt nunca concluye y
el conflicto permanece sin resolver.
El
Campo Organismo-Entorno
La
concepción del hombre propia de la psicoterapia Gestalt plantea que los seres
humanos, como todos los seres vivos son organismos indisolublemente ligados al
medio ambiente en el que viven y se desarrollan. Como plantea el gestaltista
francés Jean-Marie Robine no podemos referirnos al hombre sin referirnos al aire
que respira o a la gravedad que lo mantiene unido al suelo, ni a una persona
irascible sin estar implícitamente aludiendo a los obstáculos que encuentra en
su camino.
Los
seres humanos somos entonces campos organismo-entono, unidades de influencia y
transformación permanente ligadas en forma interdependiente al ambiente, en las
que se da origen a determinados tipos de experiencias desde la satisfacción de
las necesidades básicas, hasta funciones complejas del cerebro como el
aprendizaje, la mente, el self, la salud y la enfermedad. En la frontera de
contacto entre el organismo y su entorno ocurre el proceso de autorregulación
organísmica, si este tiene lugar en forma eficiente el sujeto da satisfacción a
sus necesidades, completa sus Gestalt, si la autorregulación organísmica es
interrumpida por la aparición de alguno de los mecanismos de resistencia al
contacto tendrán lugar diferentes patologías, entre ellas la
depresión.
Esta
noción del ser humano como campo tiene sus orígenes en los trabajos del
psicólogo Kurt Lewin quien desarrollo la teoría del campo a partir de las
teorizaciones de los físicos Michael Faraday y James Maxwell quienes
describieron el comportamiento de los campos electromagnéticos . Lewin encontró
muy útiles algunos aspectos de esta teoría física para describir el
comportamiento de los seres humanos en relación con su medio
ambiente.
La
depresión tiene lugar por una interrupción o un bloqueo de la autorregulación
organísmica en el limite de contacto entre el organismo y su entorno los cuales
forman parte de un campo unificado de influencia mutua.
La
Depresión en el Ciclo de Autorregulación-Organísmica
Para
poder comprender la dinámica por medio de la cual aparece, se expresa y se trata
la depresión según el modelo gestáltico es preciso hacer referencia al ciclo de
autorregulación organísmica. Se trata de una secuencia de eventos que se suceden
cuando el individuo intenta dar satisfacción a sus necesidades o deseos. La
psicoterapia Gestalt estudia y aborda el contacto, es decir, las complejas
relaciones que se dan en la frontera entre el organismo y su entorno, todo
contacto es un proceso de autorregulación organísmica, es decir una ajuste entre
el organismo y el entorno. En este proceso surge la experiencia que es el
proceso de hacer en el campo y con el campo, y luego retirarse del contacto con
este en la frontera que une y separa al organismo y su entorno.
La
energía responsable de la experiencia es la excitación. La excitación hace que
la experiencia fluya por el ciclo de autorregulación. Este fluir puede
encontrarse dificultado por eventos de la vida pretérita o actual del individuo
que generan emociones y acarrean bloqueos en el flujo de excitación a través
del ciclo de la experiencia. Algunos de estos bloqueos que interrumpen el
contacto son responsables de la depresión.
La
forma en que el ser humano tiende a resolver sus necesidades desde las más
simples como una necesidad fisiológica hasta las más complejas, un deseo, una
atracción, un instinto, una emoción o una situación inconclusa requiere que se
moviliza una energía que conocemos como excitación a través de una serie de
etapas que conforman el ciclo de autorregulación. Utilizaré como ejemplo la
resolución de una necesidad fisiológica como la sed y ustedes sabrán que esto
mismo puede ocurrir con la satisfacción del deseo sexual, con el tratamiento de
una fobia a las alturas, la elaboración de un duelo por la pérdida de un ser
querido o el surgimiento y tratamiento de la depresión, naturalmente cada uno
con sus peculiaridades y complejidades. Una persona en situación de reposo o tal
vez ocupada en otras actividades como leer un libro o tener una conversación de
negocios percibe como surge una necesidad, inicialmente es solo una sensación
confusa, imprecisa, indefinida pero que atrae la atención y perturba el reposo o
la otra actividad, esa es la fase de la sensación.
