Conceptos winnicottianos V

El infans tiene una dependencia absoluta de su madre, que sea ella una "madre suficientemente buena" depende del crecimiento e integración del bebé. Ripesi en el artículo de abajo habla del silencio que supone el no pronunciamiento de palabras y sin embargo en lenguaje de Lacan como va mamando "significantes", Aulagnier diría el "primer sorbo de vida", que le inscribe en el lenguaje, lenguaje que no puede articular pero está ya dentro del discurso materno y paterno.
Las fallas paternas tienen más que ver cuando la fase de dependencia absoluta ha expirado con los problemas de autoridad, la falla materna se relaciona con el aspecto emocional derivado de no encontrar un sostén cuando la madre no está, es lo que Winnicott llama un "terror innombrable", un miedo a una caída metafórica, sobre esto Marion Milner una psicoanalista afín a Winnicott postuló unas ideas muy interesantes, se trata de una especie de miedo inefable que desgarra al bebé y le resta seguridad y apuntalamiento, seguridad que se verá en los momentos de no integración, cuando está solo o jugando, esto determinará aspectos tan importantes como el juego o la inclusión en una sociedad-cultura con normas y valores. Winnicott dice que un adolescente que se queja por haber sufrido deprivaciones es más plástico para poder solucionar el problema afectivo, de un crecimiento con excesivas fallas. Por ausencia de los padres o por que estos estén demasiado enfrascados en sus preocupaciones, como ejemplo podemos poner los casos de divorcio, donde el hijo vive una suerte de ausencia de reglas, donde no hay una continuidad existencial en el sentido de un permitir ser y se instala en medio de una trifulca sutil que le sitúa con carencias emocionales de un padre y una madre unidos, con las dificultades que pueden atravesar estos en sus procesos de separación. El hecho de significar una falla ambiental es muy importante para Winnicott quien en su experiencia como pediatra, como psicoanalista y más adelante de consultor psiquiatra de centros de acogida o albergues para niños deprivados por la guerra, llegó a estas conclusiones, el maternaje durante la infancia tiene que ver con el juego, con el vivir creativo y con una liberación de la propia naturaleza del bebé que irá creciendo sin imposiciones, sin coerciones, sin presiones tanto internas (introyectadas) o externas.
Winnicott fue dos veces presidente de la Sociedad Británica de Psicoanálisis y fue al resto de Europa y a Estados Unidos a impartir conferencias, también en el seno del hospital trabajó dando unas clases para médicos que se querían dedicar a los niños de una forma muy personal, presentando sus propios casos, estos seminarios tuvieron un gran éxito aunque se distanciaban de la formación rígida que se acostumbra(ba) a dar.
Winnicott levantó una estatua de bronce cerca de donde vivía de Freud, recogiendo fondos entre los miembros de la Sociedad. Él en su fuero interno se lamentaba de que su trabajo y experiencia no le hubiera permitido acercarse tanto a los clásicos como hubiese deseado. Sin embargo escribió muchos trabajos, dos de ellos junto a su segunda esposa Clare Britton, quien era asistente social en un centro de acogida, luego fue psicoanalista. Ella se analizó con Clifford Scott, analista que había analizado a su anterior esposa, la cual tuvo muchos problemas psíquicos. Este matrimonio tuvo incluso durante una semana a uno de esos niños en su casa y acordó con el muchacho que cuando perdiera el control de su conducta le daría unos chelines para que desde la calle le llamara, la experiencia fue dura y acabó con el auto de Winnicott abollado por la acción del muchacho.