La isla de los sentimientos
Érase una vez una isla en la que habitaban todos los sentimientos: la Alegría, la Tristeza y muchos, muchos más, incluido el Amor. Un día avisaron a sus habitantes de que la isla se hundiría, inmediatamente todos los sentimientos se dieron prisa en abandonar la isla. Subieron a sus barcos, empezaron a navegar y se alejaron. Todos menos el Amor, que decidió quedarse un poquito más en la isla que tanto amaba antes de que se hundiera para siempre.
Cuando la isla estaba a punto de anegarse por completo, el Amor empezó a ahogarse y pidió ayuda. Pasó la Riqueza en su barco y el Amor le dijo:
– ¡Riqueza, llévame contigo!
– No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco y no queda espacio para ti – respondió.
Después le pidió ayuda a la Vanidad, que estaba pasando en aquel momento por allí:
– Vanidad, por favor, ¡ayúdame!
– No te puedo ayudad, Amor, estás todo mojado y vas a arruinar mi barco – dijo.
Entonces el Amor pidió ayuda a la Tristeza:
– Tristeza, ¿puedo ir contigo?
– Ay, Amor, estoy tan triste que prefiero ir sola.
Desesperado, el Amor empezó a llorar. Entonces oyó una voz que le decía:
– Ven, Amor, yo te llevo.
Era un viejecito muy amable. El amor estaba tan feliz que se le olvido de preguntar su nombre. Al llegar a tierra firme, el Amor le preguntó a la Sabiduría.
– Sabiduría, ¿quién era el viejecito que me trajo hasta aquí?
– Era el Tiempo
– ¿El Tiempo? ¿Y por qué sólo el tiempo me quiso llevar?
La Sabiduría respondió:
– Porque sólo Tiempo es capaz de ayudar y entender un gran amor.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Zaragoza
N° Col.: A-1324 Teléfono: +34 653 379 269
Psicólogo Clínico Psicoterapeuta.
Página Web: www.rcordobasanz.es
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