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lunes, 7 de mayo de 2018

Bipolaridad



Con Karl Leonhard comienza a fraguarse la conceptualización poskraepeliana más influyente en la perspectiva actual del diagnóstico de la enfermedad maníaco-depresiva: la distinción entre formas bipolares y unipolares.
Leonhard sintetiza, unifica y modera las ideas de su maestro Karl Kleist (quien sostenía que manía y melancolía "son dos enfermedades afines con una cierta tendencia a asociarse"), y propone su conocida clasificación basada en criterios clínicos, evolutivos y heredo-biológicos:

:: CLASIFICACIÓN DE LAS PSICOSIS FÁSICAS Y CICLOIDES (FASOFRENIAS):
# Psicosis FÁSICAS:
- Psicosis maníaco-depresiva
- Depresiones Puras (unipolar):
Depresión agitada
Depresión hipocondríaca
Depresión de autoacusación
Depresión de referencia
Depresión fría
- Euforias Puras (unipolar):
Euforia improductiva
Euforia hipocondríaca
Euforia exaltada
Euforia confabulatoria
Euforia fría

# PSICOSIS CICLOIDES
- Psicosis de angustia/felicidad
Ansiosa
Estática
- Psicosis confusional
Inhibida
Excitada
- Psicosis de la motilidad
Acinética
Hipercinética
...............................................
:: Para este autor, el elemento clínico diferencial más importante entre formas bipolares y unipolares no está sólo en la oscilación del tono del humor entre los dos polos, sino en la sintomatología: es polimorfa en aquéllas y puras en éstas. Llega incluso a aceptar que "es posible reconocer casos que se manifiestan casualmente sólo en la misma polaridad, pero que, en realidad, tienen en sí la disposición a desviarse hacia el polo opuesto, por lo cual deben ir adscritos a las formas bipolares", donde "la disposición a desviarse" a la que se refiere es la variabilidad sintomatológica del paciente. Por el contrario, sostiene que las formas unipolares recorren siempre "los mismos motivos temáticos".

:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza (Zona Centro)
C/ Lacarra de Miguel 27. 2C.
Antes General Sueiro
Cita: 653 379 269
email: rcordobasanz@gmail.com
web: www.rcordobasanz.es

martes, 24 de abril de 2018

T. Bipolar: Miércoles 24 de Julio en París.





:: Falret mencionaba "una forma especial (de locura) que nosotros llamamos circular".

:: Elaboró las doce líneas del texto al que se refería como trastorno bipolar, comenzaba así:

"La transformación de la manía en melancolía y viceversa ha sido siempre mencionada como un hecho accidental pero, hasta el presente, no se ha tomado en cuenta que existe una categoría de locura en la cual la sucesión de manía y melancolía se manifiesta de manera casi regular. Hemos considerado este hecho de una importancia suficiente como para constituir la base de una forma especial de enfermedad mental que llamamos locura circular porque la forma de un círculo repetido de estados patológicos separados solamente por intervalos racionales de corta duración".

:: Kraepelin da un giro conceptual en 1896, decide: "hacer el paso decisivo, último, que va desde la concepción sintomática a la concepción clínica de la locura"; teniendo en cuenta "las condiciones de aparición, evolución y finalización de los cuadros patológicos".

:: Las "psicosis maníaco-depresivas" de Kraepelin, permite describir depresiones neuróticas, así como depresiones y manías reactivas de intensidad psicótica.

:: El "tipo circular" de Falret incluía ya los tipos maníaco y depresivo, una de sus manifestaciones posibles y sin que se acuerde al primero un estatuto particular. La homogeneidad de la psicosis de Kraepelin no se contesta. Reflejada en la novena edición de la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-9) publicada por la Organización Mundial de la Salud.

:: Leonhard había aceptado un criterio evolutivo que permitía separar las psicosis fásicas de la esquizofrenia de Bleuler. Separó radicalmente en los trastornos del humor las formas que llamó monopolares, maníacas o depresivas, y las de forma bipolar.

:: Había descrito también otra clase de psicosis fásicas bipolares, las psicosis de ansiedad-bienestar, excitación-inhibición, hipercinético-acinético, que no eran trastornos del humor en un sentido estricto, sino que pertenecían en la perspectiva actual a la zona límite de la esquizofrenia.

Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Zaragoza. C/ Lacarra de Miguel 27. 2C.

Teléfono: 653 379 269
email: rcordobasanz@gmail.com


jueves, 11 de enero de 2018

Apuntes históricos sobre el TLP. Trastorno fronterizo de la Personalidad o Borderline




Remontándonos a tiempos de Homero, Hipócrates y Areteo, aparecen descritos cuadros donde aparecían ira impulsiva, la manía y la melancolía, señalando que estos "hechizos" eran oscilantes y que las personas estaban sujetas a ellos. Pero fue Bonet, en 1684 quien unió la impulsividad y los estados de ánimo inestables en un término que denominó "folie maniaco-melancolique". Posteriormente, y ya en el siglo XIX, Baillager y Falret observaron a un grupo de pacientes que mostraban un curso depresivo, interrumpido intermitentemente por períodos de irritabilidad, cólera, euforia y normalidad, que bien podría asemejarse al trastorno límite o fronterizo de la personalidad, también llamado borderline o "inestabilidad emocional -CIE-!0). Pero quizá sea Kraepelin quien se acercó más a los síntomas que hoy en día conocemos como TLP, a saber:

"Los pacientes manifiestan desde la juventud fluctuaciones extraordinarias en su estado de equilibrio emocional, afectándoles excesivamente todas las experiencias, con frecuencia de un modo poco agradable...
...y en ocasiones más triviales, manifiestan explosiones de ira.

