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Paz y Ciencia

domingo, 13 de septiembre de 2020

Gilles Deleuze y Michel Foucault

 


Claire Parnet realiza en 1986 una entrevista a Gilles Deleuze sobre Michel Foucault, a poco tiempo de su muerte.
 Lo primero que señala Deleuze es que no pretende hacer la típica apología de glorificación del fallecido. Quiere trazar un retrato personal de Michel Foucault. El retrato de alguien no puede hacerse antes de su muerte, ya que es en este momento donde acaba la experiencia de un sujeto, es cuando podemos decir : "es él". 
 Foucault, nos dice Deleuze, era un hombre apasionado, un guerrero ( como señaló su amigo Paul Veyne). Pensar era para él una  aventura peligrosa, una línea en la que uno se implica y que bordea la locura. La locura está presente en toda la obra de Foucault. Su filosofía procede por crisis "porque cuando parece haber llegado a un puerto se encuentra otra vez en alta mar" ( Deleuze retoma aquí la bella metáfora de Leibnitz). La teoría de los enunciados de Foucault entra en crisis a partir de mayo del 68, época intensa y de júbilo que le lleva del análisis del saber al del poder. Dicho de otra manera, sería pasar del análisis de las formas a las relaciones de fuerza que subyacen en las formas. Esto durará hasta el primer libro de su historia de la sexualidad, "La voluntad de saber." Esto le produce otra crisis, pero esta vez más triste y secreta, que es la que aparece cuando uno se encuentra, o cree encontrarse, en un callejón sin salida. Coincide con el fracaso del movimiento carcelario, el derrumbe de las esperanzas más recientes ( Irán, Polonia...), la asfixia de la vida intelectual francesa, un impasse vital...
 Su historia de la sexualidad le desplazó a otra época, una época de larga duración ( la de los griegos), mientras lo que había tratado hasta entonces eran períodos de corta duración ( S. XVII-XIX) para tratar los modos de subjetivación.  Pero Michel Foucault nos propone una ontología de la actualidad y, por tanto, los períodos históricos tratados siempre estaban en relación con el presente. Esto no lo decía en sus libros, lo decía en sus entrevistas, que eran una parte de su obra. Los períodos históricos interesaban en la medida en que señalan el lugar de partida para llegar al punto donde estamos. Pensar ( en el sentido filosófico) es siempre experimentar, es hablar de lo que se está formando. Foucault es un filósofo, no un historiador, porque no interpreta lo que ha pasado, lo que hace es pensar lo que está pasando. La subjetivación significa para Foucault la búsqueda de otra forma de vivir. Siempre lo ha planteado pero en este momento lo hace de una manera serena, mucho más tranquila que en momentos existenciales anteriores. Era para él una exigencia práctica. 
 La pregunta que se le planteaba era : ¿ no hay nada más allá de las relaciones de poder ?Necesitaba entender los puntos de resistencia que podía generar estas relaciones de poder. La línea le conducía Afuera. Había que franquearla y convertirla en un arte de vida. Esto es lo que llama proceso de subjetivación. Se trata de curvar líneas, plegarlas sobre uno mismo, conseguir que la fuerza se autoafecte. Foucault siempre hablaba del dominio de uno mismo, de la producción de uno mismo. Son los griegos inventan la subjetivación, el conocimiento y la relación con un mismo. La subjetivación es ética y estética, tiene que ver con el conocimiento y el trabajo sobre uno mismo. No tiene que ver con la moral, que se mueven en la esfera del saber y del poder.

 Deleuze plantea en esta entrevista las grandes semejanzas entre Nietzsche y Foucault.
 Primera : la concepción de fuerza. El poder como relaciones de fuerza.
 Segunda : la relación de las fuerzas con la forma. Toda forma es un conjunto de fuerzas.
 Tercera : los procesos de subjetivación, entendida no como creación de sujetos sino como modos de existencia. 
 Foucault, como Nietzsche, fue un creador, que transforman lo que reciben para producir algo nuevo.
 Es relevante que en esta entrevista Deleuze mencione una conversación con Werner Schroeter en la que Foucault habla del suicidio cuando dice que la subjetivación puede conducir a la muerte y el suicidio se convierte en un arte que puede ocupar la vida entera. Justo Yukio Mishima, nacido el mismo año que Deleuze y uno antes que Foucault, morirá en un acto suicida al que le dará máxima publicidad y al que le dará este significado. Deleuze se suicidará a los 70 años, en 1995, lanzándose al vacío como un pájaro. Padecía una grave enfermedad respiratoria. Quizás las muertes de Foucault y Deleuze puedan considerarse trágicas pero nunca dramáticas. Siempre rechazaron una concepción dramática de la vida y quizás la entendieron, como Nietzsche, en un sentido trágico. La tragedia de su finitud, de la muerte como horizonte. Foucault murió joven, a los 56 años, víctima del SIDA. Deleuze de un acto suicida. Nietzsche murió también a los 56 años, después de un deterioro de diez años. ¿ Muertes trágicas ? ¿ muertes violentas ? Quizás es la muerte la que es siempre un final trágico y violento. 

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo.
Zaragoza. Psicoterapeuta. 
Tfno.: 653 379 269
Instagram: @psicoletrazaragoza
Página Web: www.rcordobasanz.es

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