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Paz y Ciencia

domingo, 1 de enero de 2023

SINCRONICIDAD

“Así es arriba como también abajo”
reza la antigua “Tabla Smaragdina”
(piedra de toque de la magia simpática):
la parte es el trasunto de un gran todo,
mirando aquella se conoce lo otro,
el microcosmos refleja el macrocosmos:
planeta, hombre e insecto van unidos.

Relata Jung el caso de un paciente
que está exponiendo en el diván su sueño
sobre un enorme coleóptero de oro
que le impide avanzar en el camino;
en ese instante un golpe en la ventana
incita a que se la abra y por ahí entre
volando un gran, dorado, escarabajo
que tras dar vueltas pósase en la mesa
y docilmente permite su captura;
a partir de tal hecho la terapia
discurrirá por cauces positivos
superando el paciente sus obstáculos.

“Sincronicidad” tal es el término
con que Carl Gustav Jung nombra el principio
de que existen conexiones “acausales”
entre fenómenos con mensajes parejos
que al mismo tiempo juntos aparecen*.

Yo abogo ir más allá puesto que digo
que lo que es acausal en apariencia
es causado si se toma el conjunto:
es sólo la Unidad que vive y late
y no hay azar sino que hay un sentido.

Esto ya desde antiguo era intuído;
la mencionada tabla así lo expresa**:
“lo que es abajo es cual lo que es arriba
y lo de arriba es cual resulta abajo”;
no hay un solo pedazo que no encaje
en grandes lineamientos de fractales
donde la parte al todo se asemeja
y este sea parte de un todo de otra parte…

Pongo otro ejemplo: el caso del “Titanic”
(del que hace poco tuvimos centenario);
fue un microcosmos reflejo de la época
con sus clases sociales y costumbres
que al hundirse prefiguraba ese otro
gran desastre que trajo la gran guerra:
la entera sociedad fue el pasajero
y el viejo mundo hundiose en los abismos
(¿traerá ese aniversario al mismo punto
proyectado en la espiral del eje tiempo?;
es algo que —inquietante— me pregunto).

Recientemente también he señalado
el caso para España relevante
de la caída al suelo simultánea
de los símbolos del Rey y la Bandera;
tales hechos entiendo que debieran
poner en sobre-aviso a navegantes.

Atendamos mensajes que nos llegan
de otros niveles que apenas intuimos;
“Horacio —decía Hamlet— hay más cosas
en los cielos y tierra, sí, hay más cosas
de las que sueñas en tu filosofía” [...]

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