El estado de ánimo está sujeto a cambios frecuentes... son períodos que se intercalan, en los que el paciente puede sentirse irritable y malhumorado, quizá triste, ansioso; llora sin causa, expresa ideación suicida, quejas hipocondríacas, no se levanta de la cama...

Es difícil que mantengan sus esfuerzos de un modo constante. A consecuencia de su irritabilidad y sus estados de ánimo variables, su vida se ve sujeta a los incidentes más variopintos que les llevan a huidas inesperadas, viajes o encerrarse en sí mismos"

jueves, 12 de octubre de 2017

Kraepelin y Freud



Resulta llamativo que las dos corrientes enfrentadas a propósito de la sustancia y naturaleza de la enfermedad mental, al tomar partido sobre los límites, se reorganicen, y que algunos de sus partidarios cambien de posición. Kraepelin y Freud, los dos dos grandes pilares de la clínica mental, elaboraron respuestas muy distintas a la pregunta sobre la sustancia. Pero acercaron sus enfoques al tratar de las fronteras, aspecto en el que coincidían pese a ser tan divergentes sus concepciones nosológicas: el primero creía en las enfermedades mentales naturales e independientes, creencia que argumentaba sobre todo a partir de las formas terminales. [La nosología de Kraepelin abarcaba todo el campo de la psiquiatría. En su opinión, cada enfermedad tenía su causa, sintomatología y evolución y terminaciones específicas. Lamentablemente estas afirmaciones no se basaba en comprobaciones y hallazgos demostrativos].



Freud acercaba su opinión de ver las estructuras clínicas, cuya conformación obedecía a procesos defensivos ejecutados por el sueto.
Frente a esta opción partidaria de las categorías y la discontinuidad, llama la atención la cercanía de tratadistas provenientes de tradiciones distintas, como en el caso de Kretschmer y Melanie Klein, respectivamente. La descripción kretsmeriana del delirio de referencia resulta de un ejemplar de la visión de un continuum psicopatológico,, una continuidad gradual entre la neurosis y la psicosis, entre normalidad y locura, cuyo fundamento se asienta en la importancia concedida a los rasgos del carácter y las motivaciones personales. Muy distinta es la fundamentación que lleva a Melanie Klein, tanto que esta psicoanalista es pionera en concebir una forma de psicosis generalizada y originaria. Desde su punto de vista no habría organizaciones o estructuras psicopatológicas, sino "posiviones" por las que las personas transitan con relativa facilidad. [Tan evidente es la perspectiva continuista o elástica de Melanie Klein que, de acuerdo con su concepción, no podría hablarse con propiedad de una psicopatología psicoanalítica, pues es de por sí estática (favorable a las categorías) y el psicoanálisis, dinámico].



Como puede apreciarse, la cuestión de los límites, fronteras o litorales, renueva las posiciones adoptadas ante la primera pregunta por la sustancia de la enfermedad mental, de manera tal que los partidarios de la psicología patológica (psicoanálisis) se cruzan o coinciden con los defensores de la patología de lo psíquico (psiquiatría biológica).


José María Álvarez-Fernando Colina: <>. Colección Schreber
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo. Zaragoza. www.rcordobasanz.es

viernes, 29 de enero de 2016

Emil Kraepelin: Bipolaridad



En contraste con los fieros criterios de los intentos primigenios para englobar la bipolaridad, y tras el fallecimiento de Bleuer. Kraepelin, un buen hombre al que le gustaba la taxonomía de las plantas hizo un sutil trabajo para separar los distintos modos de bipolaridad.

Antes teníamos dos problemas neurosis y psicosis. De forma que todo lo que no entraba en un grupo entraba en el otro por sospecha. En un principio habla de la "locura circular", a la que añade la manía simple bajo la rúbrica de "melancolía", sin que precise qué entiende por tal. Después suma "Algunas disposiciones patológicas del humor más menos acentuadas, transitorias o duraderas, que encontramos en los estadios iniciales de trastornos más severos o se sitúan sin una demarcación precisa en el ámbito de las constituciones personales"
Pese al poso continuista existe una clara demarcación que pretende realizar. Obviando la diferencia entre tipo I o tipo II que solo aluden a una información a una información irrelevante y periférica.
Recordemos que entre los distintos cuadros reúne los episodios maníacos y depresivos, las formas mixtas, así como, dice: "más sutiles que se observan en el sustrato psicopatológico general de la locura maniaco-depresiva"

Kraepelin hace algo distinto a intentos posteriores. Muestra su plasticidad teórica y nos invita a enjuiciar en la práctica caso por caso, sin anteponer, como ahora es habitual, el modelo a la realidad- Reconoce que esta clasificación es, en muchos sentidos absolutamente artificial y arbitraria.

Por este motivo, -añade finalmente-, la doctrina que aquí presentamos solo debe verse como un intento provisional de ordenar de forma aproximada e inteligible la enorme variedad de datos suministrados por la clínica"

Los Alienistas del Pisuerga. Texto: "Emil Kraepelin -La Locura Maniaco-Depresiva-

jueves, 28 de enero de 2016

Génesis del Trastorno Bipolar



Antes de Bleuler este diagnóstico era muy amplio y no tenía ningún tipo de límites, afectaba a tanta gente que podríamos hablar de pandemia. Ahora podemos decir que ha existido una evolución que
ha regredido a lo rígido de ese patrón. Cristalizado en el aberrante DSM-V. Se puede sugerir un texto brillante y crítico titulado "Estrictamente Bipolar"

Con Bleuler aparece la inclusión del psicoanálisis en la clasificación de las enfermedades de la mano de Henry Ey.Se introduce lo discontinuo y un balanceo entre lo uno y lo múltiple.
Tras su muerte aparece el primer DSM, que estaría gobernando con sus códigos la psiquiatría clásica.

El trastorno bipolar tiene límites difusos y amplios. Por tal razón su orientación biológica y cognitivo-conductual, no se esmera en hacer límites claros. Por no tener claros estos límites, se amplía el fenómeno bipolar pero dentro del contexto, también, del psicoanálisis.

Mucho más adelante Freud, Klein y Winnicott, en ese orden, hicieron grandes aportaciones a la llamada "Defensa maníaca".

Rodrigo Córdoba Sanz, Tel.: 653 379 269
Psicólogo y Psicoterapeuta

viernes, 12 de septiembre de 2014

Las Psicosis BIpolares no Maníaco-Depresivas



Las Psicosis Cicloides: Psicosis Bipolares no Maníaco-depresivas
UN POCO DE ANTECEDENTES

Historia de las psicosis cicloides
Las Psicosis cicloides son una entidad clínica con características propias, que no se encuadran en las denominaciones dicotómicas clásicas de psicosis maníaco o esquizofrenias de la era Kraepeliniana.
La última centuria, según Lanczik, fue dominada por dos conceptos diametralmente opuestos. Por un lado la noción unitaria de las psicosis (llamada psicosis unitarias) desde la nosología y patología; a este concepto adhirieron Zeller (1804-1877) y Griesinger (1814-1884). En contrapartida surgen los defensores de la existencia de varias enfermedades psiquiátricas y problemas del humor, negando las psicosis únicas. (Neumann, 1859; Rennert, 1965; Vliegen, 1980; Lanczik, 1989).
Las psicosis cicloides son entidades clínicas que fueron identificadas por distintos autores y que recibieron diferentes denominaciones a través del tiempo.
En la escuela francesa, Magnan, describió los delirios agudos y los denominó delirio polimorfo de los degenerados o bouffèes delirantes. Los dividió en tres tipos, uno de los cuales, era el de los sujetos que no revelaban ninguna tara apreciable a primera vista, pero que ante un factor desencadenante como puede ser una emoción, una enfermedad, una simple debilidad física, incluso un acontecimiento fisiológico, se alteraba el orden psíquico del paciente.
Según Magnan: “Este delirio en su inicio es tan brusco como insidioso. En pocos días estas psicosis realizan profundas perturbaciones alucinatorias y de la personalidad y se derrumban tan pronto como se han elevado” (bouffèes delirantes). La descripción que hizo de estos cuadros contiene la esencia de las psicosis cicloides, por supuesto sin la formidable sistematización de Leonhard.
En 1950, Henri Ey, retomó la noción de bouffèes delirantes a las que denominó “psicosis delirantes agudas”.
En la escuela alemana, el fundador de la investigación clínica fue L. Kahlbaum (1828-1899), publicó “La agrupación de las enfermedades psíquicas y la clasificación de los trastornos mentales”, siguiendo el modelo empírico francés. Kahlbaum insistió en la importancia de establecer no solo un síndrome con síntomas idénticos sino en reconocer una misma etiología, respuesta, pronóstico y hallazgos patológicos. En su monografía de 1874, describió la catatonía o “locura de tensión”, dentro de las enfermedades cíclicas del ánimo. Esta entidad encontró su defensor en Carl Wernicke y constituyó el germen de una de las formas de las psicosis cicloides: la psicosis de la motilidad inhibida.
El desarrollo del concepto de las psicosis cicloides se remonta al problema de las “psicosis atípicas”, que surgió a su vez de la dicotomía en las psicosis endógenas, creada por Kraepelin (1923). Este problema concernía a la clasificación de aquellos cuadros que no podían asignarse a la demencia precoz ni tampoco a la enfermedad maníaco-depresiva.
La realidad clínica mostraba síndromes que no se podían clasificar dentro de esta dicotomía, tanto por sus síntomas en el corte transversal, como por el curso y desenlace, que evidenciaban ser diferentes por completo.
La división diagnóstica efectuada por Kraepelin creaba una dificultad clínica para hacer afirmaciones pronosticas. Muchos trastornos diagnosticados como esquizofrénicos, de acuerdo con su apariencia clínica, mostraban a menudo remisiones completas y una evolución favorable. Por último, Kraepelin reconoció que algunos casos diagnosticados como demencia precoz tenían una evolución fásica con buen pronóstico y los denominó “estados mixtos de locura maníaco-depresiva”.
Para solucionar este problema se recurrió a una ampliación del concepto de esquizofrenia, tal como lo concibió Bleuler, el representante de la corriente psicodinámica.
Bleuler admitió la existencia de esquizofrenias de curso periódico y recuperación total, haciendo referencia al hecho de que eran psicosis agudas, cuyas fases seguían la pauta evolutiva de la psicosis maníaco-depresiva. Decía: “En la mayoría de los casos vemos al principio sólo ligeros casos de deterioro residual después de cada ataque. En cambio, los síntomas esquizofrénicos suelen ser muy pronunciados”. Hablaba de esquizofrenias agudas curables.
Seguía siendo casi imposible hacer un juicio pronóstico confiable utilizando el concepto de Bleuler.
En esta misma corriente psicodinámica se pueden mencionar otros autores que describieron cuadros delirantes de buen pronóstico y de curso periódico y es muy probable que muchos de estos cuadros correspondieran a casos de psicosis cicloides.
Podemos mencionar a Friedman, que hablaba de “paranoias benignas”, y a Gaupp, para quien existían formas de paranoia que se curaban o mostraban remisiones muy importantes; a estos cuadros los denominaba “paranoias abortivas”.
Estos trabajos fueron coronados por la obra de Ernest Krestchmer, quien en su monografía de 1918 analizó el cuadro clínico de su “delirio sensitivo de referencia”.
Según Kretschmer este delirio se caracterizaba por su tendencia a la curación, la perfecta conservación de la personalidad y viva reactividad psicológica en todos los estadios patológicos; algunos de los casos que presentó en su monografía podrían corresponder a las psicosis cicloides.
Kasanin, un psiquiatra de origen norteamericano, publicó en 1933 un trabajo denominado “The acute schizoaffective psychosis” (psicosis esquizoafectivas agudas). Tomó el corte transversal de síntomas en siete pacientes jóvenes adultas y reconoció una labilidad emocional grave, mezcla de síntomas esquizofrénicos y afectivos, una grave distorsión de la percepción del mundo exterior, y la presencia de “impresiones sensoriales falsas”. Estos pacientes se recuperaban por completo del cuadro psicótico en pocas semanas, pero había una tendencia a la repetición.
Con Kasanin queda aceptada la denominación: “psicosis esquizoafectiva”, que se utiliza actualmente en el DSM IV. Pero es importante mencionar que la entidad que queda plasmada en este manual tiene poco que ver con la descripción original de los cuadros de Kasanin, que estaban mucho más cerca de nuestras psicosis cicloides que el trastorno esquizoafectivo tal como se lo describe en la actualidad. Los cuadros desplegados en el DSM IV se parecen más a una esquizofrenia con episodios depresivos.
Por otro lado, los criterios diagnósticos de la CIE 10 para las psicosis cicloides recuerdan más a cuadros maníacos o depresivos con delirios, o bien estados mixtos.
Lanczik y col. opinan que el concepto de psicosis cicloide de Leonhard surge como un modelo diferente al de Kasanin. Como entidad clínica, ha sido validada por Perris (1974), Brockington (1982), Maj. Y col. (1988) y Beckmann (1990). Según Brockington la subdivisión simplificada de las psicosis endógenas en dos, iría en detrimento de la psiquiatría científica y de los esfuerzos por una terapia psicofarmacológica diferenciada.
La clasificación de Kraepelin sirvió de base para la descripción de la acción del antidepresivo imipramina en 1957, pero en la actualidad, con ninguna de la modificaciones hechas a la clasificación dicotómica de Kraepelin se logró captar la etiología de las psicosis endógenas.
Según Ban, en realidad lo interesante de este punto es poder conseguir una nosología psiquiátrica basada en la delineación de formas y subfromas de las enfermedades mentales, para incrementar la homogeneidad, es decir poblaciones con alta validez predictiva.

martes, 19 de agosto de 2014

Emil Kraepelin

Emil Kraepelin (1856-1926)


Hay que situar la obra de Kraepelin en el marco de la psiquiatría alemana de la segunda mitad del siglo XIX, que sustituyó los postulados de la Naturphilosophie por los positivistas. Todas las escuelas participaron en la tarea de transformar el saber psiquiátrico en un saber positivo. En los inicios tenemos a W. Griesinger con su consideración de los afectos psíquicos como enfermedades cerebrales y cuyoPathologie und Therapie der psychischen Krankheiten (1845) puede considerarse como el texto fundacional de la psiquiatría científica alemana. Los psiquiatras alemanes de este momento también describieron formas morbosas, como la catatonía por Kart L. Kahlbaum y la hebefrenia por E. Hecker. Paul J. Möbius propuso la clasificación de los transtornos psíquicos según su origen endógeno o exógeno, preparando el terreno a la obra de Kraepelin.
Emil Kraepelin
Kraepelin nació el 15 de febrero de 1856 en Neustrelitz (Mecklemburgo). Realizó estudios de medicina en Leipzig, en Würzburg y, de nuevo, en Leipzig, influido, quizás, por su hermano Karl, que era biólogo.
Interesado desde el principio por la psiquiatría, en 1876 realizó un curso en el laboratorio de psicología experimental de Wilhelm Wundt (creador de la psicología experimental) en Leipzig. Trabajó como asistente de Franz von Rinecker en el hospital psiquiátrico de la Universidad de Würzburg, siendo todavía estudiante.
Una vez se graduó, asistió durante cuatro años al servicio de neuroanatomía de Bernhard von Gudden, en Munich. En 1878 presentó su tesis Ueber den Einfluss acuter Krankheiten auf die Entstehung von Geisteskrankheiten (Sobre la influencia de las enfermedades agudas en la génesis de las enfermedades mentales), donde analiza el lugar de la psicología en la psiquiatría, ante un tribunal presidido por Bernhard von Gudden. Ese mismo año fue asistente de Gudden en el asilo psiquiátrico de Munich.
Estuvo también estudiando neuropatología en Leipzig con Flechsig, de quien fue ayudante entre febrero y junio de 1882 en Leipziger Irrenklinik. Trabajó como ayudante voluntario en el departamento de enfermedades nerviosas en el Nerven-Poliklinik an der Medizinischen Klinik de la Universidad de Leipzig con Wilhelm Erb y en el laboratorio de Wundt para llevar a cabo investigaciones sobre psicofarmacología y psicofisiología. Kraepelin se sentía atraído por la investigación, pero Wundt y Erb le orientaron a la psiquiatría clínica.
En 1883 hizo la habilitación en el departamento de medicina de la Universidad de Leipzig y en otoño del mismo año regresó a Munich para trabajar en el asilo psiquiátrico con Gudden. Un año después estuvo como ayudante en el asilo de Leubus, Silesia. En 1885 fue nombrado jefe del servicio de enfermedades mentales del hospital general de Dresden.
Fue nombrado profesor de psiquiatría de la Universidad de Dorpat (actual Estonia) en 1886. Impartió docencia en los servicios de psiquiatría de las Universidades de Dorpart (1886) y Heilderberg (1891). Aquí contó entre sus colaboradores a Gustav Aschaffenburg y al histopatólogo Aloïs Alzheimer, que lo seguiría más tarde a Munich En 1903 fue nombrado profesor de psiquiatría en la Universidad de Munich, puesto en el que permaneció durante diecinueve años.
En 1917 se creó el Deutsche Forschungsanstalt für Psychiatrie, en Munich, concebido y preparado esencialmente por Kraepelin. En 1922, con el estatus de emérito, abandonó la docencia para ocupar la jefatura del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas de la ciudad de Munich, que pronto adquirió fama internacional (Se había transformado en 1918 en el Instituto Alemán de Investigaciones Psiquiátricas). Amenazada su existencia por la gran crisis económica de la posguerra, fue salvado por la Fundación Rockefeller poco antes del fallecimiento de Kraepelin (1926).
Lo que había sucedido en otras ramas de la medicina ocurría ahora en psiquiatría. Durante muchos años Kraepelin realizó centenares de observaciones clínicas de forma muy descriptiva y muy sistematica. Examinó los transtornos de la conducta de los pacientes hospitalizados; analizó millares de historias clínicas y, con su dilatada experiencia, trató de clasificar los procesos psíquicos. Estos hallazgos pueden encontrarse en el Compendium der Psychiatrie, más tarde titulado Lerhbuch, publicado en Leipzig en 1883. En 1927 alcanzaba ya la novena edición, tras su fallecimiento.
Hay que señalar que, cuando publicó la primera edición, contaba con 27 años, cuando se habilitó para la facultad de medicina. Durante su estancia en Dorpart (1886-1891) aparecieron la segunda y tercera ediciones; dejó de ser compendio para ser tratado. Incorporó el novedoso criterio de la evolución de la enfermedad como elemento para establecer un diagnóstico diferencial. En la tercera edición añadió un capítulo sobre la catatonía de Kahlbaum.
La cuarta, quinta y sexta edición se publican estando Kraepelin en Heilderberg. La cuarta ya tenía setecientas páginas e incluía los “procesos psíquicos degenerativos” con la demencia precoz, la catatonía y la demencia paranoide. La quinta edición es de 1896 y la sexta, de 1899. Kraepelin tomo la concepción de la “enajenación maniaco-depresiva” de la escuela francesa. La entidad quedó definida por la clínica específica de “perturbación afectiva” por su curso fásico y por su terminación con una remisión completa. No obstante, la descripción definitiva apareció en la sexta edición, aunque aludió a ella en la quinta bajo la denominación de “enajenación periódica”. Su causa se situa como “disposición patológica” en la quinta edición o como de “carácter endógeno” en la sexta.
La demencia precoz aparece, como hemos dicho, en la cuarta edición. Lo hace como un tipo de “demencia específica de los jóvenes” que identifica con la hebefrenia de Hecker. En ese momento la enajenación mental comprendería la forma clásica de la paranoia, la catatonía y la demencia precoz. Estos tres cuadros distintos los agrupa con el nombre de “procesos degenerativos psíquicos”. En la quinta edición sólo cambia la causa ya que les atribuye una alteración metabólica y un origen exógeno; les llama entonces “procesos demenciales” En la sexta edición describió una nueva entidad que agrupa los tres cuadros bajo el nombre común de “demencia precoz”. Sus parámetros nosográficos son para Kraepelin el predominio clínico de transtornos del pensamiento, el curso continuo o por brotes y, sobre todo, la terminación en una forma peculiar de demencia.
La clasificación de Kraepelin va variando y el criterio es casi definitivo en la quinta edición cuando incorpora la distinción de Möbius de trastornos adquiridos y transtornos psíquicos por predisposición patológica. Así, en la sexta edición aparece finalmente la clasificación que no variará salvo en pequeños detalles.
Ya en Munich, entre 1903 y 1904, publicó la séptima edición con una extensión de mil cuatrocientas páginas. Incluye un interesante capítulo que consagra al estudio de las enfermedades mentales en otras culturas, lo que más tarde sería la etnopsiquiatría y la psiquiatría transcultural. Para redactarlo viajó a Indonesia, México, España, Estados Unidos y la India. Trató de traducir las “clasificaciones exóticas y religiosas” a las de la ciencia occidental. Más tarde Kraepelin llamó a este capítulo “psiquiatría comparada”.
Entre 1909 y 1913 preparó la octava edición que ya alcanzaba la monumental cifra de dos mil quinientas páginas y que podría considerarse como una gran síntesis de los conocimientos psiquiátricos de su época. Incorpora, además, las respuesta a las críticas que despertó la sexta edición en las escuelas francesa y de Zurich.
En 1910 atendió al paciente Serguei Constantinovich Pankejeff (el hombre de los lobos) al que diagnosticó de maníaco-depresivo y que, más tarde atendió Freud, diagnosticándolo de neurótico obsesivo. Con ello queremos señalar que, paralelamente a la obra de Kraepelin, Freud estaba desarrollando el psicoanálisis. La relación entre ambas no es uno de nuestros objetivos, pero existen trabajos al respecto.
La evolución del poderoso esfuerzo nosográfico y nosotáxico de Kraepelin queda, pues, patente en las nueve ediciones de su Psychiatrie, obra básica de la psiquiatría contemporánea, cuyas concepciones y clasificaciones siguen en buena parte vigentes.
Otra obra que tuvo mucha difusión fue su Einführung in die psychiatrishche Klinik (Leipzig, 1901) (Introducción a la clínica psiquiátrica). En Der psychologische Versuch in der Psychiatrie (1896) expuso sus criterios psicológicos inspirados en las enseñanzas de Wundt. También ofreció una visión histórica de la psiquiatría ochocentista en un amplio trabajo que se publicó en 1918 en el Zeitschrift F. die gesamte Neurologie und Psychiatrie.
Parece que Kraepelin fue una persona reservada, muy meticulosa y respetuosa con la autoridad. Tenía una gran pasión por la botánica; cada año organizaba una excursión a pie por los alrededores de Munich con sus ayudantes. Llevó la nosotaxia a la psiquiatría. Individualizó la psicosis maniaco-depresiva y describió la dementia praecox, en la que siguió la orientación marcada por Kahlbaum y Hecker. Le confirió unidad y extensión particulares al agrupar tres tipos clínicos principales, la catatonia, aislada entre 1863 y 1874 por Kahlbaum; la hebefrenia, descrita por Hecker en 1871, y una forma delirante, a la que calificó de paranoide. Esta entidad nueva, muy claramente definida desde la sexta edición del Tratado (1899), como hemos dicho, tuvo rápidamente amplísimo éxito en el mundo psiquiátrico y preparó el camino para la esquizofrenia de Bleuler. La noción de delirio paranoide lo condujo, así, a limitar definitivamente el vasto concepto de paranoia a un sistema delirante restringido "durable e imposible de romper, que se instaura con conservación completa de la claridad y el orden en el pensamiento, en la voluntad y la acción". Fue también él quien dio carta de ciudadanía a la psicosis maniaco-depresiva hasta entonces fragmentada en cierto número de formas clínicas independientes, pero en ningún momento se preocupó por las hipótesis psicopatológicas y se contentó con consideraciones descriptivas y clasificatorias, pensando que estas afecciones eran psicosis de causa "endógena", cuyo origen debía buscarse en la organización interna predisponente de la personalidad.
El sistema de clasificación de Kraepelin se impuso prácticamente desde su promulgación. Su empeño ordenador, distinguiendo claramente psicosis exógenas y endógenas lo completó y perfeccionó Educen Bleuler cuando sustituyó el concepto de dementia praecox por esquizofrenia.
Poco más tarde las cosas volverían a cambiar en psiquiatría, pero Kraepelin hizo posible la conversión de la ésta en una disciplina construida sobre un núcleo doctrinal y articulada en torno a unas entidades clínicas definidas.
Kraepelin también fue aficionado a la música y la literatura. Fue autor de poemas que se publicaron después de su muerte. Murió el 7 de octubre de 1926.
Hablamos de "clasificación de Kraepelin" para referirnos a la división de las enfermedades mentales en los grupos maniacodepresivo y esquizofrénico.