Sensación:
Surge, emerge gradual o súbitamente una figura que se destaca del fondo
indiferenciado. Esta figura puede ser un impulso periódico que exige una
satisfacción de una parte del ambiente como el hambre la sed o el deseo sexual;
o tal vez una tensión no periódica relacionada mas interiormente con el cuerpo
como un malestar digestivo o un dolor de muelas; también una necesidad emocional
como el amor o trastornos ocasionados por modificaciones en el entorno como las
perdidas afectivas o los problemas laborales, quizás reajustes fisiológicos en
respuesta a cambios en el campo organismo-entorno que van desde variaciones de
temperatura hasta la recuperación de un accidente cerebro vascular.
La
sensación se hace más precisa y definida y es identificada por el individuo,
enteramente en la etapa del darse cuenta como sed, entonces es reconocida como
una necesidad propia perteneciente al organismo.
Darse
Cuenta: La figura que emerge se vuelve el punto focal de interés en la
experiencia consciente del individuo en el aquí y ahora. Se caracteriza por una
intensa experiencia sensorial, volitiva, conductual, emocional y cognitiva y por
una fuerte sensación de pertenencia, ya no es un deseo, sensación o necesidad,
es mi deseo, mi sensación o mi necesidad.
Esta
necesidad y la perturbación que genera diferencian en el sujeto un monto de
excitación que será orientada a la satisfacción de la necesidad, es la etapa de
movilización de energía, en la que el sujeto define la estrategia y moviliza los
elementos volitivos que necesita para satisfacer la sed.
Movilización
de energía: La excitación activa los recursos del self, las necesidades que
están completamente definidas generan energía volitiva e imágenes de
posibilidades de satisfacción, se activa el sistema motor y los sentidos se
abren a la información del entorno en busca de las posibilidades que existen en
este para la satisfacción de los deseos o necesidades
La
energía movilizada se transforma en acción, se seleccionan los recursos del
medio que se consideran más adecuados para satisfacer la necesidad y el sujeto
se moviliza hacia ellos. En este momento el sujeto se levanta y se dirige a la
fuente de agua potable más cercana.
Acción:
Se elige e implementa la acción apropiada, se organiza la actividad perceptiva,
conductual y emocional, se evalúan los obstáculos y se emprende la acción que ha
de ser responsable de resolver la tensión generada por la necesidad.
El
Organismo se pone en contacto con los elementos del campo que el eligió como los
adecuados para dar satisfacción a la necesidad, la sed en este ejemplo, entonces
toma el agua que vertió en el vaso y la ingiere
Contacto:
Nuestras funciones sensoriales y motoras facilitan el contacto con los elementos
ambientales del campo ya sean estos objetos o personas, o con los elementos
personales del campo como las memorias, imágenes u otros aspectos del self para
satisfacer la necesidad. Todo contacto tiene lugar en el límite entre el self y
el ambiente.
Luego
de la fase del contacto ocurre el contacto final, el momento en que el sujeto se
apropia del o los elementos del campo que satisfacen la necesidad específica, el
agua es asimilada satisfaciendo la sed.
Contacto
Final: Una parte del entorno ha sido incorporada al self con lo que tanto el
self como el ambiente son transformados generando una perturbación momentánea en
el campo organismo-entorno que resulta modificado. Por unos momentos la figura
se convierte en la única gestalt en la existencia, se une percepción, movimiento
y emoción en una experiencia expresada intensamente en el cuerpo ya sea de
satisfacción, de alegría, de tristeza o de clímax sexual.
Luego
ocurre la etapa de satisfacción en que el sujeto se desprende del campo con el
elemento incorporado y asimila la experiencia. La sed ha
desaparecido.
Satisfacción:
Se caracteriza por una sensación de satisfacción y alivio por la desaparición de
la tensión, reflexión sobre la importancia de los recursos implementados,
aprendizaje y asimilación de la experiencia. La excitación llega a su final y la
figura se debilita. El self y el entono tienen ahora una nueva configuración han
sido transformados.
El
sujeto satisfecho se retira entra de nuevo en la etapa de reposo o de vacío
fértil en espera de la próxima necesidad.
Entre
cada uno de estos pasos de la secuencia pueden ocurrir los bloqueos ocasionados
por los distintos mecanismos de resistencia y como mencioné algunos de ellos
pueden conducir a la aparición de un trastornos depresivo.
