Cuanto más apegos dejes caer por el camino de la vida, más cerca estarás de encontrarte a ti mismo.
El apego es una vinculación mental y emocional (generalmente obsesiva) a objetos personas, actividades, ideas o sentimientos, originada en la creencia irracional de que ese vínculo proveerá, de manera única y permanente, placer, seguridad o autorrealización.
Léase bien: "permanente" (indestructible, eterno, inmodificable, arraigado).
En consecuencia, la persona apegada estará convencida de que sin esa relación estrecha (adherente o dependiente) le será imposible ser feliz, alcanzar sus metas vitales o tener una vida normal y satisfactoria.
El pensamiento que agobia a los dependientes es el siguiente: "Sin mi fuente de apego no soy nada o muy poco" o "Sin mi fuente de apego no podré sobrevivir ni realizarme como persona". Es imposible vivir con semejante lastre.
Entonces, lo que define el apego no es tanto el deseo sino la incapacidad de renunciar a él en el momento oportuno. Y podríamos decir que tal renuncia debe llevarse a cabo si el vínculo resulta dañino para la salud mental y/o para el bienestar personal, del mundo y de la gente que nos rodea.
Walter Riso: "Desapegarse sin Anestesia".
Te amo, pero te dejo si es necesario Vídeo de Walter Riso
Rodrigo Córdoba Sanz: Experto en Dependencia
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