sábado, 14 de julio de 2012

Psicosis Afectivas: Emil Kraepelin


DISCORDIA

Cuando la existencia me impone su desmesurado yugo,
hueste de relumbrantes destellos asoma ante mí:
es un tornasol tropel de rutilantes sueños y anhelos
que ferazmente florece y me embarga del todo.

Sin embargo, el día en que yo acabe cediendo jamás llega:
sujeto estoy, no lo ignoro, por mil férreos grilletes.
Lucho por la luz, busco gozoso albedrío
pero ocultas fuerzas en perpetua pugna me confinan.

¿Algún tiene significado esta discordia?
¡Cómo rebosa de hiel el caliz de la vida ante mí!
Y sin embargo mi ser más auténtico ama esta agonía

Sin esta rebelión interior me odiaría a mí mismo
¿Cómo disiparse la grisura de los días podría
sino a través de los redivivos anhelos de mi corazón?


Emil Kraepelin

SOLEDAD

Suavemente a este rincón descienden las sombras del ocaso
Hundiéndose en profundo gris el día va
Leve escalofrío el corazón sobresalta
El tañir de la campana al fin de la jornada
Negro el firmamento pero niebla de plata lo hilvana
Entre las finas ramas desnudas de los árboles
Mientras la gigantesca metrópoli ruge muy cerca
Sus luces y flamas relumbrando cual fiesta
En el alma la querencia anhelos enciende
Dónde está el acogedor refugio que añoro
Al invadirme alivio de día concluido
La muchedumbre y su rumor me circundan
Cual borrasca tonante que ulula y que brama
Un forastero soy en medio de esta tormenta
Una muralla de brillantes ventanas mudas en torno
Y la marea de lágrimas me asedia súbitamente
Como un autómata me sorprendo errabundo
Entre los moribundos cisnes del espacio y el tiempo
Cual el sol exangüe y yertas también sus alas
Así pesadamente baja envolviéndome
La terrible soledad.


Emil Kraepelin


El miedo al futuro, como la mayoría de los miedos, no solo es aprendido sino que se puede desaprender. Jose Antonio Marina. Filósofo, Educador y Escritor.

Tratad a vuestro juicio y a vuestros apetitos como a dos huéspedes queridos. No deberéis honrar más a uno que a otro, porque quien tal hace pierde el amor y la confianza de ambos. Khalil Gibrán. Poeta

http://www.psicoletra.blogspot.com.es/2012/07/vinculos-bipolares.html Les pongo este enlace para que contrasten perspectivas. Esta que voy a compartir con ustedes es de Emil Kraepelin. Eminente Psiquiatra que acuñó el término demencia precoz, un tanto desafortunada. Aunque forma parte del nihilismo terapéutico que impregna y colorea el modelo oficial, particularmente biológico, de la Psiquiatría y su querida Industria Farmacéutica, con el vínculo del DSM y la CIE. El DSM también se llama la Biblia, aunque el Génesis parte de la premisa de que Dios dijo que todos estamos enfermos y que tenemos que liberarnos de la cárcel de los prejuicios, pretextos y aspectos ideológicos, morales y otros introyectos que no dejan ver la luz de la libertad. Por otro lado, el presente y el futuro que nos impulsa a la evolución en el sentido común y la práctica es el enfoque DIMENSIONAL, Kraepelin, fue padre de la Psiquiatría desde lo Categorial. Hay relaciones entre patologías, que tienen un núcleo común, que se exploran en una terapia dinámica pero no hay entidades nosológicas, siempre, independientes, parece sensato, dada la riqueza de la Naturaleza Humana. Rodrigo Córdoba Sanz.

PSICOSIS AFECTIVAS: EMIL KRAEPELIN

Criterios:
i. Criterio Etiológico: "Su aparición no está relacionada generalmente con circunstancias externas y por tanto es endógena"
ii. Criterios Sintomatológicos:
Estados Maníacos: Fuga de Ideas; Elevación del Humor; Aumento de la Actividad
Estados Depresivos: Humor Triste o Ansioso; Pensamiento Enlentecido; Disminución de la Actividad
iii. Formas Mixtas:
"En las que aparecen simultáneamente signos de manía y de melancolía, de forma que en los cuadros se suceden rasgos que corresponden a ambas enfermedades..., sin que puedan clasificarse ninguna de ellas".
iv. Curso de la Enfermedad:
"Como regla general... (consiste en) crisis independientes más o menos delimitables las unas de las otras y del estado normal de salud":
episódico
con remisiones
eventualmente con recaídas
"que pueden o no parecerse las unas a las otras; de hecho, a menudo representa cuadros totalmente antitéticos": monopolar, bipolar

Se puede concluir que el diagnóstico es tanto más seguro cuanto más se aproxima el cuadro a los síntomas y el curso típicos, ya que no se ofrecen criterios formales para la decisión.

