PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

domingo, 29 de septiembre de 2013

Desapego

 
 
 
Las cinco prácticas del desapego
 
 
1. Independizarse psicológicamente: eso significa prescindir del vínculo de apego y dejar de ser prisionero de lo que te ata. ¿Qué podemos hacer? Decirnos: "Si logro estar sin ti, habrás perdido todo el poder sobre mí y, en consecuencia, seré libre". Cuando seas capaz de decir honestamente: "Ya no me interesas", habrás recuperado el poder.
 
2. No estar donde te quieren o te hacen daño: Supongamos que no te han invitado a una reunión de personas que aprecias. Una reflexión adecuada sería: "Me incomoda que no me hayan tenido en cuenta, pero no dejaré que esto afecte a mi vida". No digo que el rechazo no te afecte en absoluto, lo que sostengo es "¿por qué?" o "qué he hecho mal" son pensamientos intrusivos que te lastiman. Que tu pensamiento repita: "No merecen estar conmigo quien no me quiera".
 
3. Ver la abstinencia Como un sufrimiento útil: dejar de recibir la dosis diaria de nuestras adicciones preferidas descompensa el organismo y lo altera. Para ser libre en lo emocional, no hay que matar al amo, basta con quitarle el poder psicológico que mantiene sobre ti alejándote mentalmente. "No me importas, no te necesito". Ni asco, ni rabia. "No eres conveniente para mi vida".
 
4. Hacer listas de liberación personal: Estos registros te permitirán adquirir fuerza interior y ponerte a prueba. Por ejemplo, haz una lista de dependencias irracionales, ordénalas por grado de dificultad y comienza a actuar: llevar el coche al mecánico, tomar decisiones acerca de visitar al médico o alguna compra pendiente. Aduéñate de tus decisiones.
 
5. La mayoría de las veces son problemas sencillos del día a día, que sin embargo hay que afrontar, resolver o quitarles importancia, como quedarse sin agua caliente: la preferimos, pero con un mínimo de esfuerzo podemos vivir sin ella. Se puede hacer con cualquier otra necesidad irracional: afrontarla e intentar prescindir de ella, a ver qué ocurre. "Puedo estar sin ti", de verdad, y sin excusas.
 
 

No hay comentarios: