Uno de los más grandes sufíes y poetas persas, Mohammad Yalal-ol din, más conocido como Molana Rumi (nuestro maestro).
Nació en 1207 d. C. en Balj, una de las ciudades más bellas y de mayor nivel cultural y espiritual de la comarca de Jorasan, al noreste de Persia. Su padre Baha Walad, al que en Balaj conocían como «Sultán al-Ulama» (Rey de los instruidos), era un teólogo notable que sentía cierto interés y aprecio por el sufismo clásico.
En 1219, cuando Rumi tenía 12 años, y a consecuencia de la invasión de Persia por los Mongoles, la familia de Rumi abandonó Balj y durante casi doce años recorrió los centros culturales más importantes de Oriente Medio, fue invitado por el soberano Saljuq, a instalarse en Konya.
En 1244 tuvo un encuentro con un sufí errante de la ciudad de Tabriz (en el noreste de Irán), llamado Shams-ol din Malekdad, conocido como «Shams e Tabriz» (el sol de Tabriz). Al conocerle, Rumi abandonó toda ciencia, toda autoridad y toda posición social y religiosa.
El profundo cambio que Shams provocó en Rumi, en el corto tiempo en que estuvieron juntos, sumergió a Rumi en la Poesía, en las sesiones musicales del sama y en el rapto espiritual, hasta llevarle a las cimas más áltas de la perfección del alma humana.
Uno de los más grandes sufíes y poetas persas, Mohammad Yalal-ol din, más conocido como Molana Rumi (nuestro maestro).
Nació en 1207 d. C. en Balj, una de las ciudades más bellas y de mayor nivel cultural y espiritual de la comarca de Jorasan, al noreste de Persia. Su padre Baha Walad, al que en Balaj conocían como «Sultán al-Ulama» (Rey de los instruidos), era un teólogo notable que sentía cierto interés y aprecio por el sufismo clásico.
En 1219, cuando Rumi tenía 12 años, y a consecuencia de la invasión de Persia por los Mongoles, la familia de Rumi abandonó Balj y durante casi doce años recorrió los centros culturales más importantes de Oriente Medio, fue invitado por el soberano Saljuq, a instalarse en Konya.
En 1244 tuvo un encuentro con un sufí errante de la ciudad de Tabriz (en el noreste de Irán), llamado Shams-ol din Malekdad, conocido como «Shams e Tabriz» (el sol de Tabriz). Al conocerle, Rumi abandonó toda ciencia, toda autoridad y toda posición social y religiosa.
El profundo cambio que Shams provocó en Rumi, en el corto tiempo en que estuvieron juntos, sumergió a Rumi en la Poesía, en las sesiones musicales del sama y en el rapto espiritual, hasta llevarle a las cimas más áltas de la perfección del alma humana.
En el mundo islámico, la poesía mística alcanzó su máximo esplendor en el idioma farsi y, en especial en el Diwan y el Masnawi de Rumi, conocido en Irán como «El Corán Persa». Rumi escribió aproximadamente 66.000 versos en las modalidades de masnawi, gazal y robaiyat, utiliza 48 ritmos diferentes, muchos de los cuales son únicos en la literatura universal. Es esta tierra nacieron tradiciones como el zarwanismo, el mitraismo, el zoroastrismo, el maniqueismo y el sufismo.
En el mundo islámico, la poesía mística alcanzó su máximo esplendor en el idioma farsi y, en especial en el Diwan y el Masnawi de Rumi, conocido en Irán como «El Corán Persa». Rumi escribió aproximadamente 66.000 versos en las modalidades de masnawi, gazal y robaiyat, utiliza 48 ritmos diferentes, muchos de los cuales son únicos en la literatura universal. Es esta tierra nacieron tradiciones como el zarwanismo, el mitraismo, el zoroastrismo, el maniqueismo y el sufismo.
Luz del Alma.
Ese sol de tu cara, del espacio del cielo está fuera;
esa hermosura tuya, de cualquier descripción está fuera.
Tu amor mora en mi alma,
extraña maravilla que del alma y del mundo está fuera.
La presente obra es una excelente selección de poemas de uno de los más grandes sufíes y poetas persas. Mohammad Yalal-ol din, más conocido como Rumi (nuestro maestro). Comparado con el cielo de primavera (a veces cristalino, resplandeciente; a veces, cubierto de nubes; a veces tormentoso), su extrema sensibilidad se expresa a través de una honda creatividad amorosa. Ante él, cada piedra parece arder en el anhelo del encuentro del Amado, el universo es el bazar de los cielos y la bóveda celestial se convierte en el campo de la eterna danza de las estrellas. En la agonía de la oscura noche medieval, cuando las ciudades eran saqueadas y la dignidad del hombre era pisoteada, su voz se alzaba exclamando: «¡Oh! ¿por qué no brilla el sol?
Mahmud Piruz (Irán) es responsable del centro sufí Nematollahi, de Madrid, y director de la edición española de la revista Sufí. José María Bermejo es escritor y periodista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario