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Paz y Ciencia

sábado, 21 de agosto de 2021

Byung-Chul Han: La Sociedad del Cansancio

 


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta. Zaragoza Gran Vía Y Online. Teléfono: 653 379 269. Website: www.rcordobasanz.es.        Instagram: @psicoletrazaragoza

De la sociedad de los locos a la sociedad de los cansados

Byung-Chul Han es un filósofo nacido en Seúl, Corea del Sur, que desde que se convirtió en una de las figuras principales de la filosofía contemporánea, ha mantenido resguardada su vida privada lo más que ha podido. Su trabajos posteriores a La sociedad del cansancio incluyen críticas al capitalismo tardío, el consumo, el amor, la vida pornográfica y la hipertransparencia, siendo el exceso de positividad el elemento problemático que podemos tomar como hilo conductor en su obra.

El libro de Byung-Chul Han es una crítica a la forma de estar en el mundo y de vivir la vida activa en la sociedad de la modernidad tardía. Retoma el pensamiento de Hannah Arendt, Foucault, Agamben, Hegel, y una novela de Melville, y afirma que sus conceptos fueron pensados para explicar una sociedad disciplinaria, en la que el sujeto se encontraba oprimido por fuerzas externas que limitan su vida a la explotación en el trabajo.

Desde el principio nos deja claro que ya no se puede seguir pensando esas formas de estar en el mundo con límites impuestos por el exterior, porque han desaparecido para la vida del siglo XXI; ahora vivimos condenados a una larga carrera de obstáculos personales y sentimientos de inferioridad e insuficiencia. ¿El premio?: infartos en el alma, enfermedades neuronales.

Encontrarse con Byung-Chul Han resulta agradable y preocupante a la vez. En sus libros hay profundidad y belleza; es claro, conciso, y cuando el lector menos se lo espera, se puede sentir un ligero aire zen.

La sociedad del cansancio comienza cuando su autor nos presenta al hombre de la modernidad tardía como el Prometeo cansado, un ser agotado que es constantemente devorado por su propio ego, es víctima y verdugo a la vez, y su libertad es una condena de autoexplotación.

He querido continuar con el orden del libro, es por ello que cada subtítulo equivale a un capítulo de La sociedad del cansancio.

La violencia neuronal

Cada época ha tenido sus enfermedades. Según el filósofo, en el pasado se debían a las bacterias o virus, pero en el siglo XXI, las enfermedades son neuronales: depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno límite de la personalidad o el síndrome de desgaste ocupacional. El motivo de estas enfermedades se debe al exceso de positividad, es decir, la libertad de poder hacer lo que uno quiera. La desaparición de lo viral implica la desaparición de la otredad; lo que ataca al hombre no viene del exterior, sino de su interior.

A lo largo de este capítulo se va desarrollando de manera sencilla la idea de la violencia de la positividad, que se traduce en violencia neuronal, una violencia saturativa y exhaustiva, y como consecuencia de ella, en la modernidad tardía, el hombre padece un sobrecalentamiento del yo.

En este capítulo comenzamos a ver a la sociedad de rendimiento, que no es otra cosa más que la sociedad en la que viven los individuos que están saturados de sí mismos, que pueden trabajar jornadas exhaustivas para cumplir con las autoexigencias que se imponen a sí mismos porque tienen la posibilidad de buscar su realización o vivir para consumir. Es la sociedad en la que el momento de aburrimiento y reflexión escasean.

Más allá de la sociedad disciplinaria

Para Han, la sociedad disciplinaria de Foucault ya no es posible porque se ha eliminado la negatividad. La sociedad del siglo XXI es una sociedad de rendimiento, que se caracteriza porque el hombre “puede”. Cuando el autor ejemplifica con el Yes, we can, queda claro que la crítica al exceso de positividad se refiere a toda la energía y desgaste que emplea el sujeto de rendimiento a “hacer” lo que quiere y hasta dejarse la salud en ello.

En la época de la modernidad tardía, el hombre va ejerciendo su autonomía y se convierte en víctima y victimario porque se explota a sí mismo, no tiene sobre él un poder que lo presione, está dentro de él, y para el autor no hay presión más dura que la autoexigencia.

Asimismo, en este capítulo se explica que para lograr el cambio de paradigma y pasar de la sociedad disciplinaria a la sociedad de rendimiento se debe haber pasado del deber al poder (como potencia), porque en la sociedad del siglo XXI nada es imposible. “No poder-poder-más conduce a un destructivo reproche de sí mismo y a la autoagresión” (p. 19).

El Aburrimiento Profundo

Una de las habilidades que ha desarrollado el sujeto de rendimiento es ser multitasking. Esta característica es presentada como un retroceso a la vida animal, no como un avance, pues para Han, tener que realizar varias actividades a la vez es parte de la vida salvaje. “El animal salvaje está obligado a distribuir su atención en diferentes actividades. De este modo no se halla capacitado para una inmersión contemplativa: ni durante la ingestión de alimentos ni durante la cópula” (p. 21).

Posteriormente, el autor describe lo que llama aburrimiento profundo, al cual el hombre tardomoderno no puede llegar porque su vida está llena de actividades que nunca terminan. Esta idea del aburrimiento es central para que florezca el pensamiento filosófico y artístico, porque sin él es imposible la reflexión y la posibilidad de ejercer la creatividad en la vita contemplativa.


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