La
observación y la experiencia clínica nos han demostrado que las distintas
patologías mentales interrumpen u obstaculizan el fluir de la excitación o
energía a través del ciclo de autorregulación organísmica (también conocido como
ciclo de la gestalt o ciclo de la experiencia). Varios autores han tratado de
encontrar una correlación inequívoca entre el momento específico del ciclo en
que el flujo de excitación es interrumpido y las distintas patologías y aun más
entre las patologías y el mecanismo por medio del cual ocurre la interrupción,
también se ha pretendido, vincular los mecanismos de resistencia a momentos
concretos del ciclo de autorregulación. Estos intentos han dado unas pocas
coincidencias y numerosas discordancias. Sin embargo lo que resulta
fenomenológicamente evidente es que existe una relación entre las interrupciones
y las patologías y, desde el punto de vista clínico, ha sido sobradamente
demostrado que las técnicas que restablecen el fluir de la energía a través del
ciclo y que ayudan al paciente a eliminar los mecanismos de resistencia al
contacto asociados a la interrupción producen la mejoría o la desaparición del
cuadro patológico en forma transitoria o permanente. El cuadro patológico esta
también relacionado con el mecanismo de resistencia utilizado para propiciar la
interrupción.
La
depresión grave, según las hipótesis de concordancia, debería consistir en una
interrupción entre la retirada y la nueva sensación por medio del mecanismo de
la represión o entre la movilización de energía y la acción por medio de la
retroflexión . Sin embargo, la realidad es más compleja y menos ideal de lo que
estos autores ha vislumbrado. Como señalan los gestaltistas franceses Anne y
Serge Ginger y la británica Petruska Clarkson , la experiencia permite constatar
que la mayor parte de los mecanismos de evitación (introyección, proyección,
retroflexión, confluencia, etc.) suelen aparecer en distintos momentos del ciclo
de autorregulación organísmica. Y también se ha hecho evidente que una patología
puede estar determinada por varios mecanismos de resistencia que ejercen su
efecto en varios momentos del ciclo.
La
depresión puede ser tan profunda que el sujeto ve entorpecida su capacidad de
tener experiencias de si mismo y del entorno, se aísla en su cama, duerme
prolongadamente y pierde la capacidad de sentir placer por cosas que antes le
agradaban, llegando incluso a no percibir las señales de hambre que su cuerpo le
envía; en esta situación el mecanismo de resistencia o evitación que conocemos
como desensibilización esta interrumpiendo la sensación que es el primer paso
del ciclo de autorregulación. En otras ocasiones la deflexión, mecanismo
mediante el cual se evita el contacto directo con las experiencias propias o del
entorno interrumpe el pleno darse cuenta, el paciente puede en ese caso decir
frases como "esta bien me quede huérfano, pero que es en realidad eso de
orfandad uno nace solo y siempre esta solo" de esta forma no establece un
contacto pleno con el dolor de la perdida aunque es capaz de percibir su
presencia.
Otros
pacientes logran un adecuado darse cuenta de la perdida y del dolor que esta
ocasiona, pero son incapaces de movilizar sus energías para establecer un
contacto con los recursos del medio, en estas situaciones es común que algunas
creencias introyectadas impidan la movilización de energía o el contacto con el
entorno que hace falta para la resolución de la gestalt, se les oye decir "…si
me duele mucho que me haya dejado pero no voy a hablar con ella para arreglar
nada, si me humillo es peor". El contacto también puede estar interrumpido por
la retroflexión de emociones como la rabia, entonces el paciente comienza a
hacerse a si mismo lo que desearía hacer a los demás e inicia una serie de
autorecriminaciones e incluso a agredirse físicamente de diversas maneras. Como
se ve la depresión puede estar mediada por interrupciones del ciclo de la
experiencia en distintos momentos y por distintos mecanismos de
evitación.
ASPECTOS
DISTINTIVOS DE LA PSICOTERAPIA GESTALT
Aspectos
Generales
La
psicoterapia gestalt tiene algunas características que la diferencian de los
otros modelos psicoterapéuticos y en las cuales reside una buena parte de su
eficacia. Existen ciertos aspectos fundamentales que sumados la hacen muy
diferente de los otros modelos. En primer lugar se le da mucha mas importancia a
la vivencia fenomenológica de la experiencia subjetiva, es decir a lo que el
paciente experimenta en una situación dada y a como lo experimenta; en el
contexto psicoterapéutico se hace énfasis en las sensaciones corporales, los
gestos, las posturas, los rasgos faciales, el rubor, los temblores
involuntarios, etcétera. El discurso verbal y la comprensión intelectual, si
bien son también considerados tienen un lugar menos relevante que las
sensaciones, las emociones y la forma en que estos se manifiestan; entendemos
que la experiencia es la principal vía de aprendizaje y también del cambio.
