Anotaciones sobre la psicoterapia

La susceptibilidad, la sensibilidad, son facetas de todas las personas. Algunas tienen un poco más de intensidad en estas cuestiones. En casos de psico(pato)logía, la persona puede pasarlo muy mal cuando algo sucede.
Escuchando a algunos psiquiatras biologicistas me sorprendo de la distinción de depresiones endógenas y exógenas. Todas las depresiones tienen un componente exógeno, siguiendo con la jerga que plantean ellos mismos.
Enrique Rojas, que se repite con un discurso muy coherente en esta línea mencionada arriba, comenta que las primeras, las endógenas responden muy bien a la medicación y que las segundas tienen un "pronóstico más incierto".
En fin, decir esto me parece que es olvidar que el sujeto y la personalidad se constituye en base a una biografía. Desde luego que hay componentes genéticos. El temperamento es la parte hereditaria genéticamente de la personalidad, sin embargo el carácter es la parte psicosocial de la personalidad. Ambos factores son importantes. En cualquier depresión y problema emocional es necesario la psicoterapia. Los psiquiatras, unos más y otros menos, se curan en salud, como buenos médicos que son, y recetan medicamentos cuando existe un problema emocional, la finalidad es aliviar el dolor y eso no hay que recriminárselo. Sin embargo hay muchas personas que se sienten más enfermas tomando medicación y el hecho es que determinadas patologías caracteriales no responden demasiado bien a la medicación, en todo caso se aplacan ciertos síntomas, desde la depresión, la impulsividad, la ansiedad, la suspicacia, etc. Existen fármacos que aplacan tanto que anestesian a la persona, me comentaban un caso de una mujer medicada con un antidepresivo (escitalopram) que tuvo un nieto y no sentía nada. El psiquiatra atribuyó esa respuesta al tratamiento farmacológico. Yo no conozco a la persona personalmente y no es prudente decir más.
Existen muchas patologías en las que la medicación no es necesaria, otras muchas sí. Tomar medicación no significa que el problema sea más o menos grave, depende de la óptica del médico. En atención primaria, los médicos prescriben antidepresivos y ansiolíticos cuando observan a una persona algo deprimida y que ha tenido alguna respuesta ansiosa como una crisis de angustia. En muchas ocasiones no sería necesario ese tipo de intervenciones farmacológicas si acudieran a un psicoterapeuta.
Para que un tratamiento psicoterápico sea eficaz se necesita un trabajo de dos, por parte del paciente constancia, curiosidad y compromiso con responsabilidad. Hay que respetar el encuadre propuesto por el terapeuta, aunque es cierto, como sabemos que nos explicó Freud hace mucho tiempo, que existen resistencias que contribuyen a dificultar el trabajo psicoterápico. Ahora además existe un componente como es el factor crisis, que algunos pacientes utilizan como justificación y otros por dificultades económicas que complican un poco más el sostener un tratamiento adecuado.
Nuestro amigo Winnicott nos decía que había que trabajar en un encuadre firme pero también que había que ajustarse a las necesidades del paciente.
Esto no es una carta blanca para que el paciente haga lo que quiera, la persona que pide ayuda, si quiere cumplir con éxito su tratamiento tiene que responsabilizarse de éste y cumplir con el trabajo propuesto, lo demás se desarrollará en la consulta con la habilidad del terapeuta. Lo que no es operativo es que se esfuerce más el psicoterapeuta que el paciente, un apunte, esto en fases iniciales del tratamiento es necesario.