Comentario:

El propósito básico de Kraepelin es "delimitar enfermedades que tengán en común la causa, la sintomatología, el curso y la evolución" de entre todo el conjunto de cuadros que forman las enfermedades mentales. Por lo que se refiere a las enfermedades endógenas, este empeño se centró en las psicosis afectivas mayores ("locura maníaco-depresiva") y en la demencia precoz. En la 8ª Edición de su tratado de Psiquiatría, 1913, la última que escribió el propio Kraepelin, el onceavo capítulo lo dedica a la locura maníaco-depresiva, la demencia endógena, conocida hoy en día como esquizofrenia, y también a la locura epiléptica que incluye los trastornos convulsivos. Lo que se expone a continuación está extraído del trabajo llevado a cabo por Kraepelin, tal como él lo presentó en la 8ª Edición de su Tratado.
Basándose parcialmente en experiencias previas, alemanas y francesas, pero, sobre todo, apoyándose en sus descripciones, resultado de una observación completa y continuada, el trabajo de Kraepelin unió bajo el concepto general de locura maníaco-depresiva "por un lado todos los tipos de locura períodica y circular, y por otro, la manía no complicada, la mayoría de entidades patológicas consideradas como "melancolía" y también una cantidad no despreciable de casos de "amencia", y además "ciertas modificaciones morbidas del humor, leves o muy leves, a veces períodicas y a veces crónicas, que por un lado se consideran como estadios preliminares de trastornos más graes y, por otro lado, como pertenecientes a los dominios de la naturaleza individual".
Fenomenológicamente, Kraepelin distinguía esos estados básicos que acabamos de mencionar, de los estados maníacos, melancólicos/depresivos, y maníaco-depresivos mixtos típicos. Sin embargo los unía por la cuatro siguiente razones:
1. La experiencia demuestra "que a pesar de las numerosas diferencias externas encontradas en todos los cuadros clínicos presentados, no obstante, se repiten los rasgos básicos". Nos encontramos "ante un grupo preciso y limitado de alteraciones... en todas las formas de locura maníaco-depresiva. Sin ser indicativas de las enfermedad al tomarlas individualmente, vistas en su conjunto ofrecen una notable impresión de unidad dentro de la multitud de formas que toman los cuadros clínicos".
2. Las diversas formas de la enfermedad se entremezclan sin que puedan reconocerse las fronteras entre ellas y se suceden unas a otras en el mismo paciente. Las enfermedades pueden parecerse unas a otras transversalmente y, sin embargo, sus cursos pueden ser marcadamente diferentes.
3. "Otro aspecto que tiene en común...  es su pronóstico uniforme" Resulta "chocante desde la experiencia general, que las crisis de locura maníaco-depresiva nunca conducen a una demencia notable,... en lugar de esto, la regla general es la resolución completa de todas las manifestaciones mórbidas. Cuando, excepcionalmente, no es este el caso, una astenia global es lo peor que suele aparecer, lo cual resulta tan característico de esta enfermedad, como no lo es de las demencias que surgen de distintos trastornos".
4. Se señalaba por último que "Aparentemente, las distintas formas..., también pueden reemplazarse en cuanto a sus influencias genéticas"
[...]
Kraepelin desarrolló su concepto de locura maníaco-depresiva de la misma forma que el de demencia precoz. Al aplicar una teoría general de la enfermedad en sus observaciones, logró crear un sistema clínico de clasificación psiquiátrica que sigue siendo válido. Además identificó y valoró críticamente los principales temas que habrian de tomar parte en el debate aún vigente sobre la enfermedad maníaco-depresiva. Su concepto de locura maníaco-depresiva, que abarca un amplio espectro de cuadros clínicos, es extenso y acaba allí donde empieza el concepto de demencia precoz. Los conceptos de Kraepelin siguen influyendo en todos los sistemas diagnósticos.

Texto de la World Psychiatric Association. Espaxs. Publicaciones Médicas. Barcelona.




- Brink L, Jelliffe SE. Emil Kraepelin, psychiatrist and poet. J Nerv Ment Dis 1933; 77: 274-282.
- http://www.whonamedit.com/doctor.cfm/615.html
Otros enlaces relacionados:
- 'Lehrbuch der Psychiatrie', de Emil Kraepelin.
http://youtu.be/KbNisrJMWUg Derdian -Black Rose- Grupo Italiano de Heavy Melódico que se ha puesto en contacto conmigo.
http://youtu.be/vljFUCmaEDQ John Lennon -Reflexiones-
http://youtu.be/zDCPm-STX0U John Lennon -God-
https://network23.org/madsisterhood/2012/05/27/el-engano-de-los-ansioliticos/ Texto Crítico con la Psiquiatría, fuente del dibujo que aparece encima de nuestras líneas.