El
segundo aspecto consiste en trabajar en tiempo presente, con la experiencia del
paciente en el "aquí y ahora". No significa esto que se niega la relevancia del
pasado en la génesis de las patologías o en las tendencias del paciente a actuar
de una u otra manera ante sus conflictos; sino que se considera que los eventos
pasados, como los recuerdos o los asuntos inconclusos y toda situación futura
como un temor o una expectativa, repercuten en el momento presente del sujeto
generando emociones, pensamientos o voliciones que han de ser abordadas en su
significado vigente en el proceso terapéutico actual.
La
psicoterapia gestalt toma al hombre en forma holística, como una unidad
integrada, no creemos que haya diferencias entre psique y soma, entre mente y
cuerpo. El ser humano esta insertado a su entorno en forma estrecha e
interrelacionada, por lo tanto no pensamos que la distinción entre enfermedades
de la mente y enfermedades del cuerpo tenga sentido alguno, al igual que la
distinción entre trastornos orgánicos y funcionales o depresiones endógenas y
exógenas. Estas distinciones están sustentadas en una visión estrecha,
restringida por los dogmas teóricos o por la falta de información proveniente de
las limitaciones de los métodos diagnósticos. El ser humano se desequilibra, se
desorganiza en forma global, como una totalidad en donde lo que ocurre en el
plano emocional afecta al cuerpo y viceversa.
Los
seres vivos son organismos autorregulados en los que la homeostasis cumple una
serie infinita de acciones desde detener una hemorragia en una herida, hasta
elaborar el duelo por una perdida afectiva. El mecanismo psicológico de
homeostasis es conocido en psicoterapia Gestalt como autorregulación
organísmica. Esta consiste en que todo ser vivo tiende a vincularse con su
entorno de la manera más armónica que le es permitida, realiza con su entorno un
ajuste creativo que le lleva a dar la mejor satisfacción posible a sus
necesidades. En una concepción como esta los síntomas y las entidades
nosológicas no pueden ser considerados más que como intentos fallidos de
autorregulación, o lo que es igual formas poco adaptativas de interrelacionarse
con el entorno para resolver sus deseos y necesidades. De esto se sigue que el
trabajo terapéutico no consiste en luchar contra los trastornos o extirpar las
enfermedades, sino ayudar a los pacientes a aumentar sus recursos y
potencialidades para que encuentren por si mismos la vía hacia la libertad, la
autodeterminación y la salud.
La
psicoterapia Gestalt tal como fue planteada por Yontef es una relación
dialógico-existencial, sustentada en la particular forma de comunicación que
caracteriza el dialogo gestáltico y respaldada por los planteamientos de la
relación yo-tu de Buber . este modelo de relación defiende que en la situación
terapéutica hay varias personas (pacientes y terapeuta) que tienen la misma
importancia y diferentes funciones, y que ambos son responsables del desarrollo
del proceso y generadores de la nueva experiencia de la realidad que se ha dado
en llamar salud.
Y
por ultimo en psicoterapia gestalt se da gran importancia al cuerpo del
paciente, el cuerpo expresa emociones, transmite importantes informaciones sobre
el individuo su personalidad y sus trastornos y es además un importante vehiculo
para la integración de los aspectos disgregados de la personalidad.
Sobre
la Naturaleza de las Emociones
Lo
mencionado bajo el titulo anterior tiene como consecuencia que los gestaltistas
tengamos una forma particular de entender las emociones. En la literatura
psicológica clásica relacionada con las emociones ha predominado un enfoque
acerca de la pena y la tristeza, que ha hecho un enorme énfasis sobre las
perdidas y separaciones significativas para explicar la aparición de los
sentimientos de tristeza y duelo. Sin embargo, las separaciones y perdidas
forman parte de la experiencia diaria de toda persona, experimentamos perdidas
todos los días y en muchas situaciones sin percatarnos de ello.
