El terapeuta intenta ser confiable, atento, empático y comprensiblemente sensible, y también estimular al paciente a explorar sus sentimientos, pensamientos y sus actos en el presente y en el pasado. El terapeuta no es en ningún modo pasivo. Por un lado intenta ser atento y sensible. Por el otro, reconoce que existen ocasiones en que él mismo debería tomar la iniciativa.
Rodrigo Córdoba Sanz
Bibliografía: Bowlby: "Una base segura"
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