El
envejecimiento, el crecimiento de nuestros hijos, el desarrollo de nuestras
relaciones interpersonales que nos hace pasar de una etapa a otra perdiendo gran
parte de lo que se relaciona con la anterior, los cambios laborales, académicos,
familiares y la multitud e cambios que acontecen en nuestro entorno. Todas ellas
representan una cantidad de perdidas, gestalts que se destruyen para dar cabida
a la formación de otras. Todo cambio significa la destrucción de nuestro campo
organismo-entorno para permitir la formación de otro diferente dándonos la
oportunidad de evolucionar y perfeccionarnos. Nos casamos, nos separamos, nacen
nuestros hijos y luego crecen y se van, cambiamos de trabajo, se mudan nuestros
amigos y hacemos amigos nuevos, envejecemos, mueren nuestros padres y nada para
de cambiar.
La
tristeza es una emoción inherente a la ocurrencia de las perdidas ya sean estas
trascendentales o cotidianas, es decir que la tristeza es inherente a la
ocurrencia de los cambios, del proceso de formación y destrucción de gestalts.
Cuando no son aceptados los momentos de pena y tristeza, cuando se hace un
habito evadirlos, se inicia un mecanismo de retroflexión que lleva hacia la
depresión en vez de al duelo fisiológico.
Vivimos
en una sociedad hedonista y triunfalista que favorece la iniciación y
descalifica las perdidas. Muchísimas personas se sienten avergonzadas de
situaciones que son naturales en la existencia humana. Jubilarse, envejecer,
divorciarse, la partida de los hijos, la menopausia, los fracasos, etcétera han
dejado de ser oportunidades para aprender o pasajes de un estado vital a otro y
se han convertido en motivos de bochorno que las personas desean ocultar. Cuando
se privilegia la formación de gestalts sobre la destrucción de estas, se vive en
el futuro sin asumir el presente ni completar el pasado. Las personas dejan de
completar sus getalts en forma evasiva. La consecuencia es la acumulación de
finales inconclusos. Y los finales inconclusos conducen inevitablemente a los
comienzos distorsionados que van llenando de neurosis la existencia de estos
sujetos.
Algunas
importantes conclusiones han de ser enunciadas a cerca de la naturaleza de las
emociones para orientar adecuadamente el trabajo de los trastornos depresivos a
la luz de los conocimientos de las psicoterapia Gestalt. En primer lugar. Las
emociones no son positivas ni negativas o destructivas, no buenas ni malas como
se ha sostenido tan ampliamente; la mayoría de nuestras emociones forman parte
de la carga genética con que venimos al mundo y están al servicio de los
mecanismos de supervivencia, en tal sentido son útiles, lo que puede ser
calificado como bueno o malo es lo que hacemos con ellas, pero estos son
nuestros actos no nuestras emociones.
En
segundo lugar las emociones tienen finalidad y sentido, son útiles para algo, la
rabia prepara nuestro cuerpo para la pelea; el miedo dispara una serie de
mecanismos fisiológicos que facilitan una rápida huida; el amor es el
responsable de que se establezcan nexos afectivos para asegurar la supervivencia
de la descendencia y la tristeza proporciona el pensamiento reiterativo y el
recogimiento suficiente como para reflexionar sobre las causas que la originaron
y bastante malestar como para que provoque aprender a hacer algo útil con tales
reflexiones; las emociones surgen en nosotros como un efecto ante los
acontecimientos del entorno, un efecto que genera una serie de comportamientos
más rápidos que el pensamiento mismo, en circunstancias donde la reflexión puede
ser lenta y contraproducente; cuando los humanistas dicen que el hombre es más
sabio que su intelecto, se refieren a que hay decisiones que tomamos en las que
es necesario manejar más información que la que nos aporta nuestra parte
consciente, es ahí donde intervienen las emociones, cuándo, cómo y de quién
huimos, a quién atacamos o de quién nos enamoramos, son decisiones no
conscientes en las que intervienen activamente las emociones.
Por
otra parte es importante recordar que las emociones no pueden ser controladas o
reprimidas, lo que controlamos o reprimimos es la conciencia o la expresión de
la emoción; el control de la expresión emocional es una forma de interrupción en
el ciclo de la experiencia y una manera de no asumir la responsabilidad de
ciertas acciones. Un aspecto muy importante para la psicoterapia Gestalt es que
las personas pueden a prender a expresar sus emociones de forma constructiva y
que esto es lo mas adecuado que se puede hacer con ellas ya que la catarsis no
elimina ni drena la emoción.
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